Hazte premium Hazte premium

Entrevista

M Clan: «Los escritores y poetas son más drogadictos y borrachos que los rockeros»

Este viernes en la Sala But de Madrid, Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez dan el pistoletazo de salida a su gira más íntima

AITOR SANTOS MOYA

Arriesgarse o morir, bien podría sonar a trillado eslogan de un anuncio cualquiera, o a cualquiera que anuncie saltarse según qué trillado eslogan. Eso mismo afrontó M Clan cuando en palabras textuales de su guitarrista Ricardo Ruipérez, iban por un camino donde «nadie acudía a sus conciertos». Había que cambiar, mirar de frente a ciertos talibanes del rock y lograr que el grupo saliera adelante. Sobrevivir primero, disfrutar después.

Y en esas, en disfrutar, es donde Carlos Tarque y su inseparable Ricardo Ruipérez (quien responde a esta entrevista) , están. Este viernes, junto a Mahou Cinco Estrellas , inician en la Sala But de Madrid (21:30 horas) la gira «Desarmados», un viaje acústico que en poco más de un mes les llevara a 14 puntos de la geografía española. Un último homenaje antes de agarrar el petate y marcharse con su música a miles de kilómetros de aquí.

Este viernes M Clan presenta «Desarmados», una gira íntima, en acústico y sin la compañía del resto de músicos que os han venido acompañando.

Es una especie de regalo para los fans, queríamos hacer algo íntimo ya que este año nos vamos fuera a grabar el nuevo disco y no íbamos a tener ocasión de tocar. Así que antes de que eso sucediera, Tarque y yo decidimos hacer una gira en un formato que nunca ha visto la gente y en el que nos lo pasamos realmente bien.

Todo título tiene un porqué, ¿os sentís desprotegidos ante la que se avecina?

No, no, es simplemente un juego de palabras... vamos desarmados, sin la banda, pero sin ningún tipo de miedo.

Después de un 2014 en el que «Dos noches en el Price» significó un repaso de vuestros éxitos de siempre junto a artistas como Fito Páez, Ariel Rot o Enrique Bunbury, ¿qué os lleva ahora a un cambio de guión tan radicalmente opuesto?

Cumplimos ahora 22 años y toca empezar una etapa. A finales de mayo vamos a grabar en EE.UU. y pensamos que por qué no íbamos a poder hacer una pequeña gira de un mes. Algo diferente, anecdótico, donde el público no se aburra y pueda ver a M Clan desde otra perspectiva. Nos apetecía mucho hacerlo.

«Que veinte años no es nada» contaba Revólver cuando les tocó a ellos soplar dos dígitos, ¿para vosotros que ha supuesto traspasar esa frontera?

En todo este tiempo hemos sido un grupo muy inquieto, tanto Tarque como yo trabajamos siempre hacia delante, somos, entre comillas, una pareja artística que mira de frente al futuro, componiendo canciones nuevas, proponiendo historias... proyectos que atraigan a la gente, porque si no gustara lo que hacemos, esto no tendría sentido.

Muchos grupos han caído en el olvido, otros han seguido sus carreras en solitario, pero M Clan, con sus vaivenes, ahí sigue...

Como te decía antes, no nos paramos mucho a echar la vista atrás, tampoco estamos atados a las modas o a los caprichos del destino. Hemos madurado bien y bajo mi punto de vista estamos en el mejor momento creativo y artístico. Además, el paso del tiempo te da una visión de restarle dramatismo a las cosas, vas dejando de lado la importancia de si te aceptan o no y empiezas a disfrutar del cariño de la gente.

En 2010 decíais que el grupo había pasado por tres etapas: la de los dos primeros discos; la de «Carolina» hasta «Sopa fría», y la última a partir de «Memorias de un espantapájaros»... ¿qué trae esta cuarta?

Por completar, la tercera etapa la cerramos el año pasado con el disco del Price, rodeados de buenos amigos... y en esta cuarta, vamos a grabar en Nashville, con músicos y productores de allí. Queremos un disco muy de raíz, hacer instrumentación nueva, acudir a teatros, auditorios, es un momento muy emocionante.

