Hazte premium Hazte premium

Abel Pintos: «Necesitaba reinventarme en la música. El juego tiene que seguir»

Este argentino de 32 años, ganador de 17 Premios Gardel (lo más importantes de la música en su país) llega a España para presentar su último disco «11», producido por Leiva y en el que incorpora sonidos e instrumentos nuevos

El cantante Abel Pintos BELÉN DÍAZ

JOSEFINA G. STEGMANN

A Abel Pintos no hizo falta preguntarle qué quería ser de mayor. Ni médico, ni abogado, ni astronauta. Músico. Y punto . Lo tuvo muy claro desde el principio. Un principio exageradamente precoz si tenemos en cuenta que con tan solo siete años comenzó su carrera musical en un coro de niños.

Este argentino de 32 años, altísimo, delgadísimo (sus fans le llaman, cariñosamente, «flaquito») y con sonrisa envolvente parece tener una doble personalidad . Por un lado, muestra una entrega, casi obsesiva , a la música, a un trabajo en que el que absolutamente nada puede quedarse en el tintero, y a la vez, emana una paz y un equilibrio capaz de invadir a cualquiera que lo tenga delante.

Ha llegado a España para presentar su disco número «11», al que ha bautizado con ese nombre y que es el primero que produce fuera de su país natal . Para ello, ha contado con la ayuda de un gran amigo suyo, Leiva , con el que canta uno de los temas del álbum, «Alguien» y que además se ha puesto al frente de la producción del disco, junto con el sueco Martin Terefe . En él incorpora sonidos e instrumentos nuevos, le sigue cantando, como siempre, «al amor» en todas sus formas y se aleja (pero sin renunciar a ella) de su fuerte relación con el folklore de su país.

Pintos, que se considera un hombre de fe y se sonroja cuando se le recuerda que su entorno le llama «Mesías» (un poco en broma y un poco en serio), ha ganado 17 Premios Carlos Gardel en Argentina , los más importantes de la música en su país. Pese a encontrarse en la cima de su carrera asegura no temer el fracaso. Solo pretende cantar « y vivir para hacerlo ». Pintos se renueva con un disco en el que quiso más «objetividad» y opiniones ajenas y donde hay más pop que folklore, aunque asegura que no cree en los géneros, solo en la música en sí misma.Con ella aspira a llegar a la mayor cantidad de gente posible. Así de sencillo. Como él.

Abel Pintos dará conciertos en España en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid el día 23, y el 24 de mayo en la sala Barts de la Ciudad Condal.

Tu nuevo álbum «11», aparte de ser tu trabajo decimoprimero, llega con la coincidencia que fue cuando empezaste como solista a los 11 años, por lo tanto, parece un número simbólico. ¿Supone un punto de inflexión en tu carrera?

El disco sí supone un punto de inflexión pero por otros motivos. El título vino durante el proceso del disco, no antes. Es un punto de inflexión porque después de 20 años sentí que necesitaba un poco de objetividad . Hacía cuatro o cinco discos que venía trabajando muy potentemente en la producción y necesitaba que alguien me diera su impresión de mi música sin conocimiento previo de lo que hice anteriormente. Entonces, la primera decisión que tomé fue que grabaría el álbum fuera de Argentina . La siguiente, fue elegir a los productores. Cuando elegí a Leiva y a Martin Terefe lo hice porque sabía que ellos no conocían mi música. Me encargué de pedirles que siguieran así, que no buscaran nada de mi trabajo.

¿Por qué motivos buscabas esa objetividad?

Porque ya pasaron 20 años. Para mí es nada porque viví todas las etapas, pero al final, cuando hago retrospectiva me doy cuenta que es mucho tiempo y que pasaron muchas cosas. Yo no soy un ser humano al que le guste quedarse en su zona de confort y mirarse el ombligo . Necesitaba que alguien me sacara de mí mismo y me hiciera verme desde otro lugar.

A Leiva también lo eligió Sabina para su último disco, “Lo niego todo”. ¿Por qué acudiste a él y no a otro productos español?

