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Los escenarios del cambio

Hoteles para contemplar el espectáculo natural de la entrada del otoño en primera fila. En viñedos, en las montañas, en pleno bosque...

Los escenarios del cambio

mar de alvear

Pronto las hojas de los árboles se teñirán de tonos ocres. Muchas de ellas caerán. Y la luz será otra. Más suave, delicada y otoñal. La nueva estación es un oportunidad excepcional para reservar en preciosos hoteles enmarcados en un paisaje único. Estas son algunas direcciones que parecen sacadas de una bonita acuarela.

En torno a él, el campo castellano. Algunos echarán de menos árboles y variada vegetación, pero para otros, la planicie, casi desnuda, inspira calma. Y cuando se busca un hotel, con frecuencia, es eso lo que se ansía: relax, también visual. Lo brinda el Hotel Ayllón . Situado en el municipio de idéntico nombre, en Segovia, tiene 18 habitaciones y un restaurante llamado El Patio. Desde 70 euros.

En Valladolid, un mar de viñas y una abadía del siglo XII convertida en un destino inolvidable junto al Duero. Sin pasar por alto que Abadía Retuerta es, desde 1996, uno de los nombres clave en lo que a vino se refiere. De hecho, la bodega y viñedos ocupan una superficie de 700 hectáreas. Correr cuando sale el sol, pasear cuando éste se despide, dar una vuelta en bicicleta… Cualquier plan es agradable sin salir de los «confines» de este hotel, vestido ahora de rojo. Desde 310 euros.

Asturias es en sí un espectáculo sensorial, se visite cuando se visite. El mar a un paso, la montaña al lado; y todo siempre verde. Incluso podríamos decir que el olor de esta tierra es especial. Perderse siguiendo cualquiera de sus sinuosas carreteras puede llevar hasta una grata sorpresa. Por ejemplo, hasta el , en Benia de Onís. Rodeado de silencio y de bosques de hoja caduca, cuenta con un magnífico spa, La Cueva del Agua y, a poca distancia, la Cueva-Santuario de Covadonga y los Lagos, de visita obligada. Desde 60 euros.

También en Asturias, en la cresta de una loma y con unas espectaculares vistas sobre el valle de Torazo, ahí está el coqueto Hotel Los Llaureles . Es una antigua casa de labor con solo cuatro habitaciones. Es un destino casi secreto, con un aire purísimo gracias a los robles, castaños, hayas, abedules y otros árboles que lo rodean. A partir de 48 euros.

Portugal y La Rioja

En el norte de Portugal a una hora en coche de Oporto, está el Parque de Pedras Salgadas, con 20 hectáreas de flora natural y una villa termal. Hasta ahí todo, más o menos, «normal» o digamos «esperable’». O quizás no tanto. Y es que, entre sus árboles centenarios, se disponen las sorprendentes Eco Houses o «casas del árbol», que conforman el Hotel Pedras Salgadas . Diseñadas por el arquitecto Luis Rebelo de Andrade, llaman la atención por su volumen y la tecnología al servicio del cliente. Es un proyecto natural, pero también es lujo en mayúsculas y confort. En cuanto a la oferta termal, Álvaro Siza Vieira ha sido el encargado de recuperar el edificio donde, en el siglo XIX, nació el balneario de las antiguas Termas de Pedras Salgadas. A partir de 200 euros.

De reciente apertura, Hotel Pura Vida está en Valgañón, a 4 kilómetros de Ezcaray. Hayedos y pinares, además del mayor acebal de La Rioja, y uno de los más importantes de Europa, son razones de peso para visitarlo. Ahora, además, empieza la temporada de recolección de setas y la variedad de especies es realmente notable. Es justo el momento para abrir la ventana, quedarse callados, y escuchar la berrea . Espectacular y casi mágico. Junto a los ciervos, es posible cruzarse con corzos y jabalíes, y contemplar a numerosas palomas.

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