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Pixar anima el Paseo del Arte

CaixaForum Madrid muestra el mágico proceso creativo de la mítica factoría de animación en una exposición para soñar

Pixar anima el Paseo del Arte PIXAR

NATIVIDAD PULIDO

No es que fuera muy necesario que lo animasen -ya se encargan de ello las Furias que han tomado el Prado, el derroche colorista de Cézanne en el Thyssen, la fuerza arrolladora de Picasso en la Fundación Mapfre, las figuras enigmáticas de Wols en el Reina Sofía-, pero el Paseo del Arte está desde hoy más animado que nunca. Y no porque hayan abierto terrazas o bares de copas, sino porque ha aterrizado en Madrid, con toda su artillería pesada, el huracán Pixar, gigante mundial de la animación cinematográfica desde hace 25 años [ visite una fotogalería con las mejores creaciones de la factoría ].

John Lasseter , director creativo de la factoría, siempre tuvo un sueño: hacer una exposición con las creaciones de Pixar. En 2005 el templo del arte moderno, el MoMA neoyorquino, le dedicó una muestra que, desde entonces, está itinerando por medio mundo y ya han visto más de tres millones de personas: Australia, Japón, China, México y buena parte de Europa. Desde Francia ha llegado a España, donde se quedará un tiempo: primero en CaixaForum Madrid , en abril inaugurará el nuevo CaixaForum Zaragoza y concluirá su periplo español en la sede de Barcelona.

Visionario Jobs

La aventura Pixar comenzó en 1986 , cuando un visionario Steve Jobs compró el Departamento de Informática de Lucasfilm (propiedad de otro visionario, George Lucas) y fundó una empresa independiente con 40 empleados. La llamó Pixar . Casi un cuarto de siglo después, ha producido 14 largometrajes de animación que han ganado 30 Oscar y siete Globos de Oro y han conseguido recaudaciones multimillonarias. La mayor, «Toy Story 3», que superó los mil millones de dólares , convirtiéndose en la película de animación más vista, y rentable, de la Historia. Esta exposición, sin embargo, no nos cuenta la historia de Pixar, sino cómo se trabaja en Pixar, que nos abre las puertas de su gran laboratorio de ideas y sueños.

A través de 400 piezas vemos cómo es el proceso creativo de PixarA través de 400 piezas, la muestra, comisariada por Elyse Klaidman, directora de Pixar University y del Archivo de Pixar Animation Studios, nos invita a conocer de primeras mano el proceso creativo, de producción, que hay detrás de las películas de la compañía: desde la idea original y el guión hasta el resultado final. Un proceso complejísimo, en el que tan importante es el trabajo artístico de dibujantes, pintores y escultores, como el digital hecho por ordenador. Utilizan storyboards (guiones ilustrados donde se ordenan las escenas como si fuera un puzle), colorscripts (se representa la historia con una gran paleta de colores para ver cómo funciona emocionalmente), diseño de personajes y decorados, estudios de modelo, modelado en 3D, rigging (los técnicos manipulan las extremidades y los rostros de los personajes), renderización (se comprimen las imágenes)...

Visitar la exposición equivale a hacer un Máster acelerado en animación. Un dato que muestra la complejidad del proyecto: hasta 150 iris se pintaron solo para los coches protagonistas de «Cars» y son casi imperceptibles para los espectadores. Todo se cuida hasta el último detalle. «Siempre pensé que para crear una buena película de animación hacían falta tres cosas: contar una película emocionante, poblarla de personajes atrayentes y memorables y situar esa historia emocionante y esos personajes memorables en un mundo creíble. Si logras hacer bien esas cosas, el público se dejará llevar y se divertirá de lo lindo». Palabras de Lasseter .

Moderno laboratorio

No es nuevo el interés de la Fundación «la Caixa» por el cine . Ya ha dedicado exposiciones a Chaplin, Fellini, Méliès... Pero ésta es una exposición diferente. Las salas de exposiciones están pobladas por un puñado de personajes inolvidables con los que ha crecido toda una generación: Buzz Lightyear y Woody («Toy Story») , Nemo , Rémy («Ratatouille») Wall-E, Russell y Carl («Up»), y un sinfín de monstruos , bichos, coches... que encandilan tanto a niños como mayores. De hecho, la muestra parece más pensada para estos últimos. El montaje es muy minimalista (de blanco impoluto, solo roto por una grafía turquesa), casi futurista. Semeja un moderno laboratorio: encerrados en cápsulas de vidrio, esculturas de los personajes realizadas en resina color gris para apreciar su tridimensionalidad. Cada una de las doce películas elegidas tiene su propio espacio, y en cada uno se abordan tres aspectos: el personaje, el entorno (Pixar crea mundos imaginarios maravillosos) y la historia.

En la exposición se proyectan los primeros cortos de Lasseter. Pero hay dos espacios muy especiales, que ningún visitante debe perderse. Por un lado, un Zoótropo de «Toy Story». Bajo esa palabra tan extraña se esconde un artefacto inventado en el XIX que crea un efecto mágico. No desvelamos más. Por otro, «Artscape», una impresionante proyección audiovisual creada específicamente para la muestra que nos transporta al interior de esos mundos fantásticos creados por Pixar. La mítica «Lamparita», de Lasseter, de 1986 -corto donde un flexo ilumina una pelota- se apaga al final de la proyección. Y con ella, nuestros sueños.

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