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«Darán que hablar»

Cyro García Rodríguez: «Hoy se está librando la III Guerra Mundial a nivel monetario y ganan los de siempre»

Si otro mundo es posible, también lo es otro tipo de artista. Cyro García Rodríguez lo encarna desde la crítica y la ironía, sin olvidar la importancia que la estética tiene en nuestra sociedad actual. Él ya es de los creadores que «Darán que hablar»

Cyro García Rodríguez: «Hoy se está librando la III Guerra Mundial a nivel monetario y ganan los de siempre» C. G. R.

javier díaz-guardiola

Nombre completo: Cyro García Rodríguez. Lugar y fecha de nacimiento: Ubrique (Cadiz), 1978. Residencia actual: Villanueva del Rosario (Málaga). Estudios: Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Granada en 2002, Además obtuvo la suficiencia investigadora y prepara su tesis doctoral. Ocupación actual: Artista plástico, docente y padre a jornada completa.

Qué le interesa. Siempre he sentido un interés vital sobre aquellos aspectos que las diferentes sociedades dan por hecho, verdades universales inamovibles que responden a siglos de gestación por parte del poder. En este sentido, la experiencia estética rompe con lo establecido y muestra nuevas lecturas a objetos cuya función está aparentemente predeterminada. Esta fractura en la línea más duchampiana posibilita una deconstrucción de los arquetipos sociales donde el significante venció al significado. Si el arte murió con Hegel, el artista hace tiempo que también murió: hoy hay productores, gente que produce en los distintos ámbitos de la sociedad humana, ya sea en el arte, el diseño, la arquitectura... Provocando una estetización de la sociedad.

«El artista se ha convertido en un ser arrodillado frente a las exigencias del mercado»

Me gusta trabajar a partir de objetos que ya se encuentran en circulación, es decir, apropiarme de formas que han sido producidas y puestas en el mercado, reconfigurando su significado. Dichos objetos encuentran, como obra de arte, una nueva vida y, por lo tanto, un nuevo sentido. Para mí, lo interesante no es qué será lo nuevo por hacer, sino cómo podemos organizar, modificar y crear algo singular a partir de la masa caótica de información que nos acecha diariamente en este mundo globalizado e interconectado, desde grandes campañas publicitarias hasta las noticias más absurdas de Yahoo .

De dónde viene. He realizado exposiciones tanto de ámbito nacional como internacional, destacando la participación en ferias de arte como Art Miami o KIAF (Koran Inernational Art Fair). Exposiciones individuales como Publicidad engañosa o Narraciones (Extra)ordinarias, ambas en Palma de Mallorca, Press Star(t), en la Filmoteca de Andalucía en Córdoba o Todo el mundo quiere viajar, en la sala de Ayuntamiento de Archidona. Y exposiciones colectivas de ámbito nacional como Arte Jondo, en la galería ABA Art en Mallorca, La torre habitada, en ESCARPIA IX, y La palabra visual, en la sala Puerta nueva, ambas en Córdoba; Región 0, en el MARCO de Vigo , Under 35, con galería GACMA de Málaga, y High Society, en Pelaires de Palma Mallorca . También señalo mi participación en el programa de arte urbano BetArt de Calvià o exposiciones internacionales como Art Sur les Quais, Francia, II Festival Internacional de Videoarte de Camagüey y la Bienal de La Habana, Proyecto Circo, en Cuba, así como The latin Video Art Festival of New York , en EE.UU. entre otras muchas.

Voy a destacar tres de mis proyectos de forma cronológica dada su importancia en el devenir de mi carrera: El primero, la exposición colectiva Arte Jondo, comisariada por Fernando Gómez de la Cuesta, en la que para mí fue el primer contacto profesional con una galería comercial con la que después participé en Art Miami y KIAF en 2006. En esta colectiva presenté dos piezas entorno a la figura del cerdo en las que, partiendo de dibujos de los despieces de carnicero, lo utilizaba como animal que simboliza los aspectos más viscerales y cárnicos de lo humano, para ello configuré sobre el muro un cerdo de tres metros de largo usando flores de tela.

