El futuro de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, amenazado por la crisis
Para la presidenta de la institución, Paloma O'Shea, los recortes en la financiación pone en situación «muy preocupante» a las estructuras culturales y educativas de nuestro país, y pide que «no se demore» la Ley de Mecenazgo
susana gaviña
«Sin el vínculo de la cultura, la sociedad deja de ser viable». Así de tajante se ha mostrado esta mañana Paloma O'Shea, presidenta de la Fundación Albéniz , de la que depende la Escuela Superior de Música Reina Sofía , durante la presentación ... del nuevo curso acádemico. Una inauguración que culmina con dos conciertos (el segundo tiene lugar esta tarde en el Auditorio Nacional) ofrecidos por la Orquesta Sinfónica Freixenet , bajo la batuta de Pablo Gonzalez . (Se puede seguir en directo por en la web Classicalplanet.com )
O'Shea pide que «no se demore más la Ley de Mecenazgo»
Durante su discurso, O'Shea se ha referido a la difícil situación económica que atraviesa la cultura y la educación en nuestro país debido a lo crisis y los consiguientes recortes en las subvenciones. Unos recortes que no han sido recompensados con la aprobación de una Ley de Mecenazgo, que la presidenta de la Fundación Albéniz ha reclamado «no se demore más. No se puede cerrar la puerta del dinero público sin abrir la del dinero privado».
Si bien la institución ha sido un ejemplo a lo largo de su trayectoria por sustentar sus proyectos mayoritariamente con dinero privado, a través de mecenas y benefactores, la crisis también ha comenzado a afectarla de una manera preocupante pues ha visto como las aportaciones de dinero público han disminuido en los últimos años, pasando de un 13% a un 6%, cifra actual. La Fundación Albéniz tiene un presupuesto anual de ocho millones de euros, de los que 600.00 euros van destinados a la Escuela Superior de Música. Algo que se extiende también al dinero privado, «que se ha contaminado», y que se ha reducido también en un 6%.
Buscar dinero fuera
Para paliar esta reducción de ingresos «estamos haciendo esfuerzos muy grandes, reduciendo el gasto en todo lo no esencial y aplicando grandes dosis de imaginación», ha explicado O'Shea, a lo que se añade la constante búsqueda de nuevos recursos y benefactores internacionales -Brasil, México...- para tapar brechas abiertas como la producida tras la retirada de la Fundación Carolina, que hasta ahora respaldaba las becas para estudiantes procedentes de Iberoamérica. «Nuestro objetivo es traer dinero de fuera. Yo siso todo lo que puedo», ha bromeado.
«Estamos peleando duramente y creo que podremos resistir un tiempo, pero si la situción de falta de financiación se mantiene durante unos años creo que pueden desaparecer muchas instituciones, y podría no librarse ni la propia Fundación Albéniz», confesó.
Es por esto que la presidenta de la Fundación y su vicepresidente, Vicente Ferrer, ha realizado un llamamiento a la movilización para concienciar a los políticos sobre la destrucción del tejido cultural, «muy difícil de construir después». Y de hacerles ver la importante aportación que esta institución lleva desarrollando durante veinte años, en los que ha formado varias generaciones de excelentes músicos (actualmente sus alumnos ocupan el 12 por ciento de los atriles de las orquestas españolas, además de trabajar en agrupaciones internacionales y copar los concursos internacionales).
La música, menos mediática que el cine
Ferrer: «En dos o tres años no podríamos seguir manteniendo los principios de calidad»
Vicente Ferrer ha calificado de «error los criterios aritméticos en las deducciones de financiación. Si yo hiciera eso en una empresa la arruinaria». Y ha subrayado la «rentabilidad ecómica y social» que ha supuesto la labor desarrollada por la Fundación Albéniz a lo largo de estos años. «Si la Escuela Reina Sofía cierra, le costaría a la Administración 12 o 13 millones mantenerla».
De mantenerse la situación económica actual, Ferrer ha avisado que «en dos o tres años no podríamos seguir atendiendo los principios de calidad». Y se ha mostrado vehemente a la hora de denunciar «las tropelias que se están cometiendo», en relación a los recortes en el mundo de la cultura y la educación. «Ha llegado el momento de dejar de ser corteses y le demos un palo a los políticos». Por último, se ha lamentado de la falta de consideración hacia la música clásica porque «es menos mediática que el cine».
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