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opinión

¿Arquitectos o arquitectas?

Sé y soy consciente de que mi planteamiento tiene un alto porcentaje de dosis arcádicas –ingenuidad, utopía...–, porque si andamos con el medidor en la mano algo debe fallar y está fallando desde el principio de los tiempos

¿Arquitectos o arquitectas? abc

laura revuelta

Hace unos meses, en pleno verano, me tiré por el precipicio de las polémicas de género, de sexo y hasta sexistas, con un artículo que titulé Sexadoras de libros . Incendié alguna hoguera en Twitter donde me achicharraron como en pira inquisitorial: palitos entre los pies y una humareda que sube hasta la cabeza, pero aquí estoy, viva y sin quemaduras (espero que se acepten con sentido del humor estas licencias literarias tan metafóricas y gráficas). A raíz de aquel texto y de sus derivaciones, quedaba como una mujer que tira piedras sobre su propio tejado porque no está de acuerdo con las cuotas feministas sin razón ni razonamientos lógicos o de sentido común, y merecía un castigo.

¿Qué entiendo por lógico o de sentido común? Sencillamente que no miro el sexo de quien escribe un libro o pinta un cuadro o levanta un edificio o hace un informe administrativo. No por ser hombre o mujer le doy menor o mayor valor al resultado de ese trabajo. Por ello me llevaban los demonios, y así lo escribí en aquel artículo, que nos andemos con informes y estadísticas sobre si en tal o cual museo se compran más obras firmadas por hombres que por mujeres en una suerte de «chantaje» para que se cambien las tornas. El arte, como tantas otras cosas en esta vida, no se mide por metros cuadrados sino por el valor intangible de la trascendencia, y eso –como el duende flamenco, por poner otro ejemplo gráfico y al alcance de todos– se tiene o no se tiene. Por cierto, no me quedé sola en aquella polémica, porque alguna felicitación recibí de parte de mujeres importantes dentro de la cuota.

Sé y soy consciente de que mi planteamiento tiene un alto porcentaje de dosis arcádicas –ingenuidad, utopía...–, porque si andamos con el medidor en la mano algo debe fallary está fallando desde el principio de los tiempos. Y es aquí donde llega esta segunda parte de la primera parte de aquellas Sexadoras de libros. El hilo que engarza estos artículos se enhebra en el encuentro que la semana próxima se celebra en la capital ( Roca Madrid Gallery ) bajo el título Espacios para arquitectas .

En pleno verano, me tiré por el precipicio de las polémicas de género

Las dos comisarias del ciclo son la arquitecta Ariadna Cantis y la directora ejecutiva del Premio Pritzker y vicedecana asociada de Relaciones Exteriores del IE School of Architecture and Design, Marta Thorne. Queda claro que hablamos de arquitectas en femenino, no de arquitectos en masculino, y la pregunta que encabeza este texto se da por finiquitada: la diferencia entre una «o» y una «a» no es una tontería. La igualdad reclama remarcar el género, ya que la Historia está plagada de mujeres que se han quedado en la sombra, o a la sombra, o ensombrecidas. Esta argumentación no por manida deviene menos válida tanto para este campo de la creación como para cualquier otro.

Entono un mea culpa: tampoco miro el sexo de los edificios. Levanto la cabeza y me inclino ante sus cimientos si me emocionan. Pero la curiosidad me asalta a raíz de los datos que me pasan las citadas responsables de este encuentro y me hago, y les hago, una pregunta que (asumo) me deja al pie de los caballos; reflejo de mi ignorancia en este terreno y, lo más imperdonable, de la desidia por no haberme importado saber si aquel edificio lleva en sus planos la firma de un hombre o una mujer: ¿Pero ha habido mujeres arquitectas en el pasado, porque no me viene ninguna a la memoria, como no sean los que nacen del estrellato contemporáneo: Zaha Hadid, Kazuyo Sejima ...?

Más del 50 por ciento de los estudiantes de arquitectura en España son mujeres

Poco nombre para tanta Historia, tanto edificio y cifras tan contundentes como que más del 50 por ciento de los estudiantes de esta disciplina en España son mujeres. Aquí, es en el año 1936 cuando aparece la primera licenciada por la Escuela de Madrid, Matilde Ucelay, y tiene que esperar hasta el año 2006 para recibir el Premio Nacional. Allende nuestras fronteras estuvieron Eileen Gray, Lilly Reich, Charlotte Perriand... No todo en la Historia de la arquitectura han sido prohombres como Frank Lloyd Wright, quien, por cierto, se dejó acompañar muy bien. Les recomiendo que vean por internet el documental A Girl is a Fellow Here. Cien mujeres arquitectas en el estudio de Frank Lloyd Wright . El género sí que importa. Ahora lo tengo bien claro.

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