Hazte premium Hazte premium

Una marea de fe por doquier

R. C. M.

Hasta doce cofradías celebraron ayer el Vía Crucis con sus titulares en una jornada de calor, devoción y recogimiento

La Córdoba cofrade pudo disfrutar ayer de los múltiples actos piadosos celebrados con motivo del Viernes de Dolores. Tras la aciaga jornada del año anterior en la que la lluvia obligó a las cofradías a realizar el rezo de las estaciones dentro de sus templos, el buen tiempo permitió a las hermandades hacer acto de fe, junto a sus devotos, por las calles de sus respectivas feligresías. Caía la tarde cuando las primeras cofradías comenzaban el Vía Crucis acompañadas del numeroso público que se congregaba en las iglesias y plazas, en su mayor parte del casco histórico y con calor. Una primavera calurosa en su arranque y que hace ya mirar al cielo a muchos cofrades. De momento, las previsiones meteorológicas son óptimas hasta el Martes Santo.

El Nazareno del Rescatado, Nuestro Padre Jesús de la Sangre y el Santísimo Cristo de la Providencia, desde la Parroquia de La Trinidad, fueron los primeros en salir de sus templos. Unos minutos más tarde lo haría Nuestro Padre Jesús de la Pasión, que recorrió las calles de un barrio de San Basilio en el que ya se aprecian los primeros brotes de la primavera. Mientras, en la Cuesta de San Cayetano, se esperaba con impaciencia a Jesús Caído. Previamente, en el interior de la iglesia se celebró la tradicional entrega de los escudos de oro y bendición de los estrenos.

Ánimas por San Lorenzo

La parroquia de San Fernando fue otro de los focos de devoción con motivo del Vía Crucis de Nuestro Padre Jesús de la Redención por las calles del popular barrio de La Huerta de la Reina. Por su parte, la imponente imagen del Cristo del Remedio de Ánimas protagonizó escenas de absoluto recogimiento a su silencioso paso por las vías aledañas a San Lorenzo. A tan sólo unos metros del bello templo fernandino, la Hermandad del Prendimiento hacía lo propio desde el templo de María Auxiliadora. La Misericordia y Las Angustias se decantaron por el acto de oración dentro de sus templos, dejando una bella estampa la imagen de Juan de Mesa en su primer Vía Crucis tras su regreso a una iglesia de San Agustín abarrotada.

Lejos del bullicio del Centro, el Cristo de las Lágrimas presidía el rezo de las estaciones por el barrio del Parque Figueroa. Por último, un año más, la Hermandad de San Álvaro celebró el tradicional ejercicio del Vía Crucis en el santuario de Scala Coeli, donde recreó el realizado a principios del siglo XV en ese mismo lugar por San Álvaro de Córdoba.

Además de todos estos actos, las hermandades cordobesas prepararon numerosos besamanos y besapiés con sus sagrados titulares.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación