Ashton Kutcher: «Mi admiración por Steve Jobs es ahora mayor»

Ahora, bajo la dirección de Joshua Michael Stern, Kutcher se libera de la etiqueta de "sex symbol" para encarnar al inventor del ordenador personal en los primeros hitos de la aventura que revolucionó la informática, desde la época hippy universitaria de viajes a India, aprendizaje de la caligrafía oriental y experimentación del LSD en los descalzos años 70 hasta la presentación en octubre de 2001 del primer iPod, el reproductor portátil que cambió el modo de entender la música y las descargas desde Internet.

En una cita promocional en París, el primer usuario de Twitter, seguido actualmente por más de quince millones de personas, explicó a este periódico que su admiración por el visionario empresario fallecido en octubre de 2001 «es mayor y más profunda» tras haberle prestado su físico en la gran pantalla con un parecido asombroso.

- Cómo preparó el papel?

-Durante tres meses tuve la oportunidad de ver unas cien horas de vídeo, entrevistas y presentaciones que había hecho Steve Jobs. Leí numerosos libros y muchos blogs sobre él. Me reuní con amigos suyos, escuché su música y leí libros que él había leído. Trataba de comprender lo que hizo y por qué lo hizo. Luego trabajé con un preparador durante un mes para intentar ver lo que había en mí mismo de Jobs.

-¿Ha buscado solo la verdad biográfica o ha aportado algo propio, de su propia verdad sobre él?

-Lo que he intentado es ser tan honrado como fuera posible al acercarme a las premisas de lo que era la historia del personaje. Cuando uno representa a un personaje real, solo se puede llevar a cabo una aproximación de su realidad. Pero siempre uno, sin darse cuenta, deja su propia impronta. Mi propósito naturalmente era convertirme en detective de su vida. Pero también tenía que hacer un esfuerzo por ser honesto al acercarme lo más posible a la realidad de esa vida.

-¿Se ha sentido limitado en su libertad como intérprete?

-Creo que la verdadera creatividad tiene límites. En este caso, quien compite contigo es el propio creador.

-¿Es frustrante?

-Es un reto, un desafío que puede resultar frustrante.

-¿A Jobs le habría gustado su interpretación?

-Le habría gustado la de otros actores, pero no conozco a mucha gente que sea capaz de ver el reflejo de sí mismo de una manera crítica. Sé de gente de Silicon Valley que le conoció y que ha apreciado la manera en la que se le interpreta. En definitiva, creo que de todas maneras le habría gustado.

-¿Se identifica con Jobs?

-En algunos aspectos podría identificarme. Soy un apasionado de la tecnología. Me gusta crear y construir cosas. Me puedo "perder" mientras lo hago. Creo que tengo una pasión y un disfrute similares por un tipo de creaciones que corresponden al espíritu placentero de un niño. Me gusta Steve Jobs porque también es una persona desbordante.

-¿Ha cambiado su visión personal de Jobs después de haber hecho la película?

-He tenido que hacerlo. También soy más consciente de sus carencias. Le admiraba antes de hacer la película por sus numerosas cualidades y esa admiración es ahora mayor y más profunda. Soy consciente de los grandes sacrificios que tuvo que hacer. También he aprendido algunas cosas de las que no era consciente. Puedo apreciarlo de distinta manera.

-Usted es partícipe en un fondo de inversiones en tecnologías y electrónica para el gran público. En la película Jobs es víctima de los accionistas. ¿El capitalismo financiero puede limitar a veces la inventiva de un pionero?

-La gente que busca un beneficio tiene más limitaciones que el capitalismo de Steve Jobs. Era un tipo que perseguía la innovación y no creo que ese estilo de personajes consiguiera limitarlo. Los peores son los que actúan como esclavos mirando más hacia los riesgos que otro tipo de cosas. De todos modos, la innovación se produce a menudo en empresas que están bajo el dominio de "dictadores", porque tienen capacidad para ir más allá de los riesgos, y donde los miembros del consejo de administración no siempre pueden jugar ese papel. La innovación es lo que genera el beneficio.

-¿Steve Jobs fue un héroe, un visionario, un gurú o un genio?

-Todo. Tenía una educación muy amplia y una curiosidad muy acentuada, obstinadamente dirigida hacia un mercado salvaje.

-¿Un genio tiene que ser tan egoísta como su personaje?

-A Steve Jobs le invitaron al mejor restaurante. Como no le gustó le llevaron a otro, se tomó unos tequilas y habló tres horas de trabajo. Al final consiguió ir adonde quería ir, que era a su casa. La película se centra en ese tipo de cosas, en una trayectoria en la que se confunde vida y trabajo.

-¿Qué conclusión le gustaría que sacara un espectador joven de la película?

-Espero que la gente joven la vea, aprecie y crea que también puede hacer algo en la vida. Que se den cuenta de que están rodeados de gente que no es mucho más lista que ellos y que solo los utiliza. De que pueden crear ellos mismos, aunque sea duro y tengan que hacer sacrificios.