Teresa Berganza, X premio Yehudi Menuhin de la Fundación Albéniz

La mezzosoprano madrileña, además de dirigir la Cátedra de Canto de la Escuela Reina Sofía entre 1999 y 2002, tomando el testigo del fallecido Alfredro Kraus, ha desarrollado su labor pedagógica a través de Clases Magistrales ofrecidas dentro y fuera de España, «como siempre yo hago las cosas fuera de mi país, porque me ofrecen más cosas, y son muy interesantes», confiesa Berganza a ABC.

«Mañana será un día muy especial, lleno de emociones»Emocionada por este premio -«es uno de los más hermosos que existen»-y por lo que la conyuntura histórica le aporta -«con la abdicación del Rey, tal vez es el último que entregue Doña Sofía»-, está convencida de que mañana -cuando recibirá el galardón en el Palacio de El Pardo de manos de la Reina- será «un día muy especial, lleno de emociones».

Reconoce que, cuando se lo comunicaron, «al principio no me lo creía. Pero también pensé que ya era hora de que me lo dieran a mí», bromea. Es el tercer músico español en recibirlo, después de Alfredo Kraus y Alicia de Larrocha . Lista a la que se suman Carlo Maria Giulini, Colin Davis, Claudio Abbado, Zubin Mehta o José Antonio Abreu. «¡Qué maravilla que figuro entre los grandes!», afirma con satisfacción.

La misma satisfacción que le ha reportado su dedicación a enseñar a las jóvenes generaciones de cantantes , que también han dejado un poso en ella. «Me han enseñado mucho, incluso con sus defectos. Se aprende mucho comparándolos con otros colegas suyos. Los hay que hacen cualquier cosa por cantar, porque esa es su pasión; y hay otros que te dicen que lo que quieren es cantar en la Scala. Y entonces piensas: “malo”».

«La música debe estar en los colegios de manera obligatoria, como el inglés»Para Berganza, los jóvenes más preparados actualmente son «los coreanos, los ingleses y los americanos. Preparados en el sentido de que son músicos. El que no toca el violín toca el chelo o el piano. Esa es la gente que a mí me interesa porque yo no sé enseñar a cantar si no es a través de la música. Es mucho más fácil aprender a cantar cuando se es músico», subraya. Y la mezzosoprano madrileña defiende de manera vehemente la importancia de la música en la sociedad y en la educación de los niños. «La música debe estar en los colegios de manera obligatoria, como lo es el inglés. Los niños serían mejores seres humanos si aprendiesen música».

El acto de entrega del premio coincide con las últimas actividades oficiales de los Reyes, antes de pasar el relevo a los Príncipes de Asturias. «Mi relación con ellos siempre ha sido maravillosa. Me han tratado con una deferencia enorme, con mucha ternura y cariño. Doña Sofía siempre ha estado al lado de los músicos, de la cultura. Ha sido una suerte tener una Reina así».

«A los nuevos Reyes les pido que ayuden a los músicos, y a que haya paz»En cuanto a la sucesión, se muestra muy optimista: «He tenido la suerte de estar cerca del Príncipe Felipe porque la Reina le llevaba a los conciertos cuando era pequeño. Yo siempre he dicho que soy apolítica, asexuada... -bromea-. No me meto en la política, me fijo más en los aspectos humanos, pero creo que nuestro Príncipe está preparadísimo. No sé si hay algún político que hable los idiomas que él habla, que esté preparado en todos los sentidos. Yo no conozco a ninguno, ni de derechas ni de izquierdas». ¿Qué le pide a los nuevos Reyes? «Que ayuden a los músicos para que puedan trabajar, pero sobre todo que en nuestro país haya paz».

La entrega del premio tendrá lugar durante la clausura del curso de la Escuela Superior de Música Reina Sofía . El acto se cerrará con un concierto a cargo de la Orquesta Freixenet de la propia escuela, dirigida desde el piano por Eldar Nebolsin, que interpretará la «Primera sinfonía» de Beethoven.