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ARTE

Koyac: arte bueno, bonito y barato para «millennials»

Tres emprendedores de Barcelona ponen en marcha Koyac: una web en la que conseguir, gracias a sus contactos con una nutrida red de interesantes galerías europeas, obras de arte de autores de renombre a precios inferiores a 2.500 euros

Javier Díaz-Guardiola

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Algo tan, en principio, lejano al mundo del arte como buscar el regalo perfecto para una boda puede dar pie a una de las «startups» más interesantes de las creadas en España en los últimos meses. Fue lo que le sucedió a Andrea Coll , licenciada en Derecho y Ciencias Políticas, que por aquel entonces trabajaba en la galería Senda, y que justo por esa razón fue allí donde realizó su primera parada para adqurir alguna obra con la que obsequiar a unos amigos que se casaban. Entonces, lo que tenía que haber sido algo fácil y sugerente se convirtió en casi una pesadilla (hasta el punto de que, al no poder encontrar nada adecuado a sus bolsillos, tuvo que terminar cediendo una obra de su propia colección, nos confiesan): conseguir productos artísticos asequibles y de calidad se convertía casi en una misión imposible.

No solo apto para millonarios

Con esa filosofía nació en junio de 2017 Koyac , una página web en la que es posible adquirir obras de arte a muy buen precio y de grandes autores. El proyecto lo pusieron en marcha Andrea y Nacho Vallés (proveniente del ambito de la empresa y que, hasta ese momento, se había interesado por el arte como un aficionado más), aunque pronto se les añadió Laura Sunyer , periodista y graduada en Historia del Arte, y que ha llegado a trabajar en la galería Pace de Londres y en el programa VIP del festival LOOP . Ellos son hoy por hoy la cabeza visible de esta joven empresa.

«Jugamos un importante papel de “seleccionadores”, aportamos filtros, lo que ayuda al comprador a escoger con una serie de garantías de calidad de antemano»

«Nuestro lema es que comprar arte de primer nivel no es solo para millonarios –nos remarca Vallés–. Nos mueve el deseo de motivar a la gente a coleccionar arte, algo que no necesariamente tiene que estar reservado ni a personas de un gran poder adquisitivo ni con unos conocimientos específicos profundos en la disciplina». Cuando Koyac (iniciales de «kicking off young art-collecting» , algo así como «impulsando el joven coleccionismo de arte»), se puso en marcha, nuestros protagonistas tenían claro que su objetivo eran los nuevos compradores, la gente más joven. Por eso sus propuestas son desde entonces obras de arte de reconocidos artistas cuyo precio sin impuestos no excedieran los 2.500 euros .

El equipo de Koyac en su estudio de Barcelona: Andrea Coll, Nacho Vallés y Laura Sunyer © Max Schmid Coll

Para ello, cuentan con una web en la que confluye la obra de más de doscientos artistas , con unas mil propuestas , para lo que trabajan a comisión con una red de hasta 35 galerías europeas : Sus perfiles son firmas como Senda o Joan Prats en Barcelona , Filomena Soares en Portugal o Carroll/Fletcher de Londres. Eso permite acceder a propuestas de artistas como Antoni Tàpies, Juliao Sarmento, Waltercio Caldas o Ángela de la Cruz a unos precios muy asequibles.

El pago se puede hacer a plazos y por métodos seguros; el envío incluye los correspondientes certificados de autenticidad, se realiza antes de 20 días laborables; y se cuenta con posibilidad de devolución

«Lo que nos puede diferenciar de otros proyectos similares (a la cabeza nos vienen programas como First Collector o WeCollect ) son dos cosas: la primera es que las obras se presentan en la web agrupadas bajo una consigna determinada (lo que llaman «selecciones») que se cambian cada tres semanas. Eso nos permite demostrar que somos un proyecto vivo y que podemos alcanzar a todo tipo de autores y estilos. Por otro lado, jugamos un importante papel de «seleccionadores», aportamos filtros, lo que ayuda al comprador a escoger con una serie de garantías de calidad de antemano. Esto no es un “market place” en el que todo está al mismo nivel. Las galerías con las que colaboramos son serias , van a ferias internacionales, sus autores están avalados. Somos quisquillosos con eso porque es lo que ayuda a cimentar nuestra propia reputación».

