Hazte premium Hazte premium

«Con toda mi humildad y mi fe te pido que ayudes a Córdoba»

El subdelegado de Gobierno desgranó un emotivo pregón a la Virgen del Socorro

«Con toda mi humildad y mi fe te pido que ayudes a Córdoba» MIGUEL ÁNGEL

P. GARCÍA-BAQUERO

«He cantado a este Relicario de Córdoba donde a Nuestra Señora del Socorro acompañan los compatronos de la ciudad. Te he cantado a tí, Virgen del Socorro, como Reina de la Corredera. Y me he puesto a tus plantas, Mardre Mía del Socorro como mensajero de las necesidades de cuantos te aman». Con estas palabras, el subdelegado de Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, evocaba ayer en la parte final de su Pregón a la Alcaldesa Perpetua de Córdoba y Patrona del Mercado de la Corredera en su ermita. En un pregón plagado de referencias poéticas que retratan Córdoba y su devoción, como las de Ricardo Molina, Dámaso Alonso o el propio Pablo García Baena, Primo Jurado no quiso olvidar su condición de representante público, en este caso del Gobierno de España en Córdoba. En este sentido, se dirigió a la Alcaldesa Perpetua diciéndole: «Con toda mi humildad y mi fe, Virgen del Socorro, te pido que ayudes a Córdoba y a España entera en esta etapa difícil de nuestra gran Historia. Socorre a quienes sufren el drama del paro e ilumina a los gobernantes para que acierten con las medidas y hagan de su vida pública un servicio total a la sociedad».

En este sentido, el pregonero matizó que no es incompatible el servicio a un Estado aconfesional con la fe religiosa. «La Iglesia aporta al Estado lo mejor que tiene», aseguró, «su amor y su esperanza». Primo Jurado hizo de guía en la propia ermita descubriendo a las decenas de devotos que se congregaron en esta pequeña capilla el Relicario de Córdoba. Presentó a los compatronos San Acisclo y Santa Victoria, el Custodio, San Rafael, así como San José o el Cristo de las Tribulaciones, talla dieciochesca que salió en vía crucis desde 1721 a 1976 por las calles del barrio. De la imagen de la Virgen destacó cuatro rasgos: «El primero, su semblante sereno. El segundo, su mirada casi sonriente, mirada al frente, decidida, saliendo a nuestro encuentro. El tercer rasgo es el Niño Jesús que sostiene en brazos, también mirándonos y cuya mano derecha se alza entre bendiciéndonos y señalándonos el camino a la eternidad. El cuarto, su exquisita ornamentación y vestiduras».

La Virgen del hospital

En su pregón, el subdelegado, como buen historiador, recordó la vinculación de la Virgen del Socorro con la plaza de la Corredera. «La devoción de la ciudad por la Virgen del Socorro arranca en 1589, un 21 de septiembre de viento huracanado, y en un lugar muy concreto, la plaza de la Corredera. Los cordobeses atribuyeron que no ocurriera ninguna desgracia en aquella terrible jornada de fenómenos atmosféricos a Nuestra Señora del Socorro». La imagen recibía culto en uno de los altares de un hospital que asomaba a la la Plaza de la Corredera, el espacio más bullicioso y de mercadeo de aquella Córdoba del Siglo de Oro.

Primo Jurado puso el broche de oro a su pregón anunciando la salida procesional de la Alcaldesa Perpetua el próximo 29 de septiembre cuando «irá llenando de bendiciones, con el perfume del amor, de la fe, de las promesas, de las peticiones y de las lágrimas, tu barrio, San Pedro y la Plaza de la Corredera. Ni tú, ni tu Hermandad estaréis sola ese día».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación