Galerías: en los límites de la periferia
Carolina Parra y Nacho Ruiz son los galeristas de T-20 en Murcia - diego garnes Aznar
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Galerías: en los límites de la periferia

Son galerías alejadas de los centros donde se mueve el mercado del arte en España. Todas trabajan desde allí por convicción. Pero, ¿qué pesan más, las ventajas o los inconvenientes?

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Son galerías alejadas de los centros donde se mueve el mercado del arte en España. Todas trabajan desde allí por convicción. Pero, ¿qué pesan más, las ventajas o los inconvenientes?

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  1. T-20 (Murcia)

    Carolina Parra y Nacho Ruiz son los galeristas de T-20 en Murcia
    Carolina Parra y Nacho Ruiz son los galeristas de T-20 en Murcia - diego garnés Aznar

    Nacho Ruiz y Carolina Parra lo tienen claro: «Lo que no puedes es tener como punto de partida “somos una galería de periferia”. Eso te limita». Ellos están encantados con la idea: «Te obliga a generar una escena, lo que es muy enriquecedor a nivel personal y profesional. Estas lejos de los centros de poder, pero también programas con más libertad y construyes con lo que haces. Contigo crecen tus artistas y tus coleccionistas locales. Además, no tienes competencia».

    Su galería cumplirá en enero 15 años: «Nacimos como galería de arte emergente, y nos dimos cuenta –por vocación, convicción y formación– que sin generar otras actividades seríamos un agujero negro en la ciudad y en un país hipercentralista en el arte, donde sólo nos gana Londres».

    «Una muestra de E. Wurm en Murcia repercute en el contexto como que un murciano haga una feria en Madrid»

    T-20 apostó entonces por replantear por ejemplo, las relaciones con las instituciones (y de ahí su vinculación con el festival La Mar de Músicas, su programa con los Centros Culturales de España en el extranjero o su implicación en el festival de moda MMOD). «No se trata de ocupar el terreno de nadie, sino de repensar un modelo con un siglo y medio de Historia».

  2. Ángeles Baños (Badajoz)

    Puso en marcha su galería en Extremadura con más ilusión que experiencia. «Entonces estaba también el paraguas de un MEIAC más activo». Si apostó por Badajoz fue por una cuestión sentimental: «Es donde están todos mis lazos, y se merece como cualquier otro sitio instituciones sólidas de primer nivel». Arrancó jugando la carta de los artistas consagrados. Luego prefirió que la suya fuera una labor «paritoria»: artistas noveles con los que crecer. «Fíjate. Si hubiera optado por medias carreras, tal vez ahora tendría más visibilidad».

    Porque esa es la obsesión de Ángeles Baños, el gran handicap de la periferia: «Hacemos cosas tan buenas como las de Madrid o Barcelona que no ve nadie. Las redes sociales sólo las muestran de manera virtual»: «Sólo las ferias suplen la falta de tejido con el que trabajar en red. Por eso me planteo, no trasladarme a Madrid, pero sí tal vez alquilar un local en momentos puntuales y desplegar allí proyectos paralelos». Estaremos atentos.

    «Los tentáculos de los proyectos de los centros en otras ciudades son fundamentales»
  3. Fúcares (Almagro)

    Norberto Dotor en las afueras de Almagro fotografiado por Miki Leal
    Norberto Dotor en las afueras de Almagro fotografiado por Miki Leal - miki leal

    Relata Norberto Dotor, que hace 40 años (los que ha cumplido una de las firmas más longevas de España), poco importaba si empezabas un proyecto en el centro o en la periferia: «Todo salía adelante porque se hacía piña en torno a la cultura. Ahora el paisaje es desolador».

    Su galería Fúcares, «fundada por un incosciente sin recursos», es emplazada en Almagro «por estética»: «Ahora me doy cuenta de mi dependencia de ese paisaje». De hecho, este proyecto ha sobrevivido al que dio pie en Madrid (ahora F-2), y es un buen refugio en el que agazaparse.

