un año sin mingote
Cartas de amor de Antonio Mingote a Isabel
Mientras aprendía a utilizar el ordenador, el dibujante ensayaba sus habilidades escribiendo misivas amatorias a su esposa llenas de fotos, dibujos y letras cambiantes
En un lugar del disco duro de su ordenador de cuyo nombre no se acordaba, Antonio Mingote escribió una maravillosa serie de cartas de amor a su amada esposa Isabel Vigiola, que ABC desvela hoy gracias a la generosidad de su viuda. Son misivas que el Mingote ilustra con fotografías de Isabel y él, autorretratos y dibujos de Don Quijote y Sancho Panza. Don Mingote de la Mancha probaba en el “endemoniado artilugio“ del ordenador todos los tipos posibles de letras para escribirle a Isabel “las cartas de amor que no te he escrito antes porque cómo te iba a escribir si no nos habíamos separado y estabas ahí al lado", anota.
En una de las cartas, Antonio Mingote descorcha en tinajas como el tesoro de Ali Babá todo su amor hacia Isabel:
“Yo, Antonio Mingote, mayor de edad (mayorísimo) y en pleno uso de sus facultades (las pocas que le quedan)
CERTIFICO
Que amo a la llamada ISABEL VIGIOLA como vengo haciendo desde hace la tira de años. Amor que no pienso dejar de sentir hasta que la muerte nos separe (cosa que puede suceder en cualquier momento, y allá ella) y para que conste la firmo en Madrid en el 14 de febrero de 2010, día de San Valentín. (Mira qué casualidad)."
En otra de las misivas, Antonio Mingote expone:
“Pues te diré, Isa de mi corazón, que paseando esta mañana con la fresca (que no es una amiga ligera de cascos como se podría suponer, sino la temperatura. Porque los que paseo son esos señores de la foto de abajo, todos respetables y decentes a más no poder) te decía, digo, que paseando esta mañana he recordado tu ofrecimiento de comprarme lo que me apeteciera. Pues bien. Lo que me apetece es esa preciosa bicicleta de arriba [y se autorretrata Mingote pedaleando], pero sin quitarle las patitas que la tienen inmovilizada, que así es como a mí me gustan las bicicletas: inmovilizadas. Sin más de particular, recibe un apasionado beso de este que lo es. Firmado, Antonio"
Porfiando con las fuentes tipográficas del ordenador, como Alonso Quijano contra los molinos de viento, Antonio Mingote escribe el 11 de julio de 2003, bajo un dibujo del Quijote, obra que ilustraría con más de quinientos bocetos:
“¡Qué barbaridad! Escribo esto por segunda vez. Te había escrito una carta preciosa (letra Frankli Gothic Dem...) contándote lo bien que manejo este artilugio y entonces voy, pulso el ratón donde no se debe, y la preciosidad desaparece. (Letra Pepita MT, que tiene cojones el nombrecito) Te contaba antes que esto del Quijote va muy bien, que las copias salen perfectas y que a ver si dibujos, copias y ordenador nos dan una alegría en cualquier momento o las alegrías tendremos que procurárnoslas por nuestra cuenta. Pues bueno, vale. (letra Bell Gothic, mi preferida, que también puede ser negrita, o finísima, según). Me parece que estoy bastante cansado (Letra Bodoni Highligh CG) y tengo miedo de meter la pata como antes, así que voy a dejar esta empresa (letra California FB) que sólo por el amor que te tengo (la misma, pero ahora Bold) sólo por eso, digo, se puede emprender sin precauciones. El papel se acaba".
En varias ocasiones, Antonio tiene que repetir la carta porque la máquina, o sea el endiablado ordenador, se la ha tragado. "Como lo oyes, le dice a Isabel. Esto es una sorpresa tras otra. Y casi nada sale como uno (que soy yo) quiere, sino como quiere LA MÁQUINA. Así están las cosas, que yo me esfuerzo en ver de color de rosa, pero SOLO PORQUE ESTÁS TÚ. UN BESO GRANDE"
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