«No se puede ignorar el compromiso social que tiene el arte sin traicionarse a uno mismo»

En segundo lugar, High Society, una reflexión crítica del primer mundo desde el propio primer mundo también comisariada por Gómez de la Cuesta para Pelaires, inaugurada en la Nit de l'Art de 2013 y que tuvo una gran repercusión mediática y de público. En esta exposición participé con dos proyectos: ¥€$ (2012) y Filosofía de consumo (2009). En el primero, uso los símbolos del dinero, y, en el segundo, los logotipos de la marcas comerciales más reconocibles generando una crítica sobre las paradójicas situaciones en la que nos hallamos actualmente. Las piezas tiene un segundo nivel de lectura debido al material usado: billetes de una de las monedas más devaluadas del mercado, la china, que la uso como píxeles para configurar los textos. Específicamente utilizo billetes chinos de curso legal de 1 jiao –10 jiao son 1 yuan– comprados por Internet a un precio superior al cambio y que poseé como subtítulo «205¥, 2,30€, 2,80$», en el que se incorpora el valor al cambio de los billetes que componen cada letra. ¥€$, sin embargo, está realizada en cerámica, donde se genera un panel de 15 piezas: 14 blancas y 1 dorada, eligiendo este material por su fragilidad (produciendo un símil con la economía mundial). La disposición centralizada de las letras remite a la concentración de la riqueza en unos pocos.

Por último, destaco la participación en la feria de arte emergente de este mismo año, a la que fui con la galería GACMA, obteniendo el premio al mejor espacio expositivo. Destaco este proyecto porque es donde pudo ver la luz, creo, la propuesta con mayor repercusión que he desarrollado: la serie Golden Bricks en la que trabajo centrado en el dorado cerámico de ladrillos de construcción generando una reflexión sobre los aspectos sociales que nos han traído hasta este momento de crisis específico en el que no es oro todo lo que reluce.

Supo que se dedicaría a esto desde el momento en el que... Siempre tuve una necesidad innata de crear. Mi madre suele recordar una anécdota, cuando siendo yo aún un niño, volvíamos de un viaje de una semana por las Alpujarras granadinas con varios recuerdos que habíamos comprado, entre ellos una pequeña casita típica alpujarreña en cerámica pintada, que a mí me fascinaba. Llegamos a casa bastante tarde y, en vez de acostarme, saqué el barro y me puse a modelar una casa siguiendo el modelo. Al día siguiente la pinté y aún hoy sigue en alguna estantería de casa de mis padres, que siempre me apoyaron. También recuerdo cuando mi padre me ayudó a recoger los huesos de un esqueleto completo de conejo que hallamos en el campo y luego lo intentamos montar… sin saberlo estaba sentando las bases de algunos de los conceptos y maneras que desarrollé como artista. Aunque creo que la certeza de que iba a dedicar mi vida al arte se fraguó definitivamente en mi viaje con la Beca Erasmus a la Academia de Arte Voor Beeldende Vorming, en Tilburg , Holanda. Allí tuve la suerte de coincidir con artistas como Carlos Aires, Javier Verdugo o Carlos Delgado, profesores y profesionales que propiciaron con sus conversaciones y reflexiones mi camino. Ellos me «plantaron» al «filo de un abismo» que nunca más he podido abandonar.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el mundo del arte para «sobrevivir»? Por ahora no he tenido que hacer muchas extravagancias, ni piruetas impuestas, ya que tengo la ventaja y la libertad de poder desarrollar aquellos proyectos que me interesan; porque sí: tengo otro trabajo, uno de esos que las madres llaman de verdad y que demuestran la precariedad de nuestro sector; uno de esos de los que a final de mes cobras y permiten a mi familia (mujer, dos hijas y perrita) y a mí hacer frente a los gastos de una casa hipotecada. Esta duplicidad a veces se ve como un aspecto negativo. Yo lo veo como la oportunidad de no tener que depender de las exigencias del mercado y buscar mi camino de una forma más sincera.Vivimos en una sociedad de consumo donde el artista y su obra se han mercantilizado y, con ello, el artista ha vendido su alma al diablo; se ha convertido en un ser arrodillado frente a las exigencias de un mercado que especula con su arte y sus creadores, menospreciando el verdadero valor de la obra, que no es su precio. Creo que el arte puede y debe hacernos reflexionar con una intención clara: convertirnos en personas más libres, y no lo contrario.

Su «yo virtual».Todos tenemos un yo virtual, y, queramos o no, la imagen digital que proyectamos en la red es importante ya que es la idea que muchos se generarán sobre nosotros. Esta intercomunicación globalizada permite potenciar la exposición del trabajo para llegar al máximo público posible, con la característica específica de que estos dispositivos permiten la visualización de los contenidos de forma simultánea en todo el mundo, algo que no había sucedido con anterioridad en la sociedad. Esta nueva forma comunicativa tiene sus riegos pero, a la vez, es una potente herramienta que no debemos dejar pasar.

«Practico el arte del bonsai, al que me dedico desde niño junto a mi hermano»

Este acceso al público con un solo clic lo potencio desde mi perfil en Facebook y Google+, aunque también poseo perfil en Linkedin, Twitter, Instagram, Pinterest, Tumblr y seguramente alguno más que no recuerdo pero que hice tras recibir la invitación de algún amigo. Sin duda, al que dedico más tiempo es Facebook, que en estos años se ha convertido en una herramienta inmejorable de gestión y difusión del trabajo para los creadores. Aún recuerdo cuando empezó el Caralibro y una amiga intentaba explicarme qué era aquello que emergía y yo no terminaba de entender.