Y el resultado de ese viaje lo veremos en...

El nuevo disco saldrá para septiembre, más o menos.

Si tuviera que decirme el mayor éxito logrado, ¿cuál sería?

El mayor éxito, indudablemente, es permanecer ahí. Llegar es difícil, conseguir que tus canciones sean reconocidas también es difícil, pero si hay algo, mucho más complicado que todo eso, es mantenerse. Tener un público fiel y seguir llenando de gente los conciertos es el mejor regalo. Algo habremos hecho bien.

En esta sociedad tan pendiente de etiquetas, ¿cómo sabe uno el momento de hacer cambios para seguir estando arriba?

Te sale de forma natural, no es nada premeditado. No puedes estar pendiente de controlar todo lo que pasa alrededor, hay que ser honesto, escribir canciones, a veces te saldrán mejor, otras peor, pero no estar todo el día pensando en qué voy a hacer con mi carrera. Al final la vida se basa en disfrutar, siempre digo que si Tarque y yo no nos hubiéramos dedicado a la música, estaríamos disfrutando de otra profesión.

En una entrevista, Carlos Tarque comentó que cuando algunos os llamaron vendidos por pensar que decidisteis adecuaros a la industria, lo mismo tenían razón, pero de no haber dado ese paso seguramente habríais desaparecido...

Sí, pos supuesto. Nosotros íbamos por un camino donde nadie venía a los conciertos y no teníamos seguidores, dos motivos de peso por los que el grupo se ahogaba. Entonces conocimos a Alejo (Stivel) y acometimos un cambio para llegar a la gente. Y eso de si dicen que nos hemos vendido o dejado de vender son temas un poco infantiles. Uno va tratando de conectar con el público, hacerse un hueco. Si no llegas es porque no gustas.

¿Cuánto de traumático tiene la salida de uno o varios componentes de un grupo?

En su momento, son decisiones difíciles que viven todos los grupos, a veces acertadas, a veces no... aunque en nuestro caso fue más bien lo primero. De traumático no tuvo nada.

¿Y de punto de inflexión?

Sí, pero no solo ahí, pasas por muchos puntos de inflexión, cuando la primera separación, cuando decidimos quedarnos solos Tarque y yo, cuando empiezas a componer de manera diferente, cuando decides trabajar con otros músicos...

¿Con 20 años, el rock, y toda su parafernalia, es mucho más excesivo que con 40?

Claro, pero más allá del rock, ¿tu vida con 40 será igual que con 20? Eso del rock y los excesos suena un poco a tópico. Como decía Sabina, los escritores y poetas son seguramente más drogadictos y borrachos y arrastran menos fama. Lo que quiero decir es que todos necesitamos etiquetas y un poco de eso que llamamos liturgia.

¿En qué punto está hoy el rock nacional?

Lo veo bien, dentro de que la música siempre ha estado igual de difícil y los grupos se siguen buscando la vida. En la radio ya no ponen rock, bueno tenemos Rock FM que poco a poco pone algo, luego las bandas nuevas que pueden sonar en Radio 3, las redes sociales... y básicamente no ha cambiado mucho respecto a la época en que nosotros salimos. Es más, hace 20 años había muchísimos menos sitios donde tocar.

¿Por qué algunos artistas españoles además de cantar rock en inglés, parecen renegar de nuestro idioma? Aún no he visto a un inglés cantando en español...

(Se ríe). Estás hablando con un ultra defensor del castellano, y por eso, con todos mis respetos, me da un poco la risa. Para entender las canciones de los grandes cantantes en inglés tienes que saber perfectamente el idioma, las frases o el sentido. Y aquí en España, por desgracia no se habla inglés. Pero no solo eso, cuando un músico le pone letra a una canción, la música queda en un segundo plano. Entonces, ¿cuál es el reto? hacer buenas letras, tener cosas que decir, y si no es así, resulta mucho más fácil soltar cuatro gilipolleces en inglés. Suena duro, pero es real.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación