Hazte premium Hazte premium

«Mi querido amigo»: la correspondencia de Cézanne con Zola

Reeditan 250 cartas del artista en una nueva traducción al inglés por Alex Danchev en «The Letters of Paul Cézanne»

«Mi querido amigo»: la correspondencia de Cézanne con Zola ABC

BORJA BERGARECHE

Paul Cézanne , incomprendido en vida, caricaturizado como un cascarrabias reaccionario, patriota y meapilas , fue reconocido una vez muerto como uno de los artistas más intelectuales y sofisticados de su generación . Una cualidad que fluye a borbotones en las cartas que se conservan –a duras penas– del pintor francés. Unas 250 han sido reeditadas en «The Letters of Paul Cézanne» , una nueva traducción al inglés por Alex Danchev, uno de los grandes especialistas en el artista de Aix-en-Provence. Son textos llenos de ironía , de poemas de cosecha propia y cultísimas referencias a Virgilio , su vara de medir las pasiones en la vida.

Malas pasiones fueron las que empujaron a su entorno familiar a malvender muchas de sus obras , incluidas sus cartas. Si su hermana pequeña, Rose , malvendió dos cuadros al marchante Ambroise Vollard por apenas 600 francos, su hijo Paul vendió nada más morir su padre en 1907 un lote de 29 lienzos por unos 213.000 francos, una cifra ridícula incluso en la época. Este no dudó en romper los cuadernos de bocetos de su padre para vender páginas separadas, que incluían muchos borradores de sus cartas.

Cézanne no guardaba copias de las epístolas que escribía, ni de las que recibía. Algunas se conocen gracias a que su amigo íntimo, Émile Zola , le pidió recuperar las suyas, probablemente con vistas ya a su publicación posterior. El milagro de haber rastreado más de 200 se debe al trabajo de John Rewald , uno de los grandes historiadores del impresionismo en EE.UU., que las recopiló y publicó en 1937 . De entre medio siglo de apasionantes, y apasionados, intercambios epistolares , destaca su intensa correspondencia con Zola en la década de 1850, originada cuando el joven Zola abandonó Aix, la ciudad a la que se mudaron sus padres cuando tenía tres años, para regresar a su París natal.

Una amistad fraternal

Ambos habían crecido juntos, «en la misma cuna», solía decir el escritor. Y sus cartas revelan una cariñosa intimidad fraternal . «¿Te acuerdas del pino que se elevaba sobre la ribera del [río]Arc, que cubría con su frondosa copa el desfiladero que se abría a sus pies? Protegía nuestros cuerpos con sus hojas del calor del sol, ah», le pregunta Cézanne en una fechada el 9 de abril de 1858. Tenía 19 años cuando se mudó su amigo del alma a la capital. «Desde que te has ido de Aix, estoy abatido por una triste melancolía ; no te miento, créeme, me siento pesado, estúpido, lento», le confiesa a Zola.

«Cher Zola». «Carissime Zola, salve». «Mein lieber Freund» . Así arrancan sus cartas. Y comparte con él sus desamores de juventud. «Me atrapa una especie de tristeza interna y, Dios mío, solo sueño con esa mujer de la que te hablé . No sé quién es. A veces le veo de camino al tedioso colegio». En la misma carta, firmada en Aix el 29 de julio de 1858, le confiesa que «un cierto aburrimiento me acompaña siempre, y cuando me olvido de mi pena por un momento, eso solo porque he bebido algo». En otra, dice que, para salir de su «completo aislamiento» solo tiene « el burdel del pueblo , o algún otro, y eso es todo; pago, la palabra es sucia, pero necesito paz.. ».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación