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«El público», la ópera del amor oscuro de Federico García Lorca

Mauricio Sotelo pone música a la adaptación lírica de la polémica obra teatral del poeta, cuyo estreno mundial tendrá lugar esta temporada en el Teatro Real

«El público», la ópera del amor oscuro de Federico García Lorca

susana gaviña

Uno de los primeros retos que se propuso el fallecido Gerard Mortier cuando aterrizó en el Teatro Real como director artístico, en 2010, fue, además de sacudir al público, el de crear la ópera española del siglo XXI. «Y él tenía muy claro que esa ópera tenía que ser El público, una de las obras más importantes de García Lorca», relata a ABC Laura García Lorca, sobrina del poeta y miembro del Patronato del coliseo madrileño.

«Su primera idea -explica- fue hacerle el encargo al compositor Mauricio Sotelo, un gran acierto pues tiene una especial sensibilidad y conocimiento de la poesía al haber trabajado ya con textos de Valente, de Gorostiza...», señala la sobrina, que todavía, reconoce, no ha escuchado nada de la partitura. Tanto la familia Lorca como la fundación del poeta se han volcado en este proyecto, que se estrenará a nivel mundial el próximo mes de febrero y que promete convertirse en el acontecimiento de la temporada que empezará dentro de unas semanas en el Teatro Real.

Un texto muy difícil

Mauricio Sotelo (Madrid, 1961), que ya debutó, en 2006, en el teatro madrileño con la ópera «Dulcinea» , regresa ahora con esta obra, «inmensamente difícil», y en la que vuelve a hacer tándem con Andrés Ibáñez, como libretista. El compositor reconoce que durante estos cuatro años ha mantenido «largas conversaciones» con Laura García Lorca para hablar del manuscrito y sus orígenes. «Estuvo perdido durante mucho tiempo, y apareció en torno a los años 80». El texto, cuyo original se encuentra depositado en la Biblioteca Nacional , es de una gran complejidad. «Mortier decía que el texto era maravilloso, pero yo no entiendo nada», recuerda el compositor madrileño, afincado en Berlín desde hace tres años y que lleva cuatro trabajando en la partitura. Una vez concluida, desvela a ABC algunas de las claves de la música y de la producción.

Aunque conoce muy bien la obra de Lorca, -«he compartido muchas conversaciones con Morente sobre él»-, el compositor reconoce que hubo un momento que se sintió «aterrado» ante la magnitud del proyecto. «Por eso pensé que Andrés Ibáñez, un gran lector y músico, era la persona adecuada para escribir el libreto, pues estaría al servicio del texto de Lorca y del proyecto operístico».

«Los caballos representan la fuerza sexual, el erotismo, lo irracional...»Tras una reunión «un poco tensa» con Mortier, este dio el beneplácito al libreto «sin tocarle ni una coma». Un trabajo que ha clarificado y allanado la labor compositiva de Sotelo «permitiéndome comprender las distintas capas de personajes que hay en la obra, alrededor de 24, por lo que te haces un lío». El número quedó reducido a siete voces principales, «más cantaores (Juan Méndez y Arcángel) que hacen el papel de caballo 1 y caballo 2, y un bailaor para el caballo 3». Tres personajes que proyectan el sentir del director, protagonista de la obra que está casado pero está enamorado de un hombre. «Son personajes que funcionan como símbolos. En el caso de los caballos representan la fuerza sexual, el erotismo, lo irracional...».

La obra teatral, escrita en 1930, provocó una gran polémica en su día por su contenido explícito: un canto al amor homosexual y a la libertad, envuelto en un lenguaje surrealista. La obra, que fue creada tras su viaje a Nueva York y durante la estancia del poeta en Cuba, tardaría más de medio siglo en ser representada.

Una ópera, ópera

En cuanto a cómo ha traducido Sotelo este drama surrealista en música, el compositor ha utilizado «un lenguaje potente para temas que en el texto están sugeridos. La música posibilita muchas cosas en momentos muy líricos». Una música que cree que llegará muy fácilmente al público del Teatro Real. «Estoy convencido de que se se va a cantar en bares de Chueca -bromea-. Casi como en Verdi, hay partes de la ópera que se van a cantar en la calle, porque esta es una ópera, ópera. Todos los personajes vocales están escritos consentido vocal y muy lírico. Mi decisión fue la de renunciar a todo tipo de lenguajes y de técnicas avanzadas, que muchos cantantes opinan que van en contra de la voz. Tiene muchas partes que son muy mozartianas. Está escrita de una manera tradicional, con una vocalidad lírica y una paleta muy amplia de registros».

«La música de esta ópera se va a cantar en los bares de Chueca»Aunque vuelve a trabajar con el cantaor Arcángel, Sotelo avisa que «no hay que esperar mucho flamenco. Lo que me interesa aquí de él es que evoca ese mundo arcaico, lejano». En cuanto a la textura sonora, afirma que «nadie me va a reconocer. Llevo tres años intentando avanzar, crear algo nuevo para esta ópera. Creo que finalmente he dado con lo que yo quería». Sobre a qué suena la nueva música de Sotelo, responde: «A un mar de sueño. Como canta Julieta en una de las más hermosas arias de El público». ¿Y será polémica? «Espero que sí», bromea.

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