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El PSOE derivaba pacientes a más clínicas privadas de Madrid que el PP y por más dinero

A. M.

Nuevos datos desmontan el mensaje desde la oposición socialista del paulatino incremento de la sanidad privada en Castilla-La Mancha. Por el contrario, en el año 2011, el gobierno socialista de José María Barreda destinó 99 millones de euros a derivar pacientes a la Sanidad privada. De ellos, una gran parte recibían atención en Madrid, en cinco clínicas más y con más importe del que concierta el gobierno actual. Frente a esas cantidades, el dinero invertido en sanidad privada por parte de la actual Junta gobernada por el PP llegó en el año 2013 a los 63 millones de euros, lo que supone una notable reducción.

La apuesta del gobierno de Cospedal por utilizar los medios públicos en Sanidad ha llevado a que cinco clínicas con las que antes se operaba en Madrid (La Moncloa, Fuensanta, Hospital de Alcorcón, Infanta Leonor y Grupo Quirón) no recibieran ni un solo paciente de Castilla-La Mancha a lo largo del año 2013. A todos ellos, el gobierno de Barreda derivaba pacientes. En uno de esos centros, la Clínica Fuensanta, el coste para Castilla-La Mancha con el gobierno socialista alcanzó los 1,2 millones de euros.

En la mayoría de los hospitales con los que se opera en Madrid, el Gobierno de Cospedal ha rebajado notablemente los importes (ver cuadro). Así, en la Anderson International, a la que el PSOE llegó a dar seis millones de euros en 2011, apenas se ha derivado pacientes por valor de 153.000 euros, lo que supone una reducción del 97%.

Todos estos datos contrastan con el discurso de pancarta del PSOE, repitiendo el eslogan de defensa de la Sanidad pública, cuando daba más dinero a la privada que el gobierno actual. Precisamente la denominada Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública ha convocado hoy en Toledo una manifestación sobre la política sanitaria del actual Ejecutivo regional.

Gastos y deudas

Dentro de este debate, y tras el que tuvo luagr en la tarde del jueves en las Cortes regionales, el portavoz de Sanidad del PP en esa institución, Carlos Velázquez, dio ayer a conocer lo que denominó «decálogo de los horrores» en materia sanitaria del anterior Ejecutivo socialista, que incluye la generación de una deuda de 5.000 millones o el gasto de 8.000 euros en un vino navideño. Velázquez, en rueda de prensa, explicó que son diez asuntos sobre los que «los actuales dirigentes el PSOE tienen que dar explicaciones» y «responder muy claramente por qué hoy están diciendo que son defensores de la sanidad pública», una «gran mentira por su parte», ha añadido.

El primer asunto de la lista que enumeró fue la «impresionante deuda sanitaria de 5.000 millones de euros» que provocó que «miles de proveedores se quedaran al borde de la ruina así como innumerables despidos». Como consecuencia de ello, la Consejería de Sanidad se ve obligada a destinar diariamente tres millones de euros a la deuda, dos que corresponden a intereses y uno a amortización.

El segundo punto del decálogo es, para Velázquez, el «faraónico proyecto» del Hospital de Toledo, que se planeó con un presupuesto de 200 millones de euros, que después aumentaron a 600, con un pabellón de obras con un coste de cuatro millones de euros y «medio millón de euros para azulejos portugueses». A eso añadió las «peonadas sin control» que llegaron a alcanzar un coste de 117 millones de euros anuales.

El cuarto punto al que se refirió Velázquez es «la construcción de algunas de las sedes de la Consejería de Sanidad en las distintas provincias». Para ilustrarlo, citó el caso de Toledo, donde las obras de la Consejería costaron 30 millones de euros y las de la sede del Servicio regional Salud (Sescam) otros 30 millones.

En quinto lugar, Velázquez situó «el uso partidista del dinero», como el pagar 500.000 euros «a un diario de la provincia de Cuenca para hacer política, electoralismo y partidismo a costa de la sanidad». A eso se suman «las fiestas y celebraciones» realizadas en la Consejería de Sanidad, como el vino navideño de 2009 que supuso un coste de 8.000 euros en un año en el que «se batió el récord de la tasa de desempleo». El séptimo punto del decálogo es para la deuda con las farmacias, que provocó que en 2011, al llegar el PP al Gobierno, no hubiese «ni un solo euro para pagar» porque ya «se habían fundido todo el presupuesto del año».

A este hecho, sumó «el olvido de los gobernantes del PSOE a la dependencia», que justificó en que en 2011 presupuestaron 26,5 millones de euros cuando eran necesarios 142.

Como penúltimo punto del decálogo apuntó a la «gran mentira» del PSOE al criticar la sanidad privada cuando contrataban médicos de la sanidad privada para realizar operaciones en centros públicos, como fue el caso de Tomelloso, donde gastaron en este cometido en 2009 «más de 100.000 euros», y gastaban «un 70% más en derivaciones a la sanidad privada».

Cierra el decálogo el hecho de que «el PSOE construyera la sanidad del ladrillo sin pagar el ladrillo que había encargado», con «carteles del Sescam y primeras piedras sin presupuesto» y con un criterio para realizar las obras alejado del de ser «servicio público».

Crítica de IU

Dentro de la refriega sanitaria entre el PP y el PSOE ayer entró en acción el coordinador regional de IU en Castilla-La Mancha, Daniel Martínez, quien reprochó a uno y otro partido que estén escenificando una «batalla sanitaria» en el que los únicos argumentos que utilizan para debatir el estado de la sanidad pública sea el «y tú más». A su juicio ha sido «una clara representación vacía de contenido real y de interés para la ciudadanía».

Según Martínez, «la gestión de los gobernantes del PSOE ha impulsado y abierto las puertas a la gestión privada, circunstancia que ha aprovechado el PP para abrir la sanidad de par en par a su privatización».

También criticó el acuerdo conjunto que modificó el artículo 135 de la Constitución para dar prioridad al pago de la deuda frente a «servicios básicos» como la sanidad, educación, servicios sociales o dependencia.

Para Martínez, ni el PP ni el PSOE hablan de lo que de verdad importa a los castellanomanchegos y «fingen un debate que no llega al fondo de la cuestión sanitaria». Martínez resumió que lo que necesita la sanidad regional es «muy sencillo» y consiste en «abandonar los recortes y comenzar un ciclo de inversiones y contratación de personal suficiente».

Por su parte, UGT cree que el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, «ha faltado al respeto a todos los trabajadores de la sanidad pública» al decir, en su comparecencia en las Cortes, «que las plantillas han aumentado en estos dos años». Según UGT, los turnos de tarde «se han incrementado significativamente con la ampliación de jornada, aprobada por el Gobierno del PP, que supone la realización de 18 jornadas adicionales al año de media».

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