Fue algo natural. Estaba viajando muy seguido a España por distintos motivos y cada vez que venía me encontraba con él, como amigos. Hablábamos de cualquier cosa menos de nuestras carreras y un día nos encontramos haciendo una canción porque sí, no para ningún proyecto en concreto, sino porque le sale hacer canciones y a mí también. Un día le cuento que estaba pensando en el disco nuevo y me dijo que precisamente iba a proponerme contar con él para un proyecto nuevo. No fue una elección de oficina. Sí la de Martin Terefe, que tenía desde hace tres años como referente como productor, mientras que a Leiva lo tenía de referente como músico. Encontrarme con una calidad de productor semejante fue una sorpresa. Cuando comenté que lo haría con él en España, todos me decían: ¡Qué bueno, porque es un super productor! Pero yo no tenía ni idea. Confío mucho en él y así hubiese sido su primer disco como productor confiaba en él, lo hubiera elegido igual.

También cantan en tu disco una canción juntos: «Alguien»…

Fue igual de natural. Vino un día al apartamento donde me quedaba cuando empecé a grabar el disco. Empezamos a ordenar ideas, a programar la semana de la grabación. Le dije que tenía una canción sin terminar, le canté «Alguien» y escribimos una estrofa juntos. Grabamos al día siguiente y le dije: «Creo que esta canción merece un duó. ¿Por qué no grabas una voz de referencia para construirla como dueto?». Me dijo que sí, la grabó y cuando terminamos me contestó: « Me parece a mí o ¿quedó hermoso? ». Y fue todo de una sola toma como casi todo el disco, lo grabamos, lo escuchamos y consideramos que estaba listo.

Cuando ves el resultado, ¿qué sientes, estás conforme?

Sí. Es un disco que tiene ciertas características que fui marcando como propias y al mismo tiempo es muy nuevo para mí. De hecho, que hayamos incluido un audio con tanta personalidad como es el saxo o la trompeta en la sección de vientos que nunca lo había utilizado es una idea de Leiva. En Argentina, por lo menos, fue muy impactante, pero al mismo tiempo era el de siempre. Yo necesitaba ser el que soy y el que los demás conocen pero a la vez reinventarme porque tengo muchos años en la música pero soy joven todavía en la vida y en la música como para dar algo por sentado algo. El juego tiene que seguir .

¿Esto significa que te seguirás reinventando con cada nuevo disco, probando sonidos e instrumentos nuevos?

Sí, porque soy muy curioso y tengo un carácter muy dinámico. Las cosas con las que me siento cómodo las mantengo en mí pero van por dentro. Todo lo que va por fuera no necesito mantenerlo . Hasta ahora mis discos han sido todos así y probablemente continúen igual.

En Argentina te vinculaste al inicio de forma muy fuerte con el folklore. ¿Se pueden mantener las raíces? Este último álbum tiene menos del folklore que tanto te identificaba...

Yo amo esas raíces y no tengo que hacer ningún esfuerzo por mantenerlas. Ni siquiera a mí mismo. En los conciertos siempre canto folklore, ya sea en Argentina o fuera. No necesito hacer un disco de folklore para saber que sigo ahí.

¿Cuál es la respuesta en España, por ejemplo, cuando cantás folklore?

Reveladora. Después del primer concierto al que vino India Martínez en Madrid me dijo que le había encantado todo el recital pero que había una canción que no conocía. Era «Zamba para olvidar». Le cuento que es una zamba, un ritmo folklórico y se quedó alucinada con la canción . Hizo su propia versión, se quedó tocada. Y es que el folklore es muy potente, es la raíz de un país.

Siguiendo con la zamba, un día dijiste: «Si soy tan feliz escuchando a Mercedes Sosa (considerada la mayor exponente del folklore argentino), tengo que ser feliz haciendo lo que ella hace». ¿Lo conseguiste?

Sí soy muy feliz cuando canto. Es como un estado aparte . Por eso sigue siendo lo mismo para mí hacer música desde que comencé hasta hoy. Para mí siempre es una situación ideal cantar.

¿Puede servir como filosofía para todos la idea de «si me siento feliz haciendo lo que hacen otros lo pongo en práctica»?

No. Porque no tiene que ver con la razón o algo intelectual . Yo lo puse como ejemplo con esa frase, pero cuando lo sentí de niño no lo pensé, tenía ocho años. Cuando eres un niño no hay filtro. Las cosas emocionan o no, afectan o no.

¿Qué dijo tu familia respecto a tu decisión de empezar desde tan pequeño?

