Javier Bardem sí asistió y se mantuvo discreto, tratando de pasar desapercibido. Sorprende el cambio de actitud, en él, que en otro tiempo era el actor mas reivindicativo, y en esta ocasión apareció extrañamente silencioso. En realidad Javier es consciente de la influencia del éxito de su carrera en EE.UU. y cómo todo eso afecta a su vida personal.
Javier y Penélope son de los pocos que pueden residir sin problemas en Europa y en América; de hecho su hijo Leo es norteamericano, la actriz es dueña de un penthouse en Nueva York y sus impuestos se pagan religiosamente en Estados Unidos. Penélope optó por desaparecer, siempre un paso por delante de los acontecimientos, mientras su marido aguantaba la gala con aire ausente.
Penélope Cruz disfruta de una vida tranquila entre Madrid, Nueva York y Londres. Para ella es importante dejar claro que sus raíces son importantes y así lo confesaba en la revista Vogue: «Este es el lugar donde están mis raíces, mi familia, mis seres queridos, en el que paso tanto tiempo y al que considero mi casa». Penélope no se separa ni un instante de su hijo Leo, que ya va a cumplir los dos años de edad.
Una prolífica mujer de negocios
Decidida a poner España en la órbita de Hollywood, ella y su marido convencieron a los productores de «The Counselor» de venir a rodar a nuestro país. Penélope, que también tiene una casa en Londres, se ha hecho muy amiga de Gwyneth Paltrow, con quien comparte paseos por la ciudad del Támesis. La rubia actriz estadounidense a veces la asesora, dándole consejos sobre dónde comprar o por dónde salir o qué lugares visitar con un niño pequeño por Londres.
Pero su dedicación doméstica no le impide a Penélope seguir siendo una prolífica mujer de negocios, pues acaba de firmar un contrato con Agent Provocateur para desarrollar una línea de lencería para esta famosa casa. Este proyecto lo pondrá en marcha en compañía de su hermana Mónica, con quien ya ha diseñado para otras compañías como Mango. Penélope sigue siendo imagen de algunos productos de Lancome.
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