Hazte premium Hazte premium

entrevista. Exalcalde de La Coruña y exembajador en el Vaticano

Francisco Vázquez: «Del sectarismo ideológico actual están renaciendo corrientes de extrema izquierda»

El político gallego ha resultado galardonado con el premio Mariano de Cavia por su Tercera «España», un alegato por la unidad de nuestro país

Francisco Vázquez: «Del sectarismo ideológico actual están renaciendo corrientes de extrema izquierda» matías nieto

SUSANA GAVIÑA

Francisco Vázquez (La Coruña, 1946) confiesa sentirse «abrumado» al entrar a formar parte de la lista de galardonados con el Premio Cavia . Una nómina «de grandes personajes del mundo de la cultura, la literatura, la política y del periodismo», entre los que se encuentran premios Nobel, como Camilo José Cela, Octavio Paz y Mario Vargas Llosa. Pero también se siente «orgulloso y honrado» porque en ella están presentes «escritores a los que admiro mucho, como Miguel Delibes, Wenceslao Fernández Flórez o Salvador de Madariaga».

Asimismo, traza una línea que le emparienta de manera personal con quien da nombre a este galardón. «Mariano de Cavia es el reflejo de ese espíritu de tolerancia, de convivencia, de reconciliación, en definitiva, que en mi generación, que es la de la Transición, hemos defendido. Mariano de Cavia nunca escribió en ABC, y era un periodista que pasaba por haber sido un periodista republicano pero gracias a su prestigio, Luca de Tena decidió dedicar en su memoria, cuando falleció, lo que hoy es el premio periodístico en lengua española más importante del mundo».

Francisco Vázquez también se siente especialmente orgulloso de haber recibido este reconocimiento por la Tercera publicada en ABC el 17 de noviembre de 2013, un alegato por la unidad España . «Es un artículo que recoge un sentimiento colectivo de esa gran mayoría silenciosa de españoles, comprometidos e identificados con la idea de España, que no tienen ninguna cortapisa a la hora de sentirse patriotas. Una de las filosofías del texto es acabar con esa idea tópica de que hay conceptos ya superados por el paso del tiempo. O que determinadas posiciones puedan entenderse como nostálgicas del pasado. Todo lo contrario. La identificación con el proyecto de España y su propia historia es un tema de una actualidad permanente a lo largo de los siglos. El reconocimiento de los aciertos, que son más, y de los errores, que son menos. Es la obra de una serie de generaciones». Un artículo que pretende ser además «un compromiso con nuestros antepasados» y que señala «la necesidad de recoger un testigo que nos han transmitido generaciones de españoles y estamos obligados a transmitir a nuestros descendientes».

Preocupado por el proceso soberanista que amenaza ese legado, Vázquez, que se considera «un político de pocas ideas pero muy firmes», afirma que hace tiempo que viene «alertando y denunciado los excesos de nacionalismo. Y sobre todo cómo esos excesos nos van llevando hacia situaciones conflictivas, que la mayoría de las veces nacen de un cierto grado de tolerancia, de permisividad. De ese silencio que puede convertirse en cómplice ante desacatos a las leyes e incumplimiento de sentencias. Fruto de esas debilidades son las consecuencias que hoy tenemos». Unas consecuencias nacidas «de la incapacidad de quienes no han sabido administrar los recursos económicos que se les encomendó en el gobierno de la autonomía catalana, y ante la imposibilidad de afrontar el super endeudamiento que tienen y de hacer frente al déficit público que todos los años se les genera».

Arma de chantaje

Eso les ha llevado, según el ex alcalde de La Coruña, «a elegir una vía diferente, que es la de hacer un planteamiento político y utilizarlo como arma de chantaje. Esto es algo que toda la opinión pública española tiene que tener muy claro, que la causa y origen de esta amenaza y posición ideológica apasionada es estrictamente económica. Lo único que quieren los mal llamados nacionalistas catalanes -su auténtico nombre es el de secesionistas- es obtener, reformando la Constitución o las leyes orgánicas, ventajas fiscales que les permitan pagar su deuda».

Y como respuesta a este proceso que está provocando enconados enfrentamientos entre el gobierno catalán y el central, recomienda «no ponerse nervioso. Con normalidad y naturalidad debemos defender la legalidad, y en el caso que se haga necesario aplicar la ley que no es otra que la Constitución».

Militante del PSOE y de la UGT cuando todavía estaban en la clandestinidad, Vázquez cree que la desafección de la sociedad por los políticos se debe «a que se enzarzan en cuestiones ajenas a la crisis que afecta a los ciudadanos, como es el debate sobre la reforma de la Constitución, la España federal..., olvidándose de que la principal obligación de los gobernantes es poner los medios para la recuperación económica».

Partido radical

Desilusionado por el devenir de su propio partido, «especialmente en los últimos años», se muestra muy crítico sobre el concepto que ha mantenido acerca de la propia idea de España. «He visto como el PSOE ha abandonado su línea histórica, ha titubeado en determinadas situaciones y ha sido complaciente con el Partido Socialista de Cataluña. De alguna manera ha admitido las reivindicaciones nacionalistas».

Y también denuncia «la deriva ideológica» que ha tomado desde la última etapa de Rodríguez Zapatero, «que ha llevado al Partido Socialista a abandonar los postulados propios de una formación ideológicamente socialdemócrata. Hoy no tenemos nada que ver con lo que está haciendo el resto de la izquierda europea. Nos hemos convertido en una especie de partido radical a la italiana, pendientes de asumir todas la banderas que surgen. Y por otro lado hemos dejado el espacio de centro-izquierda que era el que nos daba la capacidad de poder aspirar a la gobernabilidad del país». Entrando en competencia con una extrema izquierda radical, «que es la que nace siempre en estas situaciones, cuyo concepto autoritario y sectario de las ideas no tiene nada que ver con lo que es el socialismo democrático. Hemos dejado de competir con el PP, nuestro adversario natural. Actualmente estoy muy al margen y soy muy crítico con la situación, más cuando se intenta presentar como solución una especie de primarias, ajenas a la historia al PSOE y que son una escenificación de un cierto caudillismo de elección y proclamación de un líder, algo que no tiene nada que ver con lo que ha sido nuestro partido».

Libertad de culto

Católico practicante y embajador de España en el Vaticano durante un lustro, Francisco Vázquez también se pronuncia sobre el conflicto abierto entre la Iglesia y la Universidad Complutense, que quiere reubicar una de sus capillas: «Es un absurdo tremendo. Me preocupa mucho el resurgir de una intolerancia surgida de ese sectarismo ideológico en el cual empiezan a renacer corrientes de extrema izquierda que son las que se consideran en posesión de la verdad y que el fin justifica cualquier medio. El negar una de las libertades fundamentales, como es la de culto, es una falta de respeto tremenda. No hay ningún país europeo en el que se plantee esta cuestión. Ni Francia, ni Alemania ni los Países Bajos, donde las condiciones religiosas están protegidas y amparadas por la sociedad y el sistema de gobierno. Este sectarismo del siglo XIX que está apareciendo en España es una huida hacia adelante y una manera de desviar la atención de los problemas reales que hay, pero sobre todo es un aviso de una amenaza sectaria que tenemos en puertas en caso de que estos grupos pudieran imponer sus criterios».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación