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ARTE

ARCO 2018: Madrid se conjuga en futuro imperfecto

ARCO no tiene país invitado este 2018. La feria rinde tributo a un concepto: el de futuro. Y Madrid se puebla de expos en torno al mismo, con mayor o menor acierto

FRANCISCO CARPIO

En esta edición de ARCO no hay país invitado, o quizás deberían serlo todos los países del mundo. La comisaria Chus Martínez dirige una sección en Ifema titulada El futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer, aglutinando 19 galerías, en busca de respuestas hacia un porvenir que seguramente ni siquiera aún se divise en la lejanía. Junto a ello, una serie de espacios institucionales de Madrid tratan de formular parecidos interrogantes. Martínez ha aprovechado esta coyuntura para vincularlos a su propio proyecto, aunque algunas son propuestas en las que no ha intervenido directamente.

Conocer el futuro, o al menos tratar de imaginarlo, ha sido siempre un viejo deseo humano. Antes podíamos establecer un diálogo con el ritmo de los sucesos mediante nuestra propia ubicación en una lineal narración espacio-temporal. Actualmente, la intrusión de las cada vez más ubicuas tecnologías ha roto dramáticamente ese contínuum «natural» para arrastrarnos a una engañosa sensación de omnipresencia-omnipotencia que destruye nuestras experiencias reales y anula nuestra capacidad de ser memoria(s). Lo permanente, lo estable, pero también lo que fluye y lo que se hace futuro desaparecen como imágenes borrándose en una pantalla. Adverbios temporales es un proyecto, comisariado por Cristina Anglada en Centro Centro, que trata de reflexionar, por medio de una serie de propuestas audiovisuales, sonoras, instalativas, escultóricas y de realidad virtual, sobre la percepción de un futuro amenazado ya desde el presente.

«¿Quién necesita un cerebro cuando tenemos pulgares que pueden escribir y deslizarse por la pantalla?» No, no se trata del inquietante inicio de un relato de ciencia-ficción. Es la pregunta planteada por DIS en su propuesta Pulgares que escriben y se deslizan... en La Casa Encendida.

DIS, colectivo situado en Nueva York, se gestó a raíz de las transformaciones estéticas (y éticas) provocadas por la crisis de 2009. Su primera herramienta de difusión fue DIS Magazine, plataforma online que en 2018 se ha convertido en un canal virtual en red con vídeos de educación y entretenimiento, «porque la gente ya no lee», afirmación más desasosegante aún que la anterior… ¿Sin cerebro ni conocimiento adquirido por la lectura, seremos sólo replicantes de desproporcionados pulgares? Al parecer nos encontramos ya en un «presente hiperlinkeado y ahistórico», el paisaje virtual de la llamada Generación Z. De la ciencia-ficción a la ciencia-fricción…

La antigua nave frigorífica de Matadero es un toro difícil de lidiar. Teresa Solar con su intervención Cabalga, cabalga, cabalga ha pinchado totalmente en hueso. Una sucesión de formas escultóricas (desde la egipcia diosa Nut hasta el Curro de Sevilla'92), tan diversas que terminan por resultar incoherentes, trata de establecer una metáfora de trayecto a medio camino entre un museo de anatomía comparada y un parque de atracciones… Una oportunidad fallida.

Las dramáticas consecuencias del cambio climático suponen una causa de gran preocupación para conciencias que aún ejercen como tales… También la del artista y cineasta John Akomfrah en Purple (Museo Thyssen), videoinstalación multicanal en seis pantallas con imágenes de archivo y otras tomadas por él en diferentes expediciones organizadas por la TBA21, una institución comprometida con la conservación del océano, mediante proyectos interdisciplinares.

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