Para una información más específica, ordenada y desarrollada uso Wordpress ( www.cyrogarcia.wordpres.com ), donde mantengo la información actualizada, y una web de autor ( www.cyro.es ), donde recojo de forma más exhaustiva mi obra desde el año 2000.

Dónde está cuando no hace arte. El desarrollo de la actividad creativa es aplicable a todas las facetas de nuestra vida, debido a que el ser humano posee de forma innata la capacidad de resolver problemas. Esta habilidad, compartida con otros animales, nos permite proyectar ideas y objetos hacia un futuro en el que se formalizarán. Con esta idea base, mis prácticas artísticas se extienden dentro de lo que considero la estetización de la sociedad en su más amplio espectro.

Quizás a lo que más tiempo he dedicado es al diseño: imágenes corporativas, páginas web o catálogos y revistas como las dos últimas ediciones de Sublime: High Society y Posgraffiti. El diseño lo concibo como una parte indispensable de la comunicación humana y, como tal, es una herramienta perfecta para generar lecturas más profundas en las obras presentadas desde el marco que las acoge. Estos trabajos me han permitido conocer en profundidad cómo las grandes compañías potencian su imagen desde una cuidada imagen.

Debo añadir el trabajo específico que desarrollo en el proyecto y comisariado de las exposiciones de mis alumnos dentro de mi labor docente en la escuala de arte San Telmo, de Málaga, como profesor de cerámica. Además practico el arte del bonsai, al que me dedico desde niño junto a mi hermano.

Qué se trae ahora mismo entre manos.Como me es imposible parar, siempre llevo varios proyectos a la vez que se interconectan entre ellos. En los últimos años, mi trabajo ha ido derivando a propuestas dentro de un ámbito más social. Actualmente estoy desarrollando tres series que se entrelazan y que intento delimitar con la única intención de profundizar de forma más específica en cada una de ellas partiendo del análisis de los símbolos del poder actual. Un poder que se centra en lo económico, porque hoy se está librando la tercera guerra mundial a nivel monetario y están ganando los de siempre: los de arriba, los que obtienen todos los beneficios.

«Si el arte murió con Hegel, el artista hace tiempo que también: hoy sólo hay productores»

Por un lado, trabajo con los símbolos del dinero y con el propio papel-moneda en la serie ¥€$, que ahonda en el verdadero precio del mismo. Por otro, analizo el uso de los símbolos de consumo centrándome en los logos y marcas comerciales de grandes empresas que dominan el mercado y cuya función es iconizar nuestros gastos. Series como Filosofía de consumo, Gráficos de respuesta o Revolución del logos –esta últimas en proceso– nos hablan de quién y cómo dirigen el mundo actual. También me centro en la creación de símbolos dorados en cerámica que nos hablan de la distopía o muerte de nuestras expectativas generadas artificialmente por los gobiernos de turno, como en la serie Golden Bricks o Barefaced, en la que voy vestido de chaqueta ocupando espacios explotados o en vías de explotación, acompañando las instantáneas con objetos en cerámica dorada que me permiten generar objetos-símbolos concretos y potentes sobre los que asentar las reflexiones que me interesan (porque ya está bien de soportar en silencio los abusos de los poderosos: ahora toca decir que estamos aquí y vamos a intentar generar el cambio de la reflexión crítica del arte más actual) Gran parte de todo ello, si todo va bien, podrá verse en mi próxima exposición individual en la galería JM de Málaga.

Le gustará si conoce a... Será injusto para los que no nombre, porque para mí todos los agentes vinculados al arte son imprescindibles para entender la Historia del Arte, que es la Historia de la vida y de lo humano, aunque hoy tengamos que aguantar a gobernantes diciendo que «las artes distraen de lo importante». Y yo me pregunto entonces: ¿Qué es lo importante para ellos? ¿La productividad vinculada al beneficio empresarial de los accionistas? ¿Generar borregos inexpresivos que no piensen? Váyanse a su casa.

Ineludible sería hablar primero de la vertiente puramente teórica, con Kant y el nacimiento de la estética; Nietzsche y su crítica sin descanso a los convencionalismos morales de la sociedad, la religión y la filosofía occidental; Wittgenstein con su giro lingüístico; Vattimo & Genette con su visión acertada de la experiencia estética de hoy; Eugenio Trías , su ser límite, y su diferenciación entre lo que puedo pensar, racionalizar y esquematizar y lo que sólo puedo pensar e imaginar; Marx y el socialismo bien entendido; Derrida y la deconstrucción como construcción; Adorno y su estética negativa; José Luis Brea y la muerte del autor; Ortega y Gasset, con el yo y mis circunstancias; Hal Foster y Deitch, y el cuerpo posthumano, o Julia Kristeva y lo abyecto.

