Johan Theorin: «Si Hitler hubiese invadido Suecia, mucha gente se habría hecho nazi»
El sueco, puntal del thriller nórdico, cierra con «El último verano en la isla» su tetralogía sobre Öland con la emigración a la URSS como telón de fondo
david morán
«En algunas novelas el paisaje es como un decorado de Hollywood . Parece que lo hayan tomado prestado, pero yo quería que el paisaje fuera algo vivo, real», explica Johan Theorin (Gotemburgo, 1963), el más aventajado representante del thriller nórdico contemporáneo y ejemplar sucesor de Stieg Larsson. ... Su paisaje no es otro que el de la isla de Öland, un pequeña lengua de tierra en medio del Báltico al que ha dedicado una tetralogía y de la que ahora se despide con «El último verano en la isla» (Roja & Negra), inquietante y vaporoso relato que anuda la venganza, lo paranormal, el contrabando y la emigración nórdica a la Unión Soviética. «Conecto la isla con antiguas creencias; el folclore, los fantasmas… Seguramente la hago más mística de lo que es en realidad», reconoce Theorin, que ha elegido el bullicioso solsticio de verano, el Midsammar, para enmarcar su despedida literaria de un escenario que ya había retratado en otoño, invierno y primavera. Solo faltaba el verano, cuando, señala, «Öland es como Mallorca, pero con menos alemanes».
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Siempre en el filo de lo psicológico y especialmente habilidoso a la hora de engrasar la historia en mayúsculas con creencias populares, a Theorin le desvelan «los misterios no resueltos». «No me gusta la violencia ni la sangre, así que intento que salgan a la superficie misterios», puntualiza a propósito de un libro que arranca con unos golpes en el interior de un ataúd y viaja del pasado al presente para plasmar «la amenaza del caos y del mal entrando en tu vida». Una amenaza que, en este caso, tiene tanto que ver con los recuerdos de Gerlof, un marinero de ochenta años, como con las purgas de Stalin y los millares de personas que emigraron desde Suecia a la Unión Soviética.
Silencioso tabú
Un tema este último que, señala Theorin, sigue teniendo algo de silencioso tabú. «En Suecia se ha hablado mucho más del horror nazi que del estalinismo. Es casi una historia secreta. Y a los suecos que emigraron a la URSS se le aconsejó que no hablaran de sus experiencias. O no se los creían», explica el autor, con cuya mirada al pasado busca indagar en ese «terror» en el que se vio sumergida «mucha más gente de lo imaginable» y reflejar lo que puede ocurrir cuando «te crees que emigras a un paraíso» que resulta no ser tal. «Es alarmante hasta qué punto es fácil que te engulla un sistema malvado y te conviertas en herramienta de ese terror», subraya. «En Suecia nos gusta pensar que fuimos inmunes al nazismo, pero si Hitler nos hubiese invadido mucha gente habría acatado órdenes y se habría hecho nazi», añade.
Más allá del contexto histórico y del Gran Terror, «El último verano en la isla» aborda también los estragos de la masificación turística y se nutre de las fábulas sobre extrañas criaturas que su abuela le contaba durante los veranos que el autor pasaba en la isla. Es más: Gerlof, uno de los personajes centrales de la novela, viene a ser un trasunto del abuelo del propio Theorin, quien reconoce que no pestañea a la hora de picotear de la historia familiar para incluirla en su relato. «Excepto en todo lo que tiene que ver con el crimen», bromea el escritor.
De vuelta a Öland, ese inquietante paisaje que ahora abandona para seguir tirando del hilo de «El guardián de los niños», Theorin se desmarca ligeramente de la crítica social que impregna buena parte del género negro -«esa idea de que la sociedad está completamente rota se puede convertir en un cliché», asegura- y reivindica la importancia de una novela sueca genuinamente autóctona. «La antigua novela negra ocurría en una ciudad que era Estocolmo pero podría haber sido perfectamente Nueva York. Los autores estaban tan influidos por Chandler y Hammet que no fue hasta que l legaron Maj Sjowall y Per Wahloo, con su preocupación por reflejar una Estocolmo real, cuando las cosas empezaron a cambiar».
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