Supieron escucharme, respetarme y después acompañarme. Nunca me empujaron a hacer nada. Siempre estuvieron expectantes a ver qué hacía yo sin presiones. Me tomaron en serio desde el comienzo.

Hablas mucho de la importancia de la formación musical. ¿Cómo ves ahora la industria donde ahora cualquiera se mete en un estudio y hace canciones?

Le doy importancia a la formación vocal porque recién ahora estoy aprendiendo música propiamente dicha. Pero lo hago por una cuestión personal. Me sienta bien conocer todo lo que pueda de mi propio instrumento para poder subir al escenario sin pensar en nada. Solo quiero sentir lo que tenga que sentir en ese momento . No lo hago porque así tengan que ser las cosas. A lo largo de la historia de la música existieron conceptos muy disímiles. Gente muy obsesiva en la construcción de su obra y otra más liviana. No me parece juzgable. En órdenes generales no soy bueno para juzgar y menos en la música que es muy subjetiva.

¿A qué le canta Abel Pintos?

Fundamentalmente al amor, porque creo que el amor es la raíz de todo lo inherente al ser humano.

¿Qué es el amor?

Nosotros, de lo que estamos hechos . Es todo un universo del que se puede opinar y construir. Justamente por eso creo que es de lo que estamos hechos, porque no encontramos la forma de terminar de definirlo, como no encontramos la forma de terminar de definirnos a nosotros mismos.

¿Pero es un amor de pareja, familiar...?

No, eso son formas. Por eso creo que es una cuestión de raíz y a partir de eso viene todo lo demás: etiquetas, formas, estructuras.

Dijiste en una entrevista que nunca sufriste por amor pero luego hay canciones en este disco realmente desgarradoras con letras como: «Y es que a veces vas y me tratas tan mal que no me hace mal y me fui acostumbrando», «...este vuelo hostil de espina de tu amor que duele hasta morir»...

Sí he sufrido en relación al amor pero no por amar . Lo que pasa es que se usó un título muy oportuno para vender ejemplares pero la cuestión iba a otro lugar. Desde ya que sufrí en historias de amor y espero hacerlo toda la vida porque es lo que nos constituye como ser humano. A mí me gusta atravesar todos los estados. Trabajo día a día y me encanta sentirme bien, alegre y positivo. Y quizás hay cosas que me hacen sentir de la forma opuesta, pero cuando eso sucede lo abrazo, también me construye. Desde luego que sufrí en relaciones de pareja, familiares, etc. Pero no pierdo de vista mi fe en el amor. Por poner un ejemplo: cuando sucede un milagro yo le doy gracias a Dios, y cuando sucede algo que me pone triste no me enfado con Dios. No voy a perder de vista lo que significa Dios para mí y a eso me refería en la entrevista.

Hablando de Dios. ¿Está muy presente la religión en tu vida?

La fe es un lugar donde hacer pie.

Cuando escribes canciones, ¿piensas en Dios?

No de una forma ortodoxa o fanática. Es que al final, la fe como el amor, son cosas complejas de explicar y por eso creo que hago canciones. Por eso creo que pasan los años y la historia se escribe y las canciones de amor se escriben y siguen siendo reveladoras. Creo que nunca encontraremos la forma de definir el amor, la fe o Dios.

Pero en el álbum mencionas explícitamente a la Virgen y al Gauchito Gil (figura religiosa con gran devoción popular en la Argentina)

La Virgen como el Gaucho Gil fueron seres humanos, que estuvieron en la Tierra y tienen una energía fuertísima y están presentes aunque no sea físicamente. Creo en esas energías, en la Virgen y también en Jesús pero como seres humanos, no por la Iglesia.

¿No vas a misa?

Sí voy y a veces entro a una Iglesia y me emociono pero no tengo una relación ortodoxa con la religión. Pasa por otro lugar para mí.

¿Cuál es la respuesta del público cuando hablas de la fe?

Siempre lo hago desde un lugar muy genuino, no para adoctrinar a nadie . Por eso siempre les deseo que Dios los bendiga y si no crees en Dios, lo que sea en lo que creas, te haga feliz. Punto. Es lo mismo, puedes llamarle Dios o en lo que sea, en uno mismo. Creer en algo es fundamental.

