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Desengañados, exempleados y parados, el filón del político y empresario

Desengañados, exempleados y parados, el filón del político y empresario ARCHIVO

A. G.

Los barrios con más exclusión reflejan a la perfección el perfil del votante con el que Gómez sorprendió a todos en las municipales de 2011

Cuando en 2011 el partido de Rafael Gómez se convirtió en el segundo más votado, por detrás del PP, muchos se llevaron las manos a la cabeza y se preguntaron de dónde habían podido salir los más de 25.000 votos que le auparon como líder de la oposición. Hoy ya no es un misterio que la bolsa de votos de UCOR se encuentra en el antiguo caladero de partidos de izquierdas como IU y PSOE. Las actuaciones y presencia del empresario en zonas como Palmeras y Moreras avala que todos los esfuerzos de su partido van encaminados a mantener la fidelidad de sus votantes.

Según un estudio realizado por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA), el perfil del votante de Gómez es el de un descontento con la política de los partidos tradicionales—un 45% de su bolsa de votos—, que normalmente está en situación de desempleo— un 47% de sus electores, frente a la media del 26%—y que tiene un perfil de izquierdas. En concreto, en las pasadas elecciones municipales, UCOR se llevó un 23% de los votantes de IU y cerca de un 19% de los del PSOE.

Junto a esto, el papel de los exempleados de sus empresas juega un papel fundamental para asegurarse otro buen puñado de votos.

A esto hay que unirle que el caso de Unión Cordobesa es el del partido que depende exclusivamente de la figura de su líder, Rafael Gómez, que aglutina las simpatías y la valoración positiva de sus votantes, por encima incluso de la de los líderes del resto de partidos. En este sentido, la cercanía y la presencia constante de Gómez, a pie de calle, juegan a su favor para amarrar a sus votantes.

La estrategia que el líder de UCOR está siguiendo desde hace dos años de forma callada, pero constante en zonas como Palmeras y Moreras reafirma a las claras que Gómez quiere mantener la fórmula del éxito. El caso de Palmeras es un melón por descubrir, ya que cuenta con el mayor índice de abstención de toda la capital, entre un 40 y un 55% que, caso de movilizarse, podrían suponer un importante rédito electoral.

El barrio es un perfecto botón de muestra del perfil del votante de Gómez: con una tasa de paro que en algunos momentos ha llegado a rozar el 70% y con un perfil eminentemente de izquierdas, el PP sólo logró un 6% de los votos en las pasadas municipales.

En Moreras la situación es similar, aunque con matices, ya que el barrio es mucho más amplio y engloba zonas deprimidas y otras que no entran en el perfil en el que parece estar incidiendo Gómez. Allí, el PP obtuvo un 25% de los votos en un censo de más de 3.000 electores. El resto fue para el PSOE e IU, que son los principales amenazados por la presencia del líder de UCOR en sus, hasta ahora barriadas de votos fiel.

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