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Choque de egiptólogos en torno a la tumba de Tutankamón

Zahi Hawass arremete con dureza contra el británico Nicholas Reeves en presencia de este

Zahi Hawass, en el auditorio del Museo Nacional de la Civilización Egipcia AFP
Alicia Alamillos

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El auditorio del Museo Nacional de la Civilización Egipcia en El Cairo fue testigo hoy del choque de dos egiptólogos en torno a una misma hipótesis: la existencia de dos cámaras tras las paredes de la tumba de Tutankamón, que podrían acoger, según la teoría del británico Nicholas Reeves, el sepulcro de la reina Nefertiti.

La atrevida hipótesis de Reeves, que anunció públicamente hace ya dos años, le ha granjeado tanto miradas escépticas como el manifiesto rechazo del antiguo ministro de Antigüedades egipcio, el mediático Zahi Hawass, apartado del cargo tras la revolución de 2011 y envuelto en escándalos de corrupción (por los que no ha sido condenado). El egiptólogo del sombrero y el arqueólogo británico se han encontrado hoy en el mismo escenario y su rivalidad ha quedado patente desde el momento en el que Hawass ha evitado estrecharle la mano durante la clausura de una conferencia de tres días que buscaba, precisamente, presentar posturas y debatir hipótesis sobre la tumba de Tutankamón.

Tras una primera presentación del actual ministro, Jaled Al Anani, un flemático Reeves ha defendido su teoría, que se fundamenta tanto en la forma de la tumba (un modelo destinado típicamente a mujeres) como en unas grietas bajo las pinturas, sacadas a la luz por el estudio español Factum Arte. «Estaba buscando evidencias que me dijeran que mi hipótesis inicial era errónea», afirmó para añadir que «pero no he encontrado ninguna evidencia que me sugiera eso. Sólo he encontrado más y más indicadores de que "hay algo más" en la tumba de Tutankamón ».Unas declaraciones calcadas a las que repitió a ABC frente a la tumba en Luxor, cuando se efectuaba el segundo examen de radar. Conciliador, Reeves aceptó que «son necesarias más pruebas, para aclarar los datos –en conflicto- de los dos últimos».

Hasta el momento, la tumba de Tutankamón ha sido escaneada en tres ocasiones, primero por infrarrojos, luego por un equipo del experto japonés Hirokatsu Watanabe, y más tarde por un equipo del National Geographic. Aunque en los últimos meses el Ministerio –entonces presidido por Mamdouh El Damaty- llegó a afirmar que estaban seguros “al 90%” de la existencia de dos huecos tras las paredes norte y oeste, tras la llegada de Al Anany se han retractado y señalaron hoy, de nuevo, la necesidad de nuevas pruebas antes de una exploración física.

En penúltimo lugar ha subido al escenario Hawass, quien no ha dudado en arremeter contra el egiptólogo británico, con quien ya había tenido sus rifirrafes en el pasado. «No hubo ninguna KV64 en el Valle de los Reyes», señaló enfáticamente el exministro de Antigüedades, Zahi Hawass, en referencia a una supuesta nueva tumba en el Valle de los Reyes que el británico Reeves había anunciado. «Los antiguos trabajos de Reeves con el radar probaron ser erróneos», insistió el también conocido como «Indiana Jones egipcio».

«En toda mi carrera, nunca he visto ningún descubrimiento en Egipto basado sólo en escáneres de radar», afirmó Hawass frente al auditorio, quien ya defendió a ABC lo prematuro de «fiarse de los radares» en una entrevista concedida a este diario el pasado diciembre. En dicha entrevista, el polémico exministro de Antigüedades despreció los resultados obtenidos por el radar del científico japonés Watanabe, pues éste «trabaja con Reeves, por lo que dirá lo que Reeves quiera decir», acusó. En la conferencia de hoy, Hawass solicitó públicamente el bruto de los datos de radar de Watanabe, al tiempo que pedía una nueva prueba, esta vez llevada a cabo «por un equipo de expertos internacional» y algunos observadores, entre los que debería estar –dejó caer- él mismo.

«La teoría de Reeves no tiene fundamento científico» , ha insistido delante de un Reeves que ha mantenido el semblante. La disputa viene de lejos: El egiptólogo británico se vio envuelto en una acusación –que finalmente quedó en nada- de tráfico y venta de objetos arqueológicos, por lo que le fue prohibida su entrada en el país de los faraones. Desde el exilio publicó su teoría sobre Nefertiti, por lo que se convirtió en blanco de nuevas críticas de Hawass, que opinó que Reeves «se había saltado los cauces científicos», una acusación negada por Reeves.

Tras la encendida réplica de Hawass, quien ha insistido en que Nefertiti «no puede haber sido enterrada en el Valle de los Reyes» (una opinión que comparte El Damaty, quien sospecha en cambio de Tiya, madre de Tutankamón), Al Anany ha vuelto al estrado para concluir que el mundo tendrá que esperar antes de conocer el desenlace de la historia. «Hasta que no estemos 100% seguros de que hay una cámara, no agujerearemos para verlo directamente».

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