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El 40,9% de los españoles no ha leído el Quijote

Según los resultados del barómetro de junio del CIS, casi a un tercio de los encuestados no le gusta leer en general

El 40,9% de los españoles no ha leído el Quijote efe

darío manzano

Imagine que tiene en la mano los resultados del barómetro del CIS de junio de 2015 . Ahora, sobre esos datos, imagine un español medio. Imagine que le preguntamos, precisamente, por la obra magna de la Literatura española. Es posible que sí haya leído la obra de Miguel de Cervantes , pero tendría algunas lagunas. Bastantes, de hecho. Este español medio consideraría que el Quijote es difícil de leer, principalmente por el lenguaje que se utiliza.

A pesar de que afirme que lo ha leído, lo más probable es que le hayan obligado por motivos de estudio, por lo que es casi imposible que haya dado un repaso a la Segunda Parte de la obra, de cuya publicación celebramos, este año, el cuarto centenario. Nuestro inventado español medio ha leído las aventuras de El Ingenioso Hidalgo, pero solo recuerda a personajes y momentos muy básicos, como al propio Alonso Quijano , a Sancho, a Dulcinea del Toboso y vagamente podría acordarse del pasaje de los molinos de viento o vislumbrar el nombre del «rocín flaco» que cabalgaba Don Quijote .

Eso poniéndonos en el caso de que ese español haya leído el libro, porque según los resultados del CIS , el 40,9% de los encuestados (2.500 entrevistas) directamente no ha leído la creación cervantina. Desglosando el ejercicio imaginativo realizado anteriormente, obtenemos unos datos poco halagüeños sobre el conocimiento popular de la obra. Para el 51,3% de los encuestados, el Quijote es un libro difícil de leer, y dentro de ese porcentaje los hay que, entre otros motivos, lo consideran enrevesado por el lenguaje que usa (66,2%), porque es muy largo (36,8%) o porque directamente la época en la que se ambienta es muy antigua (16,4%).

Nuestro hidalgo de complexión recia, seco de carnes y enjuto de rostro era un ávido lector de caballerías, pero los que conocen su historia no son tan fieles a la lectura. El 57,8% de los encuestados ha leído el Quijote , efectivamente, pero con matices. Un 21,6% afirma que ha leído la obra completa, mientras que los hay que solo han leído el primer tomo (7,4%) e incluso solo la segunda parte (0,5%).

De los lectores «edulcorados», el 21,3% leyó las andanzas del Ingenioso Hidalgo solo por capítulos sueltos, el 4,5% hizo lo propio pero con una versión reducida y solo un 2,7% conoce la obra gracias a una adaptación infantil o juvenil. También debemos tener en cuenta el enfoque que le dieron los lectores a la lectura, porque no es lo mismo leer la pieza principal de Cervantes obligado por los estudios (un 54,1% de los encuestados), que por el simple hecho del interés personal (30%) o para nutrir la cultura general propia (10,8%).

Pero, ¿cuáles son los motivos que llevan a alguien a, ni siquiera, ojear uno de los pilares de la Literatura universal? Según el CIS, nada más y nada menos que casi un tercio de aquellos que respondieron que no lo habían leído (31,9%) no lo hicieron porque ni les gusta leer ni les interesa . Los hay que se quejan del poco tiempo que tienen y de lo extensa y vasta que es la obra (14,8%), o que simplemente no lo leyeron porque no les interesa el Quijote (10,4%), entre otras causas.

Viendo estos datos se puede comprender que el 37,5% no considere que deba ser obligatoria su lectura para los estudiantes de entre 15 y 18 años, aunque seguidos de cerca por los que dicen que sí (35,4%) y un poco más de lejos por los que abogan por desterrar la obra a las aulas de estudiantes de Arte o Letras (15,9%).

Personajes de la obra de Cervantes

Los lectores de el Quijote están ahí; existen, son una cifra que, afortunadamente, supera el 50%. Pero entre aquellos que han leído a Cervantes, también hay huecos en blanco. Sobre todo, a la hora de situar personajes, lugares o distintos episodios que aparecen y se dan en el libro. Alonso Quijano (87%), Sancho Panza (86,4%) y Dulcinea del Toboso (63,4%) son los tres personajes más conocidos. También es cierto que tanto Sancho, el Quijote, cuyo nombre aparece en el título, y Dulcinea, que aparece ya en el primer capítulo, son de los nombres más habituales, pero no tiene que ver en qué momento de la obra aparezcan los mismos, ni aún siendo el primer capítulo.

Este hecho lo reafirma que solo el 30,5% conoce a Rocinante, el corcel de Alonso, cuyo nombre es introducido por Cervantes en el capítulo inicial de la obra. Los molinos de viento , el que posiblemente sea el pasaje más famoso, es recordado por solo el 19,7% de los lectores , según el CIS. Y no es mal resultado, ya que, por ejemplo, al ventero tan solo lo sitúa en la novela del Manco de Lepanto un escaso 6,2%.

El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha es reconocido como Alonso Quijano solo por el 16,6%. El 31,6% yerra al intentar adivinar su nombre y un doloroso 50,9% no sabe cuál es el nombre del protagonista . Similar al 55,8% que desconoce el nombre de Dulcinea del Toboso. Un 33,3% se acerca, pero falla, y un corto pero orgulloso 9,6% confirma que, efectivamente, Aldonza Lorenzo es el nombre de la amada de Don Quijote.

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