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Como en la mejor novela de misterio

El periodista y presentador de «Cuarto Milenio» nos cuenta lo sugerente que le parece el misterio de los mayas

Como en la mejor novela de misterio abc

Iker jiménez

Abandonaron sus ciudades de la noche a la mañana. Y se llevaron sus últimos secretos. Los fastuosos templos, los mejores observatorios astronómicos, las urbes pulidas arrancadas a una selva feroz… todo quedó en silencio y para siempre. Lo misterioso, lo verdaderamente inquietante, es que nadie ha encontrado ni sus cosas ni a ellos. Los mayas se convirtieron así en fantasmas de su propia historia y las teorías para explicar este colapso se han ido sucediendo una tras otra a lo largo del último siglo. No hubo guerras, ni hambrunas, ni revoluciones. Entonces ¿qué pudo pasarles?

Nadie parece conocer la respuesta.

Recientemente, hablando con el catedrático Miguel Rivera Dorado –quizá el hombre que más sabe en el mundo sobre los mayas– salió a la luz la posibilidad de una profecía fallida. Una fecha del fin del mundo anterior a la sabida ya por todos. Un día del final de mundo que les obligó a emigrar forzosamente antes de tiempo y con esa fe unitaria y propia de las épocas remotas. Pero nadie explica la no aparición de sus restos. De cientos de miles de osamentas humanas que deben estar perdidas en algún lugar.

En mi opinión, este es sin duda el gran enigma maya.El otro no deja de ser apasionante: 21-12-2012, pero sin duda es tan solo la guinda al gran enigma maya. La fecha de marras aparece en por lo menos cuatro inscripciones y códices –Tortuguero, Estela 6, Inscripción de Cobá y Códice Dresde– y nos advierte de un tiempo de oscuridad con la llegada de un dios tenebroso, Bolon Yokte, que provocará un final abrupto. Entonces, todo lo conocido se acabará. O cambiará de raíz. Y uno piensa, tal y como están las cosas, que la segunda opción a lo mejor no es tan mala.

Como en las mejores novelas de misterio en algunas de estas antiquísimas lascas de piedra el texto queda inconcluso justo antes del desenlace…, como una hoja de novela de suspense arrancada. «Y vendrá… y llegará…» y nos quedamos sin saber qué es lo que llegará.

Yo sigo preguntándomelo. Por eso lo primero que quiero hacer es observar esas estelas. Tocarlas. Comprobar lo que dicen y cómo lo dicen exactamente. Entre otras cosas por eso nos hemos lanzado a hacer «Cuarto Milenio: La Exposición». Un almacén de sueños, emociones y enigmas. Cosas que nos interesan a todos y que ahora van a cobrar forma. Estáis todos invitados, para ayudarnos a comprender este enigma. Quizá entre todos logremos comprender el último misterio maya.

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