Isabel Rey debuta en la zarzuela por todo lo alto con «Luisa Fernanda»

«Él es responsable de mis primeras veces», bromea la soprano valenciana al otro lado del teléfono, quien además de enfrentarse a un nuevo reto, «cantar y hablar», se ha tenido que adaptar a las dificultades del terreno. «Venir a este país que es tan alto -estamos a 2.700 metros-... Estás asfixiándote constantemente. Te dicen que se pasa en una semana pero a mí me está costando... Hay momentos que me quedo sin aire, y te cansas con las cosas más tontas», relata. Para superarlo, un remedio autóctono: «té de coca». A esta pequeña adversidad, Isabel Rey le ve también el lado positivo: «Después de Bogotá tengo el debut de la Nedda en 'Pagliacci', que lo estoy preparando, y me han dicho que lo que se monta aquí lo cantas sin sentir en cualquier otra parte del mundo», se ríe.

Sin embargo, y alturas aparte, Rey está entusiasmada con este nuevo paso en su carrera, en la que asegura «han pasado muchas cosas inexplicables. No he cantado nunca ópera en Valencia, en Sevilla. Y nunca he interpretado una zarzuela, aunque sí he cantado romanzas en muchos de mis conciertos. Y ahora hago este debut gracias a Emilio Sagi, que es mi paladín de mis primeras veces. Es una persona con la que, desgraciadamente, he trabajado poco, pero cuando lo he hecho ha marcado mi carrera. Y estoy feliz», asegura la soprano para la que hablar y recitar parecía «algo insalvable», pero no lo ha sido.

La soprano subraya las «grandes diferencias» que hay entre un cantante y un actor . «El cantante tiene la ventaja de que la música tiene todas las expresiones y las inflexiones de la voz; el actor debe hacer eso con su voz... Yo sigo sin considerarme actriz -matiza- pero estoy muy contenta de cómo está yendo todo. Lo que más miedo me daba era la parte hablada y va muy bien, y Emilio está muy contento».

Rey comparte escenario con un grupo de buenos amigos -Elena de la Merced (la Duquesa), Gustavo Peña (Javier) y Javier Franco (Vidal)-, bajo la batuta de Manuel Coves al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, lo que ha hecho que los ensayos hayan discurrido en una feliz sintonía y «con buen rollito».

En cuanto a la partitura de Moreno Torroba, Rey la califica de «grandiosa. Hay dos momentos muy intensos. Uno, es el archiconocido número de las sombrillas. No es lo mismo verlo en vídeo que estar ahí. La orquestación es casi como de musical, está llena de frescura. Te dan ganas de bailar. Después el último número, cuando Luisa Fernanda canta 'Cállate corazón' se me saltan las lágrimas. Espero poder contenerme el día del estreno».

Sobre el montaje, no ahorra elogios. «Esta es una zarzuela hecha a lo grande, como se tiene que hacer». Y destaca la «pureza de lo quirúrgico» en una escena en la que Sagi ha buscado la esencia, y en la que no faltan los «toques asturianos» del director de escena, que ha apostado por un elegante vestuario en blanco y negro, una escenografía minimalista, con unos detalles muy personales.

La experiencia le ha gustado tanto, que no puede esperar a repetir con otra zarzuela. «Espero que sea ya». Afirma que existen conversaciones con el Teatro de la Zarzuela para participar en algún título, «aunque todavía no ha cristalizado nada».

«Es refrescante saber que los españoles volvemos a cantar en el Real»Mientras tanto, tras esta «Luisa Fernanda» se irá a Las Palmas donde tiene un doble programa: «Pagliacci» y «El secreto de Susana».

En cuanto al incremento de voces españolas la próxima temporada en el Teatro Real, Rey se muestra encantada. «Me alegro mucho por el teatro y por el público de Madrid. Es muy refrescante saber que los españoles volvemos a tener la cultura musical necesaria para volver a entrar al Real, un teatro de todos los españoles. Además hay muchos cantantes españoles estupendos que están haciendo carrera internacional. Además los cantantes no solo se educan en el conservatorio, también en el teatro».