Leer un ensayo, visitar un museo

De esta manera, cada «selección» está compuesta por unas veinte obras reunidas bajo un concepto común que otorgan a la platoforma de venta un carácter «ensayístico» o de «museo» . Mientras escribimos estas líneas, encontramos agrupaciones referidas a obras sobre papel o expuestas en ARCO, donde pueden adquirirse obras únicas de Regina Giménez por unos 2.200 euros, litografías de Tàpies por 1.575, serigrafías de Palazuelo por 2.000 o de la Premio Nacional Ángela de la Cruz por poco menos de 600. En todos los casos el pago se puede hacer a plazos y por métodos seguros, el envío incluye los correspondientes certificados de autenticidad y se realiza antes de 20 días laborables, y se cuenta con posibilidad de devolución.

Nuestros protagonistas reconocen que, pese a que su interés inicial fue focalizarse en el joven coleccionista (un «target» inferior a los 25 años), y pese a que muchos jóvenes siguen sus movimientos por redes sociales (no hay más que ver el número de seguidores en Instagram o Facebook , así como el de suscritos a sus «newsletters»), su cliente tipo tiende a alejarse del perfil del «millennial» : «Es probable que un 80 por ciento de los compradores sean mayores de 35. La segunda posición la ocupan los mayores de 45. Son pocos los menores de 25 que se animan a comprar». Aunque el proyecto aún no ha cumplido un año, sus responsables sí que admiten que todavía está n lejos de conseguir un comprador fiel que utilice la web para llevar a cabo sus adquisiciones: «Hay repetidores, y muchos nos dicen que volverán. Sin duda, todaví a hay una muralla importante a la hora de adquirir arte a través de la web, pero porque en esto, como en todo, es básico el experimentar la obra, verla de cerca».

Visita guiada organizada por Koyac a la exposición «Poesia Bossa» en el MACBA

Esa es una de las razones de que Koyac (para el que en el buscador de Google se han convertido en bestia negra el famoso detective y el caramelo de palo : «¿Ha querido usted decir “Kojak”», bromean sus artífices), se plantee de vez en cuando saltar de la web y llevar a cabo encuentros y actividades que les faciliten llegar a más gente y conocer a los artistas y sus obras de primera mano: «La web no es más que un canal. Hemos hecho encuentros,«afterworks», en galerías como Senda. También visitas a expos de artistas de los que tenemos obra, como la muestra de Joan Brossa en el MACBA . La gente se quedaba luego sorprendida de que por 700 euros aún se pueden adquirir en nuestra plataforma trabajos de este creador».

«Nos mueve el deseo de motivar a la gente a coleccionar arte, algo que no tiene que estar reservado ni a personas de gran poder adquisitivo ni con unos conocimientos profundos en la disciplina»

Por la misma razón, para demostrar que el posible comprador no está solo, la web funciona como un blog o magazine en el que se da información sobre arte, reseñas de exposiciones, contenidos sobre los artistas. Y se cuenta con un apartado de asesoría que se potenciará en los próximos meses: «Hemos comprobado que, aunque el comprador tiene muy claro lo que se quiere llevar y la decisión la tienen ya tomada , antes de terminar la gestión necesita de cierto trato humano, alguien que le responda a dos o tres preguntas. De ahí la importancia para nosotros de los eventos para que la gente descubra quién está detrás del proyecto . También nos ha sorprendido que los clientes contestan a los típicos mails en los que vas avisando del estado de su solicitud. ¡No es normal que exista este tipo de “feedback” por parte de un comprador cuando te compras algo, por poner un ejemplo, en Amazon !».

Empresa «made in Spain»

Koyac es una empresa española con sede en Barcelona , pero se plantea ya su salto y apertura a Madrid: «Es lógico y necesario. Si el mercado español ya es pequeño, imagínate el catalán». Por eso tampoco se desacarta la ampliación a otros ámbitos, como el inglés o el alemán . En la actualidad, el 70 por ciento de los compradores son barceloneses. De Madrid buena parte del resto. Se persigue también a un coleccionista internacional. «El mercado ha ido apartándose aquí de la sociedad, cerrando las puertas a mucha gente que podría estar interesado en conocerlo. Durante los años que Andrea trabajó en galería vio con frustración la poca gente joven que entraba a ver las exposiciones y lo poco que se trabaja por atraer nuevos públicos. Nosotros aportamos que se produzcan muchas de esas primeras oportunidades».

Selección especial de Joan Brossa publicada en Koyac © Max Schmid Coll

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