La Casa de Alba lleva a los tribunales al Ministerio de Cultura

En la visita hicimos un alto para ver algunas de las joyas bibliográficas que cobija: el testamento de Fernando el Católico, la primera Biblia traducida al romance, una primera edición del Quijote... y un conjunto de 21 documentos colombinos. Entre ellos figura el dibujo que Colón hizo al avistar La Española, una lista con los marineros que se embarcaron en su primer viaje a las Indias, memoriales, recibos... y un conjunto de cartas, algunas familiares. Una de ellas, que está fechada en Sevilla el 29 de abril de 1498 y dirigida a su hijo Diego, es el motivo de la disputa que mantiene la Fundación Casa de Alba -creada en 1975 para velar por la conservación del legado familiar- con el Ministerio de Cultura desde 2013.

Todo comienza el 10 de octubre de aquel año, cuando el secretario de la fundación, Emilio Ramírez Matos, solicita a la Dirección General de Bellas Artes la licencia de exportación para subastar en la sala Christie’s de Londres una carta autógrafa de Colón dirigida a su hijo Diego, valorada en 21 millones de euros. Forma parte de un conjunto de ocho misivas del almirante, que se incorporan al archivo familiar gracias al matrimonio entre Jacobo Fitz-James Stuart, II duque de Berwick, y la duquesa de Veragua. Siete de esas cartas tenían como destinatario a Fray Gaspar de Gorricio, y una a su hijo Diego.

La Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico se reunió el 6 de noviembre de 2013 y propuso denegar la solicitud de la Fundación Casa de Alba , pues consideraba la carta un bien de relevancia excepcional para el patrimonio documental español. La decisión fue avalada por un informe encargado al Archivo General de Indias, que custodia el otro importante conjunto de documentos colombinos, en el que se afirma que la misiva en cuestión forma parte de un patrimonio único, el archivo privado de Colón, y que, pese a ser una carta privada, es una de las primeras misivas del almirante a su hijo que se conservan (doce, en total). Dos días después, el 8 de noviembre, la Junta acuerda denegar la exportación de la carta para su venta. Pero va más allá: requiere a la Comunidad de Madrid a instruir expediente para declararla Bien de Interés Cultural, «o categoría análoga».

Y es entonces cuando la Fundación Casa de Alba emprende una batalla legal contra el Ministerio de Cultura . Interpone un recurso de alzada contra esta resolución. En él, la fundación explica que «necesita fondos para su sostenimiento, que nunca ha recibido financiación pública». La propia Cayetana de Alba así lo reconocía en una entrevista a ABC en 2012 : «He mantenido el patrimonio de la Casa sin ayudas públicas». La Fundación Casa de Alba esgrimía, entre los argumentos para esta venta, que «había puesto en marcha estrategias para buscar financiación externa y que los recursos a corto plazo son insuficientes». Recordemos que para lograr fondos están sacando a la luz los tesoros de su colección -ya se han visto en el Ayuntamiento de Madrid y en septiembre irán al Meadows Museum de Dallas - y alquilando espacios de sus propiedades para eventos privados. Los beneficios de la venta de la carta de Colón, dicen, irían destinados íntegramente a la fundación.

Además, explicaban que habían elegido con «suma cautela» para su venta precisamente esta carta y no otra «porque es la de menor relevancia histórica; se trata de correspondencia doméstica. Es un elemento aislado en el archivo Alba y su retirada no rompería la continuidad con el resto de documentos». Hasta aquí, sus argumentos. Pero la Casa de Alba arremete contra la Administración, a la que acusa de desviación de poder y vulneración del principio de proporcionalidad, pues cree que «la denegación de la exportación le ha causado importantes perjuicios económicos». Además, considera que se ha vulnerado el principio de libre circulación en la UE y alega «falta de motivación en la decisión». La Fundación solicita que, si no permiten la exportación de la carta para su venta, al menos el Estado español ejerza su derecho de tanteo y la adquiera por el valor fijado. O sea, 21 millones de euros.

El 14 de enero de 2014 la Secretaría Técnica del Ministerio de Cultura dicta una resolución que desestima el recurso de alzada. Entonces, la Fundación Casa de Alba, representada por la procuradora Susana Gómez Cebrián, interpuso un recurso contencioso-administrativo, que desestimó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid el pasado 11 de febrero. En la sentencia, a la que ha tenido acceso ABC, se remite a los informes de la Junta y del Archivo de Indias, contrarios a la salida de España de esta carta, dada su relevancia.

Pero también cita un informe de Christie’s, en el que se afirma que la misiva «tiene un contenido individualizado y que no es una de las cartas más relevantes de Colón». La sentencia lo echa así por tierra: «El precio que se fija como valor, 21 millones de euros, puede servir de orientación sobre la importancia de este documento individualizado (...) La carta tiene un evidente valor. Pertenece al archivo personal del almirante y tiene un aspecto emocional como correspondencia privada del mismo».

Además, la resolución señala que «en modo alguno se acredita, ni siquiera de manera indiciaria, que la no exportación de la carta ponga en peligro la Fundación y sus concretos fines. La recurrente podría adoptar otras decisiones para una adecuada financiación, sin que ello conlleve la venta de un documento relevante como sucede en este caso». Los magistrados no consideran la decisión de la Junta «desproporcionada ni gravosa para la Fundación». «El interés de la recurrente en la venta de esta carta -concluyen- puede comprenderse, pero no compartirse en los términos planteados, sin que la negativa a la exportación impida otras opciones que puedan convenir a sus intereses». Quedaba, pues, desestimado el recurso.

ABC se puso en contacto con la Casa de Alba, pero ningún representante quiso hacer comentario alguno. El mismo mutismo, en Christie’s. Por parte del Ministerio de Cultura, tan solo enviaron un extracto de la decisión de la Junta, en la que justifica sus motivos: «Denegar la exportación de una carta autógrafa de Cristóbal Colón a su hijo Diego por considerarse un bien de relevancia excepcional para el Patrimonio Documental Español, tratándose de una de las primeras cartas conservadas dirigidas por el almirante a su hijo y pertenecer a un grupo de correspondencia seriada que, por la importancia del personaje y de las colecciones de las que ha formado parte desde el momento en el que se escribió, no debe dispersarse y ha de permanecer en territorio español».