Roberto Alagna: «Vamos a buscar una solución para regresar al Teatro Real»
El tenor francés declaró el sábado, tras su última función de «Romeo y Julieta», que no iba a volver a Madrid porque le afectaba mucho la sequedad del clima
Roberto Alagna sí podría volver a cantar en el Teatro Real, a pesar de las declaraciones realizadas el pasado sábado, en una entrevista con TVE , tras la segunda función de «Romeo y Julieta». En ellas anunció que no regresaría a Madrid porque le sentaba mal a su voz la sequedad del clima. La noticia no dejó de circular ayer por las redes sociales con gran sorpresa, pues el público de Madrid se había volcado con el cantante y esto parecía confirmar una reconciliación que daría como fruto su presencia en futuros proyectos operísticos. De momento esto parece en el aire.
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ABC se puso ayer en contacto con el tenor, que se encuentra en Nueva York junto a su familia, y ya pasado el calentón inicial se mostraba con el ánimo más templado: «Vamos a buscar una solución para regresar a Madrid porque todo el mundo esta muy triste después de este éxito ...».
Relación difícil con el Real
Estas funciones de la ópera de Gounod representaban el regreso del tenor francés a Madri d después de su última visita, hace seis años. Una actuación que le dejó muy mal sabor de boca pues nada más comenzar el recital un espectador le espetó sin contemplaciones que volviera al conservatorio («el público me ama o me odia», reconocía hace unos días en una entrevista con este periódico). Al escaso feeling que tenía el cantante con el coliseo madrileño, donde ya había protagonizado algún desencuentro con anteriores gestores y alguna cancelación, se sumaba el desplante del público. Algo que sucedía meses después de la mediática polémica protagonizada en la Scala (tras ser abucheado abandonó el escenario), y que abrió una profunda herida en la relación que el cantante ha mantenido desde entonces con los espectadores.
Seis años después parece que el éxito y la entrega del público no han sido suficientes para convencer al cantante para establecer un vínculo artístico con Madrid. En sus declaraciones de este fin de semana, Alagna justificaba su decisión de no volver al Real debido a los problemas que la sequedad del clima de la ciudad provocan en su nariz, de la que fue operado de un tumor hace una década, produciéndole en ocasiones un dolor insoportable (dolencia que coincidió con su escándalo en el teatro milanés). Aquella intervención supuso quitarle parte de la mucosa por lo que la sequedad le afecta de manera extraordinaria, explican a ABC fuentes cercanas al cantante. Esto le ha supuesto al tenor una gran frustración -e imaginamos cierta inseguridad- al no poder estar al cien por cien sobre el escenario.
Relación estrecha con Matabosch
Durante su estancia en Madrid, Alagna ha estado rodeado de humidificadores en el hotel y en el camerino. Sin embargo, al salir a escena el problema reaparecía. Esto no ha impedido, sin embargo, que el artista haya cosechado un gran triunfo y haya recibido el calor del público, que no ha dudado en ovacionarle.
El Teatro Real no ha querido a entrar a valorar las declaraciones del Alagna. Es de esperar, conociendo el talante del nuevo director artístico, Joan Matabosch, que estas, realizadas en caliente nada más concluir la función, no perjudicarán la estrecha relación que mantienen ambos desde hace años, como demuestra su presencia en la temporada del Liceo en las últimas temporadas.
A la espera de que la tormenta amaine, y se enfríen los temperamentos, el que quiera volver a escuchar a Roberto Alagna, además de comprar su último disco «Ma vie est un opera» (no hay mejor título), podrá hacerlo el próximo mes de enero en Bilbao, donde protagonizará «Werther» de Massenet, bajo la magnífica batuta de Michel Plasson , que también le ha acompañado estos días en Madrid.
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