Cuando los escritores llegan a las manos

Cuando los escritores llegan a las manos

La inteligencia no está reñida con la pasión y embridar la prosa o el verso no es incompatible con defender la dignidad o perder los estribos... ¿Recuerdas estos casos de novela?

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La inteligencia no está reñida con la pasión y embridar la prosa o el verso no es incompatible con defender la dignidad o perder los estribos... ¿Recuerdas estos casos de novela?

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  1. Preguntas...

    1) ¿Quién y por qué pegó un puñetazo en el ojo a Gabriel García Márquez?

    2) ¿Qué escritor ruso murió en un duelo?

  2. Respuestas

    1) Fue Marío Vargas Llosa. Ninguno de los dos volvió a hablar del incidente en público. Sobre los motivos corren varias versiones. Se cuenta que durante su estancia en París, los matrimonios García Márquez y Vargas Llosa compartieron amistad y que la mujer de Mario en ocasiones realizaba confidencias en las que salían a colación problemas de pareja. Tal vez fue por que le recomendaron separarse por lo que un día, mediando apenas 3 palabras, Mario Vargas Llosa sacudió un puñetazo en el ojo, de resultas del cual le quedó un hematoma que fue documentado en varias fotografías. También se dice que la política, su opinión sobre la dictadura castrista, pudo estar en el centro de la disputa y algún comentario de pareja pudo ser sólo el detonante. El secreto, Gabo se lo llevó a la tumba.

    2) Alexander Pushkin se había casado el 18 de febrero de 1831 con la mujer más bella de San Petersburgo: N. Goncharova. Desde entonces el poeta trabaja en archivos como «historiógrafo». Debido a las intrigas y comentarios críticos con el honor de su esposa, Pushkin es arrastrado a un duelo. El barón Georges H. d’ Anthès, un oficial francés del servicio ruso era la persona que caminó un número pactado de paso y se volvió. Ambos apuntaron sus pistolas pero fue Pushkin quien cayó sobre la nieve, a las orillas del río Negro, el 27 de enero de 1837. Pushkin recibió el tiro en el estómago y fue llevado en trineo a su domicilio a toda prisa. Se dice que sus últimas palabras fueron: «Todo ha acabado. Me voy. Apenas puedo respirar, me ahogo”. Dos días agonizando acabaron con su vida. Murió el 29 de enero de 1837.

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