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Hitler se queda en el Palacio de Potsdam

Polémica por incluir un retrato del führer en una exposición en el Parlamento de Brandeburgo

Hitler se queda en el Palacio de Potsdam EFE

JOSÉ-PABLO JOFRÉ

«¿Pueden exhibirse imágenes de criminales de guerra en un Parlamento?» , se pregunta el rotativo muniqués «Süddeutsche Zeitung» insistiendo en que se trata justamente de una «fortaleza de la democracia». El artículo se refiere a la obra encargada al artista Lutz Friedel, de 56 años y originario de Leipzig: 112 retratos que recorren 400 años de historia alemana. Y el dictador nazi no podía faltar: junto a Adolf Hitler se encuentra también su ministro de propaganda, Joseph Goebbels , a quienes se unen otros dictadores como Josef Stalin .

La exposición fue encargada por el Parlamento regional de Brandeburgo , que tiene su sede en el Palacio Municipal de Potsdam , al sur de Berlín, y con la que se encontraron con gran sorpresa algunos diputados congregados en su primera sesión: « Los asesinos y los tiranos no tienen por qué estar en el Parlamento regional», manifestó indignado Andreas Büttner, jefe del grupo parlamentario del Partido Liberal en Brandeburgo. Su colega democristiano Ingo Senftleben también criticó que se adornen los pasillos de la sede parlamentaria con el retrato de una juez de la extinta RDA conocida por sus condenas a muerte a opositores.

El artista se defiende

Lutz Friedel se ha defendido con vehemencia. «Es mera maldad afirmar que quería hacer una apología de Hitler y de toda la mierda nacionalsocialista», ha dicho el polémico artista. Su intención, afirma, fue realizar una reflexión sobre la Historia . En esta línea, y contra la oposición de liberales, democristianos y organizaciones judías, el Parlamento –que tiene una mayoría absoluta compuesta por socialdemócratas (SPD), verdes y los excomunistas y socialdemócratas desencantados de la izquierda– ha decidido mantener, de momento, la exposición y mejorar su explicación.

Entre los retratos se encuentran también importantes judíos como Ana Frank y Franz Kafka . Falta uno: el del jefe de Estado que mandó construir el Muro de Berlín, Walter Ulbricht . El cuadro tuvo que ser retirado después de que alguien le pegase u n cartel con la inscripción de «asesino» . «Las imágenes deberán ser explicadas mejor», dicen conjuntamente SPD, la izquierda y los verdes, especialmente teniendo en cuenta que este fin de semana se abrirán las puertas del Parlamento al público tras unos trabajos de restauración de la fachada.

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