BERLINALE
«Antes de la medianoche»: vuelve con ímpetu esa «junga de cristal» de las explosiones del amor
«Antes de la medianoche», protagonizada por Ethan Hawke y Julie Delpy, sigue el tríptico de pareja que empezó en Viena hace casi veinte años
E. RODRÍGUEZ MARCHANTE
La película de Richard Linklater «Antes de la medianoche» era el acontecimiento del Festival, porque reunía de nuevo a esa pareja de conejillos de indias sobre el experimento del amor que forman Julie Delpy y Ethan Hawke desde hace veinte años y tres películas.
Lo que empezó con «Antes del amanecer» en Viena y siguió nueve años después en «Antes del atardecer» en París, se resuelve (o no) ahora, otros nueve años después en «Antes de la medianoche» en Grecia. Podría decirse, pues, que Linklater está forjando algo así como una «Jungla de cristal» que, en vez del policía John McClane, lo que se ensucia, padece, estalla y se reordena es esa relación de pareja ocasional, casual, estable e imperecedera que forman Celine y Jesse.
Esta tercera parte resuelve con soltura aquel misterio con el que se cerró la segunda en un apartamento de París y con un avión que se pierde, y se instala en esa marrón estabilidad de pareja comprometida y unas preciosas gemelas rubias.
Linklater utiliza el mismo esquema que en las dos anteriores mediante una narración peripatética (o sea, ambulante) en la que los protagonistas pasean por, o con, sus sentimientos y deslían unos brillantes diálogos cuajados de sentido de la vida, del humor, del amor y de su contrario (que no es forzosamente el odio); unos diálogos que, además, han construido ellos mismos, pues firman los dos protagonistas el guión junto al director.
Película oceánica en el sentido de que por debajo de su superficie hay un mundo entero, y que hay que «soportar» durante una mitad más contemplativa y mediterránea para «disfrutar» ese último tercio lleno de tensión, reflexión y comprensión del tramo de pareja que les toca interpretar en esta ocasión; como si dieran un «master» de relaciones de pareja, ahora les toca despellejar las esquinas de su convivencia, jugar ese partido del tuya-mía en el que su tiempo en común se dirime con un mando a distancia que ya no manejan ellos, o sólo ellos, y en un territorio en el que la cercanía y la lejanía sólo están separadas por un incomprensible hilo.
Está filmada con parecido encanto que las anteriores y deja al tiempo el trasluz del lugar y de la química entre ellos, y aquí en Berlín , donde se estrenaron las dos anteriores, pues fue recibida con la misma mezcla de cariño y fatiga que se recibe al perrillo aventurero que siempre vuelve a casa tras unas horas de excursión furtiva por la jungla del asfalto. Y así, lo que empezaba en jungla de cristal termina en jungla de asfalto; dentro de nueve años, la cuarta entrega para la que ya empieza a sugerirse un aire a lo «Amor» de Haneke.
Entrar y salir de la moral
En la competición se proyectaron dos películas, primero una rumana titulada «Pozitia Copilului», de Calin Peter Netzer, una muy buena intriga sobre la culpa (un niño muere atropellado), sobre la responsabilidad (una madre bayeta y absorbente que trata de limpiar la mancha de su hijo conductor) y sobre la catarsis y otras puñetas…, todos los personajes entran y salen de la moral, de la justicia, de la honradez, de lo conveniente aunque de un modo muy humano, sin saña. Puede reprochársele al director rumano que para modular esos resortes éticos a punto esté de romperte el cuello, mediante una cámara tan fisgona, mandona y nerviosa como la propia madre, que interpreta una actriz magnífica, Luminita Georghiu.
Y la siguiente película, «Layla Fourie», pues…, en el fondo iba de lo mismo, con atropello incluido y con esa duda irresoluble entre lo que hay que hacer y lo que más conviene. La ha dirigido Pia Marais y transcurre en una Suráfrica desalentadora, y aunque le regala al espectador un encuadre sin parkinson, la intriga policíaca y ética es tan hipotensa que bien podría haberse puesto algo más nervioso el cameraman.
«Antes de la medianoche»: vuelve con ímpetu esa «junga de cristal» de las explosiones del amor
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