ENTREVISTAManuel Llombart Conseller de Sanidad
«El mantenimiento de RTVV era incompatible con las políticas sociales»
Manuel Llombart (Valencia, 1969) cumple un año al frente de la Conselleria de Sanidad. Entre sus logros como gestor, el ex director del IVO destaca el ahorro en medicamentos –105 millones en 2013-, la reconciliación con los farmacéuticos (con los que casi ha cancelado las deudas), y la buena sintonía con los facultativos. Más ambiguo se muestra respecto a su balance como figura política, terreno en el que muchos le auguran un gran porvenir.
–En el presupuesto de 2014, el peso relativo de la Sanidad es del 41,7% ¿Cómo interpreta este aumento?
–Dice mucho de la importancia que da este Gobierno a las políticas sociales. Hay comunidades que se las dan de muy sociales, como Andalucía, que dedica cuatro puntos menos de su presupuesto. Otras como el País Vasco, que se pone como icono de la sanidad pública, le dedican un 32%.
–¿En qué medida es compatible esta inversión con el cumplimiento del objetivo de déficit del Gobierno?
–Para sostener la sanidad necesitamos 5.374 millones. Como la Generalitat no puede hacer más esfuerzos de contención del gasto, la cuestión del déficit dependerá de que el Gobierno nos compense con las transferencias que nos corresponden. Cuando eso se consiga, esta comunidad estará en superávit.
–Alberto Fabra llegó a decir que prefería cerrar RTVV antes que un hospital ¿Podría haberse dado ese escenario realmente?
–Si priorizamos una serie de cosas, habrá que detraer de algún lado. El escenario que se le había obligado a asumir con RTVV era incompatible con la sostenibilidad de las políticas sociales en la Comunidad. El presidente no pudo ser más coherente.
–¿Prevén incorporar nuevos cupos a los tratamientos de alto impacto económico en 2014?
–Más que establecer cupos hemos creado comités de expertos para que evalúen la conveniencia o no de prescribir este tipo de tratamientos. También es una forma de amparar al médico para evitar que tenga que tomar la decisión a solas frente al paciente.
–¿Ha tenido la tentación de retirar alguno de estos tratamientos, escudándose en que no se prescriben en algunas comunidades?
–Eso no lo vamos a hacer jamás.
–¿Cuál es su opinión sobre el uso del cigarrillo electrónico?
–No hay informes concluyentes sobre si son inocuos para la salud o no. Ante la duda, creo que se debe actuar prohibiendo su consumo. Hemos empezado a tramitar una instrucción para regular coyunturalmente el uso de estos dispositivos hasta que el Ministerio se pronuncie.
–Como economista y profesional de la gestión sanitaria, entró en el Consell con un perfil técnico. Sin embargo, ahora se le aprecia como un activo con mucho potencial. ¿Le ha tomado más gusto a la arena política de lo que pensaba?
–No sé si tengo potencial, pero sé es que estoy encantado y absolutamente obsesionado por que la sanidad valenciana funcione lo mejor posible. Ése es el objetivo con el que entré aquí y con el que me iré.
–¿No se ha sentido nunca como pez fuera del agua?
–Me he intentado adaptar lo mejor posible. Lo que puedo decir es que no será por falta de esfuerzo, entrega y compromiso.
–Habida cuenta de la imputación de sus predecesores Luis Rosado y Manuel Cervera, ¿ha agradecido alguna vez haber entrado en la Conselleria después de que explotara el caso «Gürtel»?
–Después de trabajar en este despacho un año, pongo la mano en el fuego por la honorabilidad de estas personas. Estoy convencido de que se acabará confirmando. Ésta es una Conselleria muy complicada, que maneja un presupuesto muy elevado y hay un alto nivel de contratación y expedientes.
–Es el conseller que menos se está exponiendo en este clima de crispación política y social. ¿Es una estrategia para preservar sus expectativas?
–Yo protagonizo incluso más actos que otras consellerias, pero quizás los de Sanidad son muy endogámicos. Desde luego, ansias de protagonismo por mi parte, ni las he tenido, ni las tendré.

