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La crisálida humana que puede desvelar el misterio de la civilización medieval perdida

Un grupo de científicos ha hallado una extraña momia con rasgos persas al norte de Rusia

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ABC.ES

Un grupo de arqueólogos ruso ha hallado esta misma semana los restos de un extraño cuerpo momificado «por accidente» entre los siglos XII y XIII en Salekhard (al norte de Rusia, cerca del círculo polar). Lo destacable de este cuerpo es que está envuelto en una « crisálida » de abedul y que pertenece –presuntamente- a un niño de una extraña civilización de la que se desconoce su origen. En palabras de los expertos, este tipo de seres humanos cuentan con rasgos persas a pesar de que dicha región se encuentra a más de 6.000 kilómetros de distancia.

Con todo, de momento los científicos no han podido determinar su origen, pues no han sacado a la momia de la «crisálida» para preservarla. Ésta, por su parte, está formada por varios materiales como una resistente corteza de abedul y cobre , un elemento que –en combinación con otros- podría haber provocado una momificación accidental de los restos.

El tamaño de la «crisálida» ( 1,30 metros de largo por 30 centímetros de ancho ) ha llevado a pensar a los arqueólogos que dentro estaría el cuerpo de un niño. Al menos, así lo ha desvelado la versión digital del diario « Siberian Times », donde también se ha señalado que los restos están datados entre los siglos XII y XIII.

«Hemos decidido no abrirlo tras consultar con varios colegas y expertos. Tomaremos el hallazgo como una pieza entera y lo investigaremos de forma más exhaustiva en la ciudad. Eso sí, sigue los contornos del cuerpo humano . En el caso de que haya una momia, como creemos, la cabeza y el cráneo se encontrarán en buenas condiciones. El hallazgo se encuentra ahora en Salekhard, en el Museo Shemanovsky, en el congelador especial. Tenemos la intención de volver a Salekhard el 15 de julio y comenzar de inmediato la apertura de la 'capullo'», ha explicado Alexander Gusev, del Centro de Investigación para el Estudio del Ártico.

Este «capullo» coincide con otros restos similares que fueron descubiertos en Zeleny Yar en 2002, por lo que se cree que su interior podría albergar los restos de un miembro de una extraña civilización que cuenta con rasgos persas a pesar de que haber vivído cerca del círculo polar (a más de 6.000 kilómetros). Sin embargo, en este caso destaca que –de haber restos- estarían en perfecto estado, pues se hallan momificados de forma natural. Esto hecho permitiría llevar a cabo una investigación pormenorizada del cadáver.

La momificación se sucedió debido a una combinación de factores. Sobre el cuerpo se pusieron láminas de cobre (determinadas piezas de este materia) y esto provocó que se conservase de esta forma, ha señalado la antropóloga Evgeniya Syatova a ese diario.

A pesar de lo llamativo de esta presunta momia, los restos no son los únicos que se han encontrado en la zona, sino que ya han sido hallados en la región otras 34 tumbas poco profundas datadas de la misma época. De ellas, 11 tienen cuerpos con cráneos rotos y esqueletos destrozados. También han sido encontradas cinco momias envueltas en cobre.

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