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La exhumación de Salvador Dalí, de noche y a salvo de mirones

La juez fija para esta tarde a partir de las ocho los trabajos para obtener el ADN del artista

Vista de la sala del Teatro-Museo Dalí en la que se encuentra la tumba del artista AFP

DAVID MORÁN

De noche, con las puertas del museo cerradas y con una carpa habilitada sobre la tumba para disuadir a cualquiera que tenga la tentación de fisgar desde las alturas a través de la flamante cúpula geodésica. Es más que probable que Salvador Dalí, tan dado al happening pasado de vueltas, hubiese gustado de convertir su exhumación en un espectáculo de masas, pero desde la Fundación Gala-Dalí se ha optado por la máxima discreción a la hora cumplir el requerimiento judicial que ordena desenterrar el cadáver del pintor para extraer muestras genéticas.

Porque, a pesar de las palabras de la alcaldesa de Figueras, Marta Felip, alegando problemas técnicos y logísticos, la exhumación de Dalí sigue adelante y será hoy, tal y como decretó la semana pasada la magistrada del Juzgado de Primera Instancia 11 de Madrid, cuando se proceda a abrir la cripta del Teatro-Museo en la que está enterrado desde 1989.

Una delicada operación que, ADN mediante, debería resolver de una vez por todas si la figuerense Pilar Abel es o no hija del genio surrealista. La juez, eso sí, se ha avenido a retrasar las diligencias, tal y como pedía la Fundación, para que todo el proceso comience a las ocho de la tarde -en un principio se había hablado de las nueve y media de la mañana-, cuando ya no quede en el museo ni uno de los cerca de 4.000 turistas que lo visitan a diario.

Será a partir de esa hora cuando se active el dispositivo especial que ha preparado la Fundación y la comitiva judicial formada por una secretaria judicial, dos forenses y un técnico del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cataluña (IMLCFC) acceda a la sala en la que descansan los restos del pintor. El primer escollo será mover la losa de una tonelada y media que sella la tumba, operación para la que, una vez descartado el uso de una grúa, se podría repetir el sistema empleado en 1989 durante el funeral del artista, cuando la losa pudo moverse gracias a un andamio móvil.

Una vez abierta la tumba, entrarán en escena los forenses. No hará falta trasladar el cadáver, pero tal y como recordaba hace unos días la responsable del laboratorio del IMLCFC, Teresa Marron, el hecho que el cuerpo de Dalí esté embalsamado añade un plus de complejidad a un proceso que podría alargarse hasta bien entrada la madrugada. El formol utilizado podría haber afectado al estado de los dientes, así que el ADN de Dalí tendrá que buscarse, además de en las muelas, en las uñas y en la médula ósea de la tibia y el fémur.

La intención de la Fundación es mantener la exhumación de Dalí en la más estricta intimidad y a salvo de mirones, por lo que no se podrá acceder al Museo mientras se trabaje en la tumba. Tampoco se podrá realizar ninguna grabación ni se facilitarán imágenes y se ha pedido a los trabajadores implicados que, en aras de preservar la memoria del artista, se abstengan de hacer comentarios sobre el estado de conservación del cuerpo.

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