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Alejandro Sanz «Lo que más temo de la gira son los camerinos»

Tras el éxito cosechado en Latinoamérica, su tour «La Música no se toca» llega a España

BELÉN GARCÍA HIDALGO

desconfía de los concursos y por ello, cuando en la multitudinaria rueda de prensa que ayer reunió a numerosos medios nacionales e internacionales se le hizo la pregunta del momento, «¿se atrevería a representar a nuestro país en Eurovisión?», fue tajante: «no». Y no es que Alejandro Sanz no se sienta español, al contrario. Recuerda un concierto celebrado en Argentina, en el que quiso compartir con el público el triunfo de la selección española de fútbol en el Mundial de Sudáfrica. «No les hizo gracia. Allí puedes bromear con muchos temas, pero no con el fútbol», comentó el cantante entre risas.

En Latinoamérica, el artista es muy querido. Su gira «La música no se toca», que comenzó en octubre del pasado año, ha sido todo un éxito: más de 300.000 personas se reunieron en torno a sus canciones. Alejandro Sanz pretende que, en sus conciertos, el público se reencuentre con «sus emociones, sus recuerdos y que pueda revivir momentos».

Momentos como el que disfrutará en la que será la última cita de la gira española, el 11 de agosto en Marbella, dentro del festival Starlite. Allí recibirá de manos de Antonio Banderas un premio honorífico. No descarta compartir escenario con el actor malagueño: «Creo que cantaremos juntos», comenta. No sería la primera vez, pues sus voces ya interpretaron algunos versos de Federico García Lorca.

Cuando se le preguntó por las declaraciones realizadas el pasado mes de febrero por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, sobre el pago de impuestos de los artistas españoles en el extranjero, fue el único momento en el que se puso serio. «Esas declaraciones no fueron ni las más acertadas ni las más justas, pero todos tenemos un mal día», dijo. Y aprovechó la ocasión para recordar que él «siempre ha sido y será residente español».

Por otro lado, el músico madrileño ha conseguido tener una «fecha propia en el calendario». El 30 de abril será el día de Alejandro Sanz en la ciudad de Los Ángeles, un reconocimiento que le hubiera ilusionado compartir con su madre, María Pizarro, fallecida el pasado año: «Me habría gustado que ella hubiera estado allí para poder presumir con sus amigas de peluquería y esas cosas». A punto de celebrar su primer aniversario de boda, tiene unas palabras para la otra mujer de su vida, Raquel Perera. «Estoy muy contento. Tengo una vida maravillosa». Agradecido, Alejandro Sanz afirma que «hay días en los que me levanto y no me lo creo».

Con esta gira, el cantante regresa a su ciudad natal, Madrid, donde «por fin» ya tiene casa. Estará más cerca de los suyos, aunque, en ocasiones, le provoque cierto miedo: «Lo que más temo de las giras son los camerinos porque viene toda la familia, los amigos... Es un horror».

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