ARTE
LOOP-Barcelona: pasado y presente del videoarte
LOOP-Barcelona, el festival internacional de referencia de la imagen en movimiento, celebra su decimoquinta edición desde este fin de semana con un completo programa que rinde homenaje a los pioneros del videoarte
El videoarte nunca lo ha tenido fácil: su identidad fluctuante, del monocanal a la videoinstalación, así como sus claves técnicas y de conservación han demorado su entrada en el mercado y las instituciones . Además, su régimen de lectura ha tenido que luchar contra la impaciencia de un espectador acostumbrado al estatismo de la obra plástica. A este panorama ha contribuido la escasez de plataformas estables de promoción y difusión, lo que ha convertido al festival LOOP en oportunidad excepcional para aproximarnos a las principales voces y tendencias del soporte.
La unión de una serie de galeristas y coleccionistas interesados en el vídeo propició en 2003 la primera celebración de esta cita para mostrar, debatir y comercializar sus contenidos. A lo largo de sus quince años de vida, el festival ha ido integrando la participación de los principales museos, galerías y centros de arte de Barcelona y ha logrado convertirse, gracias a un riguroso programa paralelo, en un referente internacional en este campo del arte.
Historia con historia
Apuntaba Bill Viola que «el vídeo es el único arte que ha tenido una Historia antes de tener una historia». Efectivamente, los intentos por establecer una narrativa para un medio tan joven han surgido, en gran medida, del deseo de asentar una legitimidad. Los organizadores de esta nueva edición de LOOP también han querido cartografiar hitos del pasado y dedicar esta edición a las primeras generaciones de videoartistas: sobresalen las propuestas de Nam June Paik , David Hall, Beryl Korot, Chip Lord, Mary Lucier y Peter Weibel, así como las exposiciones monográficas dedicadas a figuras clave en la evolución contemporánea de la imagen en movimiento como Tony Oursler , Antoni Miralda y Robert Cahen.
Pero para no desorientarnos entre los más de ochenta espacios que abarca, lo mejor es localizar un punto de partida. El centro Arts Santa Mónica plantea la relación entre pasado y presente, que articula el discurso de esta edición, a través de dos citas imprescindibles: por un lado, «(Re)visionados, (Re)visitados» , una mirada crítica de la obra videográfica inicial de Eugènia Balcells, Antoni Muntadas y Carles Pujol. Por otro, «Cuerpo social [Lección de anatomía]» , de Joan Morey, proyecto de «vídeo-performance» centrado en el individuo como instrumento social y que fue ganador de la última edición del Premio de Videocreación impulsado por la Red de Centros de Artes Visuales de Cataluña.
Dos espacios institucionales recuperan eventos que ocurrieron hace décadas entre sus muros y que fueron esenciales para la evolución del vídeo en nuestro país. Uno de ellos, el Colegio de Arquitectos de Cataluña, acoge la recreación de la que está considerada como la primera pieza de videoarte en España y de la que solo quedan referencias fotográficas: «Primera mort» , realizada en 1969 por Jordi Galí, Sílvia Gubern, Ángel Jové y Antoni Llena. Mientras, el museo Frederic Marés rememora la muestra de vídeos experimentales que presentó durante las Fiestas de la Mercè de 1984 y que dio a conocer prácticas surgidas tras el advenimiento de la grabación en vídeo .
Poder femenino
Otro punto de encuentro ineludible es el MACBA : a la exposición de Akram Zaatari y sus vínculos con la Arab Image Foundation se suman dos propuestas que miran con atención a las mujeres de los años setenta: una individual de Martha Rosler y un ciclo de proyecciones con obras de la colección estadounidense Video Data Bank firmadas por Barbara Aronofsky, Lynda Benglis, Hermine Freed, Suzanne Lacy, Susan Mogul y Linda Montano.
Una de las cuestiones recurrentes que ha jalonado la historia del festival es la de si el vídeo puede afianzarse como objeto de coleccionismo privado . El núcleo de la cuestión está en LOOP Art Fair , feria dedicada exclusivamente a este soporte, si bien parece que la limitación seriada sigue siendo, a día de hoy, la principal estrategia para su rentabilidad. A ello se suma la problemática de la imagen en movimiento dentro del formato de una feria, ya que, sin un criterio de selección y sin suficiente paciencia, resulta bastante fácil perderse: en esta edición, 45 vídeos y filmes nos esperan distribuidos a través de las habitaciones del Hotel Catalonia Ramblas.
De la readecuación de las políticas del coleccionismo pero también de la arqueología contemporánea del vídeo se hablará en el programa paralelo LOOP Talks a través de un foro de debate donde pioneros de Europa y EstadosUnidos dialogarán con comisarios más jóvenes. Un punto de encuentro que corrobora una de las señas de identidad que LOOP ha construido a lo largo de su historia: el interés por analizar la riqueza del vídeo e vitando sistematizar sus códigos en compartimentos estancos.
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