Una antigua estrella de la danza declara que el Bolshói es «un inmenso burdel»
Volochkova sostiene que la dirección del teatro obliga a las bailarinas a acostarse con personas influyentes
La ya maltrecha reputación del Teatro Bolshói de Moscú ha sido puesta otra vez en cuestión. Ahora por un escándalo sexual. Una de sus antiguas solistas, Anastasía Volochkova, que no ha cesado en las últimas semanas de fustigar a la dirección del emblemático establecimiento, afirma que «el Bolshói es un inmenso burdel».
Según sus palabras, el director general del teatro, Anatoli Iksánov, obliga a las bailarinas «a meterse en la cama con conocidos multimillonarios o miembros del Patronato» del Bolshói. Volochkova, que fue despedida del teatro en 2003 precisamente por Iksánov, hizo estas declaraciones el domingo al canal de televisión ruso NTV .
«Las chicas son citadas por la Administración según el orden de una lista y se las comunica que tienen que ir a una u otra fiesta o banquete para después acostarse con alguien y hacer todo lo que haga falta en la cama», aseguró la ex estrella del Bolshói ante las cámaras.
De acuerdo con su relato, los que se benefician de este tipo de «servicios» son «oligarcas, integrantes del Patronato o, simplemente, el anfitrión de la velada». Volochkova dijo que «las bailarinas no tiene elección porque, si se niegan, enseguida empiezan los problemas». Por ejemplo, «no son incluidas en las giras al extranjero de la compañía o incluso pueden quedarse sin trabajo».
Los culpables de la agresión a Filin
En otra entrevista concedida después a la emisora de radio rusa RSN admitió que a ella también la hicieron ese tipo de proposiciones hace diez años, pero logró zafarse, según dijo, «gracias a que ya tenía renombre y a que tenía muchos incondicionales entre el público». Iksánov dijo el martes que «no quiero hacer comentarios sobre suciedades y desvaríos».
Volochkova aprovechó sus dos últimas comparecencias para repetir que en el Bolshói «reina la arbitrariedad, la corrupción y el hampa». A su juicio la culpa de todo ello la tiene Iksánov, quien, señala, «cumple el guión que le imponen desde arriba personas muy poderosas que nada tienen que ver con el teatro».
La bailarina no cree que el solista Pável Dmitrichenko , en prisión preventiva por su implicación en el ataque con ácido contra el director artístico, Serguéi Filin , sea el instigador de la agresión. «Los verdaderos culpables son peces mucho más gordos».
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