    «Los políticos se han convertido en competencia absurda de gente galería Fúcarespreparada en Cultura»

    «La gran dificultad aquí o allá es el escaso apoyo de las instituciones a la cultura. Casi era mayor en el franquismo que en la democracia autonómica. Los políticos sólo nos quieren para hacer propaganda. Sólo hay dinero para sueldos», concluye.

  4. Espacio Líquido (Gijón)

    Nuria Fernández a las puertas de su galería Espacio Líquido
    Nuria Fernández a las puertas de su galería Espacio Líquido - abc

    Le preguntamos a Nuria Fernández, responsable de la gijonesa Espacio Líquido, por ese fenómeno por el cual, algunas galerías «periféricas» – Moisés Pérez de Albéniz (Pamplona); Louis XXI (Palma); Bacelos (Vigo)...– han acabado en Madrid, ante la idea de que aquí se mueve el mercado: «¿Por qué Madrid? –responde–. Si yo duplicara espacio, me iría fuera de España. No tiene sentido tener dos galerías en el mismo entorno. El modelo a seguir es el de la italiana Continua. Demostró que se puede nacer en un pueblo y alcanzar las grandes urbes del planeta».

    Para Fernández, en un mundo globalizado, lo local distingue. Pero son muchas las dificultades de apostar por un modelo distanciado de los centros: «Además de la poca visibilidad, dependes mucho de Internet en un ámbito en el que la experiencia directa es básica. Y también de plataformas (siempre caras), como las ferias, para darte a conocer. Además, es la pescadilla que se muerde la cola, dado que nos es más difícil organizar proyectos que son luego valorados por sus comités para ser admitidas».

    «El diálogo entre lo local y lo global es básico para una galería»
  5. Aural (Alicante)

    Begoña Deltell es la responsable de Aural en Alicante
    Begoña Deltell es la responsable de Aural en Alicante - abc

    Para Begoña Deltell ( galería Aural), una galería es un proyecto, por lo que «puede desplegarse en cualquier sitio». Sin embargo, «para nosotros fue premisa de origen hacerlo en Alicante, donde hacía falta generar un tejido y en 2001 se podía abrir plaza de mercado».

    «Acercarse a Madrid es importante –argumenta–, y por eso, nuestro objetivo inmediato es “estar” más allí, pero no con local. Si lo hiciéramos, el modelo de showroom de Rafael Ortiz podría funcionar».

    «Nuestra labor pedagógica es sincera, para nada impostada, y mucho más directa»

    A Deltell le pesan más los aspectos positivos de trabajar en «el extrarradio»: «Eres el rey en tu terreno. Los gastos de local son menores y te mueves en un ámbito en el que todo está por hacer. Tu labor pedagógica es sincera, no impostada, y nuestra relación con la universidad, por ejemplo, más fluida».

  6. Adora Calvo (Salamanca)

    Adora Calvo en su galería salmantina, que ya ha cumplido diez años
    Adora Calvo en su galería salmantina, que ya ha cumplido diez años - david arranz

    El de Adora Calvo fue un camino a la inversa: durante 20 años trabajó en Madrid en un espacio ligado a un taller de artes gráficas. Pero en 2004 decidió dar el salto a su Salamanca natal: «La tierra siempre tira y ese era un momento motivador, con el DA2 recién inaugurado y una potente facultad de Bellas Artes».

    Un compromiso con la ciudad («donde el contacto con la misma es más directo que en la capital y donde el trabajo que se ejerce se podría definir de “personalizado”») es el que posterga la posibilidad de volver a Madrid: «Es algo que he barajado incluso antes de la crisis. Pero la decisión se va retrasando. Siempre hay una excusa...».

    El suyo fue un camino a la inversa, de Madrid a Salamanca, donde ha cumplido 10 años

    Hablando de crisis, ¿ha afectado esta más a las galerías «de provincias»?: «Nos ha afectado a todos por igual. En nuestro caso, llegó más tarde. La hemos notado sobre todo en el último año». Pero han cumplido diez... El futuro es incierto, y sin embargo no se le da la espalda.

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