El nuevo Plan de Vivienda tendrá sus ejes en el alquiler y la rehabilitación

En una entrevista concedida al programa «Parlamento» de Radio Nacional de España, y recogida por la Junta de Comunidades, la consejera desgranó los principales objetivos del nuevo Plan de Vivienda que se va a poner en marcha, los últimos logros alcanzados en materia de agua –como la reciente aprobación del Plan del Tajo en el Consejo de Ministros del pasado viernes 11 de abril-, así como el compromiso mantenido en materia de conservación del patrimonio vial desde el inicio de legislatura.

Respecto al Plan de Vivienda de Castilla-La Mancha, que está en tramitación y que aglutina un conjunto de ayudas que se sufragarán tanto con fondos estatales como autonómicos, fruto del convenio que firmará el Estado con las comunidades autónomas-, Marta García aseguró que constituirá un Plan «novedoso e innovador, en relación con la política de vivienda que se ha hecho en esta comunidad y en el país en los últimos 20 años».

Afirmó que seguirá las líneas que ha llevado a cabo el Gobierno de Cospedal en estos años de legislatura. Así, apostará por el alquiler y centrará el esfuerzo presupuestario en ayudar a los ciudadanos, especialmente a los que más dificultades tienen para acceder a una vivienda.

Remarcó que la rehabilitación será también clave porque «permite que los ciudadanos disfruten de casas más cómodas, seguras y eficientes y porque sirve de estímulo al sector de la construcción». También el plan pretende priorizar la función social de la vivienda pública.

Preguntada por la aprobación de los planes del Tajo y del Júcar, y respecto a las nuevas reglas del trasvase Tajo-Segura, la consejera de Fomento recordó que Castilla-La Mancha participa en 7 demarcaciones hidrográficas y que el Gobierno regional «ha conseguido, en todas esas demarcaciones hidrográficas, un 11 por ciento más de agua, un avance importantísimo».

Además, subrayó lo que consideró logros alcanzados en la planificación, como los 400 Hm3 de reserva en la cabecera, en los pantanos de Entrepeñas y Buendía, garantizados por ley, lo que significa que, por debajo de 400 Hm3 en cabecera (hasta ahora eran 240) no va a haber trasvases «porque es el agua que necesita Castilla-La Mancha para su desarrollo económico y social, para satisfacer sus necesidades presentes y futuras».

Respecto al Plan del Júcar, recordó que la ciudad de Albacete ya no va a tener que pagar a los regantes valencianos aguas superficiales, una cuestión «injusta» que derivaba del Convenio de Alarcón.

Además, señaló que Cuenca «tiene 11 Hm3 más de agua, que no tenía el Plan del 98, a pesar de que estamos hablando de un río deficitario».

Asimismo, Marta García valoró el esfuerzo del Gobierno de España al hacer realidad, a través del Consejo de Ministros, unas obras como es la segunda fase de sustitución de bombeos, así como el Plan de actuaciones prioritarias que destina 74 millones de euros para Castilla-La Mancha. Además, puso de relieve la obra que afecta a Talavera de la Reina, «la gran olvidada en toda la planificación hidrológica» anterior porque se ha logrado, entre otras cosas, un caudal mínimo del río Tajo a su paso por Talavera de 10 m3.

En lo que se refiere a carreteras, la consejera hizo alusión a un dato que dio a conocer la Dirección General de Tráfico en el que concluía que el 80% de los accidentes con víctimas se producen en las carreteras convencionales, «no en las grandes autopistas o en las autovías». Un dato que para Marta García avala que «el primer interés de cualquier responsable en carreteras sea la seguridad vial, conservar nuestro patrimonio viario».

Por ello, «hemos actuado en cerca de 3.000 kilómetros de carreteras con señalizaciones, con refuerzos, con actuaciones de conservación y seguimos en esa línea».

En el tercer Plan de Carreteras que el Gobierno está preparando se dará un «paso más allá» porque centra los recursos públicos en la seguridad vial, pero abierto a la participación pública, en colaboración con la Administración del Estado, con las administraciones locales y con las diputaciones. Se trata, según indicó García, de «poner el mapa de lo que necesita Castilla-La Mancha en los próximos años», un Plan centrado en conservar nuestras carreteras porque esa labor «favorece nuestro desarrollo económico».