«Quizás a lo que más tiempo he dedicado es al diseño: webs, catálogos, revistas...»

Desde una vertiente más artística, Leonardo da Vinci y su ser renacentista interesado por todos los aspectos que afectan a la vida; Duchamp y la apropiación de objetos en sus ready-made; Kosuth con la silla triple; Broodthaers con su cuestionamiento constante de los stablishment y marcos artísticos; Las Guerrilla Girls o Barbara Kruger y su lucha feminista por la igualdad; Kounellis y sus 12 Cavali; Beuys con su Un hombre, un artista; Joan Fontcuberta y sus trabajos en los límites del simulacro, del artificio o la representación de lo presentado, o Cattelan y su ironía infinita. En un nivel más cercano, mencionar a artistas con los que comparto reflexiones, ideas y planteamientos y con los que he participado en exposiciones como PSJM , Avelino Sala, Carlos Aires, Eugenio Merino , Democracia o Chus García Fraile.

Y, como colegas de generación, mencionar en primer lugar, como no podía ser de otra manera, a mi mujer Verónica Ruth Frías y sus interpretaciones del yo desde lo femenino y feminista; Antonio R. Montesinos y su caos ordenado; Miguel Ángel Tornero y la casualidad fotográfica; Arturo Comas y su absurdo; Bea Sanchez y su sutileza en los mensajes que configura; Ángel García Roldán y su gran visión para la fotografía y el vídeo; Susi Ibáñez y su gran culo; María Bueno y sus coloristas pinturas con estética naif; Beatríz Sánchez Sánchez y sus gifs animados; Joan Lara y su interés por el territorio o Miguel Ángel Moreno Carretero y su visión de lo grande en lo pequeño y lo pequeño en lo grande del paisaje natural.

¿Cuál es su obra o proyecto favorito hasta el momento? A lo largo de mi trayectoria, ha habido varias piezas que para mí son referentes, como la instalación Todo el mundo quiere viajar (2008) en la que 96 muñecos de porcelana blancos obtenidos de un molde de un jugador de futbolín viajaban en un mundo infinito; la serie Publicidad engañosa (2007) en la que deformaba el aspecto físico de modelos de primera línea; Iconos computables (2009) conjunto en el que generaba gráficos reconocibles utilizando disketes de 5 ¼; o ¥€$ (2013) del que ya he hablado.

«No puedo decir otra cosa: sólo se puede confiar en mí y en mi trabajo porque sí»

Pero, sin duda, a día de hoy me quedo con la serie Golden Bricks y, en especial, la pieza The Golden Bricks, un ladrillo de construcción a escala 1:1, dorado y realizado en cerámica con lustre de oro al 8% de concentración, que reflexionan sobre lo aparente, sobre lo que quieren que veamos… Porque no es oro todo lo que reluce aunque pretendan que lo sea. Llevo años desarrollando una serie de proyectos centrados en el momento actual de crisis del que no sabemos cómo saldremos (buenos sí: con los ricos más ricos y los pobres más pobres, porque para esto la han generado). Una obra de carácter puramente conceptual y muy personal, que consigue conectar tanto con el público especializado como con el sentir general, viendo en esta pieza un símbolo decadente de la cultura del ladrillazo que hemos tenido en la época de bonanza económica, de la especulación, de la burbuja inmobiliaria o de la corrupción política, mientras se sigue ahondando en las desigualdades y la injusticia social dentro de este sistema capitalista que todo lo fagocita. Creo que ha llegado el momento de decir que otro sistema es posible, un sistema más justo para la mayoría de la población, donde las personas sean lo importante, porque uno no puede ignorar el compromiso social que el arte tiene sin traicionarse a sí mismo.

¿Por qué tenemos que confiar en él? Esa es una decisión muy personal, y, dado el alto grado de subjetividad del sector del arte, no me postulo para «pedir el voto de nadie». Los que me conocen confían en mí porque saben que soy una persona comprometida con lo que digo y con lo que hago; pero claro, esta decisión puramente personal es tan subjetiva como cualquier otra intención de objetivizar lo inabarcable. Por lo tanto, desde este razonamiento razonado, realizo mis aportaciones en el campo artístico para hacer reflexionar a los espectadores con el fin conseguir una sociedad más justa. Porque yo sigo pensando que otro mundo y otra sociedad son posibles. Así que como empecé este párrafo hablando de la subjetividad, lo termino de la misma manera y, por lo tanto, no puedo decir otra cosa: sólo se puede confiar en mí y en mi trabajo porque sí.

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