Hazte premium Hazte premium

EL ORIGEN DE LOS INSULTOS MÁS POPULARES

Aguando la fiesta desde el siglo XVI

Bien es conocido que el vino propicia alegría y diversión, pero si se le rebaja con agua se puede acabar con la oportunidad de alborozo

Aguando la fiesta desde el siglo XVI EFE

A. S. MOYA

En medio del júbilo, festejando con tu gente algún hecho merecido o simplemente estar en disposición de brindar por la vida, puede aparecer alguien que fruto de las circunstancias decida cortar el buen clima generado. Si la escena os resulta familiar, estaréis confirmando que sois parte de la civilización, con sus virtudes y sus defectos, y no hay razón para pensar que el mundo se ha vuelto en vuestra contra. De la misma forma que se hace referencia al 'primo' en una partida de póquer , recuerda: Si en una celebración no consigues encontrar al aguafiestas, el aguafiestas eres tú.

En la obra «El gran libro de los insultos», publicado por la editorial La Esfera , Pancracio Celdrán explica que el calificativo hacer referencia a la persona que cae como un jarro de agua fría sobre la diversión ajena; también al malasombra que incomoda y molesta. «Por lo general, es una variante del metepatas que impide que otros disfruten, o entorpece las ganas de regocijo de los demás. Es término compuesto, en el que el verbo soporta la base del significado: aguar significa frustrar, turbar o interrumpir una ocasión festiva rebajándola».

Para dar sentido al término, Celdrán explica que se tiene in mente el hecho de que el vino propicia alegría, y si se le agua se rebaja o incluso se da al traste con las posibilidades de regocijo. Indagando sobre el origen del aguafiestas tal y como lo entendemos, llama la atención que ya en el siglo XVI era bastante popular, «Cervantes da ese sentido al término en La ilustre fregona (1613) y Sebastián de Covarrubias en su Tesoro (1611) utiliza también el término, aludiendo ambos a la persona pesimista y sombría».

Aunque no sea de los insultos más graves que alberga nuestro diccionario, este improperio no posee ninguna connotación positiva, «siempre es descriptivo de una situación donde estos sujetos antipáticos vierten su mal humor o su visión negativa de las cosas, sobre un escenario amable. Además de lo dicho, puede ser insulto grave en su acepción de gafe, ya que existe una modalidad del aguafiestas capaz, por su mera presencia, de echar a perder las cosas o enviarlas al garete».

Otros nombres también hacen referencia al aguafiestas, «referido a la criatura molesta que perturba con su presencia y cuya presencia lo echa todo a perder se llamó antaño espantagustos». También atajasolaces, en referencia a quien acaba con el solaz y alegría de otros. Por último, Celdrán detalla que estos sujetos son también conocidos «con el nombre de Derrama solaces, desbaratador de amigos o de amistad». ¡Razón de más para no fiarte nunca de una persona que beba agua en una fiesta!

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación