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Un dulce de Guinness

Un grupo parroquial supera récord mundial con la torta de azúcar y chocolate más grande, de 424 metros

F. M.

El factor humano resultó ayer crucial para poder cumplir la asociación Dulce Nombre con su objetivo de extender para una causa humanitaria 424 metros de la tradicional torta montillana de azúcar y chocolate. El proyecto lo bautizaron con el nombre «Porque la torta mola» y, una vez montada a las 16.30 de la tarde, ocupó las dos aceras de la avenida de Andalucía.

De hecho, el presidente de este colectivo juvenil, José Luis Baños, destacó que «la principal materia prima del dulce ha sido la aportación humana, con en torno a cien personas que han colaborado, entre los miembros de nuestra asociación y de otras hermandades montillanas», sin contar la inestimable aportación profesional de la Panadería Manuel Bellido en su elaboración. El colectivo del Dulce Nombre alcanzó el récord Guinnes, el que hasta ahora detentaba la localidad peruana de Comas, donde en 2011 montaron una torta de similares características de 337 metros.

A beneficio de Álvaro

El dinero que se recaude por su venta, en porciones de un euro cada una, se destinará a ayudar a un pequeño de tres años, Álvaro, con parte de su familia cordobesa y parte montillana. «Nació no a los 9, sino a los 6 meses, y en el hospital pilló una meningitis que le afectó al cerebro, con lo que le quedó una lesión grave que no le permite poder hablar o andar con normalidad como a cualquier niño de su edad», terció Baños. Todo el dinero, del que confiaban en obtener más de 5.000 euros, será para un tratamiento que precisa en un centro especializado en Italia. «Es una clínica estadounidense de gran prestigio, donde se trata al hijo de Bertín Osborne, que padece una dolencia similar a la de Álvaro». Y se trata de un centro muy especializado, «quizás la única clínica en todo el mundo capaz de tratar este tipo de dolencias de un modo correcto». José Luis Baños puso de relieve la reacción emocionada que en todo momento ha mostrado la familia de Álvaro ante este despliegue humanitario.

«Su reacción ha sido de total satisfacción y agradecimiento, pues tienen que ir a Italia al menos dos veces al año, debido a que lo que también hacen allí es informarles de forma adecuada para intentar recuperar la vitalidad de Álvaro». El alcalde, Federico Cabello de Alba, inauguró la degustación de la torta. La actividad sigue los pasos del roscón de reyes, el bocadillo de jamón y la tableta de chocolate más grandes del mundo, los otros récords reconocidos ya a este grupo parroquial.

Entre las actividades paralelas programadas, se incluyeron también un pasacalles y un «pintacaras» para los más pequeños. José Luis Baños calculó que distribuyeron entre los cientos de asistentes que hubo «más de 4.000 ó incluso 5.000 porciones» de la torta gigante.

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