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LIBROS

«Ya sabes que volveré», convivir con lo inexplicable

La crítica literaria y ensayista Mercedes Monmany explora la vida y la obra de tres grandes escritoras muertas en Auschwitz

Mercedes Monmany Maya Balanya
Carmen R. Santos

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El escritor polaco Tadeusz Borowski , que se suicidó a los veintinueve años, dejó escrito tras su internamiento en Auschwitz: «Convivo con lo inverosímil y lo inexplicable, junto al crematorio ». Ciertamente, lo sucedido en los campos de exterminio nazis, la concepción misma del Holocausto, despierta una aterradora perplejidad y hoy sigue la atormentada pregunta de cómo el ser humano pudo llegar a tal grado de horror y crueldad, interrogante que se incrementa al pensar que ocurrió en la «civilizada» Europa . Para más inri, la decisión definitiva de llevar a cabo el genocidio -enmascarado por los nazis bajo el eufemismo de la «Solución Final»- se tomó en enero de 1942 en una macabra reunión, presidida por Reynard Heydrich, lugarteniente de Himmler en las SS, y celebrada en el idílico y tranquilo marco que compone las orillas del lago de Wannsee. Atroz sarcasmo.

En su nuevo y excelente trabajo, «Ya sabes que volveré», del que acaba de salir la segunda edición , la ensayista y crítica literaria Mercedes Monmany , especialista en literatura contemporánea, particularmente europea -no hace mucho publicó «Por las fronteras de Europa» (Galaxia Gutenberg)-, nos lleva al epicentro del mal a través de tres grandes escritoras judías que compartieron un aciago y trágico destino.

Etty Hillesum, Gertrud Kolmar e Irène Némirovsky fueron encarceladas en Auschwitz y murieron allí, junto a millones de víctimas inocentes de la barbarie. Una barbarie que nunca debería olvidarse, por lo que libros como este resultan imprescindibles. La memoria se ha de alzar para, como bien señala Monmany, «enfrentarse a la infame peste del negacionismo , al falseamiento de la Historia y a la igualmente perversa relativización, que aún hoy aparece por doquier». La obra se abre con una introducción donde Monmany repasa la literatura del Holocausto y se refiere a otros nombres para después centrarse en los tres elegidos, dedicando un capítulo a cada una en los que estudia su vida y obra. La más famosa es, claro está, Irène Némirovsky (1903-1942), autora de novelas prodigiosas como la póstuma «Suite francesa».

Pero las otras dos figuras del tríptico, Etty Hillesum (1914-1943), a quien debemos un maravilloso «Diario», y la sobre todo poeta Gertrund Kolmar (1894-1943), prima de Walter Benjamin , encierran también un enorme interés. En «Ya sabes que volveré» - frase repetida en sus correspondencias -, hay tristeza, pero también luminosidad. Es impagable la lección de resistencia, de no dejarse abatir de sus protagonistas. Conseguirlo habría sido un doble triunfo de sus verdugos. « Podemos sufrir pero no debemos sucumbir» , escribió Etty Hillesum.

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