Pero que te llamen el «Mesías» es muy revelador…

Jajaja. Eso es un chiste interno. Sucedió que este verano hicimos muchos conciertos que parecían imposibles de hacerse por el clima. Arrancábamos un concierto y llovía y decidíamos hacerlos hasta donde se podía y a la tercera canción se detenía la lluvia. En otras ocasiones, llovía todo el día, llegábamos al lugar y paraba. Entonces la producción decía: «Eso es porque llegó el Mesías». Se metían conmigo porque menciono a Dios y a la Virgen y hay mucha gente que cree también y eleva la mano como yo y en ese contexto mi entorno empezó a llamarme así.

Pero también tú mismo dijiste que muchos te consideran un ser espiritual…

Sí, es cierto. Lo entiendo porque me lo hacen saber. Me escriben en las redes o cartas. No quiere decir que yo lo crea, ni cerca. Soy un tipo de fe como cualquier hijo de vecino.

¿No te da vértigo que vean así?

No, porque es la opinión de alguien y no tengo por qué identificarme con eso.

¿Qué momentos son los idóneos para escribir? Cuándo estás feliz, enfadado…

Cualquier momento, porque permito que todas las emociones me afecten por igual. No importa el estado anímico. De hecho, no escribo canciones de forma sistemática. Una canción me aborda, viene y en diez minutos está escrita y compuesta. Y eso sucede en cualquier lugar y en cualquier momento. Lo cual es una bendición porque si tuviera que sentirme triste para escribir que después funcionen sería horrible…

Escribo cuando corro, en un taxi, durante un concierto, en un estudio, en un escritorio...en todos los contextos. Las compongo en mi cabeza y ahí quedan, no están escritas en papel.

Le escribis al amor, Dios está presente…¿Cómo ves esta nueva moda de música en la que solo se hace alusión al sexo, a las fiestas, al alcohol, como sucede con el Reggaetón?

Cualquier género habla de cosas inherentes al ser humano.

Pero hay muchas quejas por su contenido machista…

Sí, hay mensajes muy sexistas y no estoy de acuerdo con eso. No me parece bien cosificar ni al hombre ni a la mujer. Mi forma es no elegir. Hay canciones o incluso discursos con los que no estoy de acuerdo y no los elijo y ya está.

¿Pero no juzgas? Como dices que no sueles hacerlo...

Mi forma de juzgarlo es no elegirlo. No juzgar no supone no decir si me gusta o no, implica no poner demasiada energía en ese juicio. No condeno, que no es lo mismo.

Estás en la cima en Argentina. ¿Te da miedo el fracaso?

No. Lo voy a poner al revés. Te voy a decir lo que es el éxito para mí. Cuando empecé a cantar no tenía instrumentos, ni formación, ni lugar donde cantar, ni nadie que me escuchara, y además tenía otras cosas que hacer: ir al colegio, ser hijo...Hoy tengo instrumentos, mucha gente quiere escucharme, o al menos siempre hay alguien ahí, y tengo oportunidades de cantar todos los días . Eso es el éxito para mí. Hacer lo que necesito hacer y poder vivir para hacer eso y vivir de eso. El éxito tiene que ver con parámetros internos, no externos. Las realidades externas las disfruto, trabajo mucho por ellas, trabajo por vender discos, por el hecho de que mi convocatoria crezca. Por eso vine a España. En un momento vendí 50 entradas y en otra 20.000. Nada de todo eso va a modificar mi sensación de éxito.

¿Te gustaría vender 20.000 entradas en España?

Sí claro. Es un sueño o una ilusión. Me encantaría que suceda pero porque me gusta compartir mi música con la mayor cantidad de gente posible.

Te gusta Marc Anthony, la música latinoamericana. De hecho, Marc se atrevió con grupos de reggeaton como Gente de Zona. ¿Lo harías?

En este momento no me veo. Pero no voy a decir que no lo haría. No cantaría una canción con la que no estoy de acuerdo en su mensaje. Si estoy de acuerdo, allá vamos. Si es una cuestión de géneros, no hay límites. No es por sonar cool, no puedo ver la música por géneros, no marcan nada para mí . Me gustan demasiado los Beatles, Mercedes Sosa, Sabina... que no tienen género sino que hacen música. Solo tengo que estar de acuerdo con el mensaje. Nunca haré nada en mi carrera que no sea genuino, que no necesite hacerlo.

¿La música es el gran amor de tu vida?

No sé si es el gran amor pero sí uno de ellos.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación