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El extesorero de Villarrubia confesó ser un ladrón, según sus compañeros

El acusado, de 67 años y que se enfrenta a doce años de cárcel, se negó a declarar en la Audiencia Provincial de Ciudad Real

El extesorero de Villarrubia confesó ser un ladrón, según sus compañeros M. CIEZA

DIEGO MURILLO

El exalcalde de Villarrubia de los Ojos Fernando García-Santos declaró este martes que el extesorero del Ayuntamiento de la localidad Florencio Palomino le reconoció que era un «ladrón» y que había robado importantes cantidades una vez que fue descubierto por las autoridades municipales.

El extesorero, de 67 años, se negó a contestar a las preguntas de los letrados en la vista oral que se celebró en la Audiencia provincial de Ciudad Real tras dos aplazamientos.

Está acusado de haber malversado casi 145.000 euros de las arcas municipales y de falsedad de documento, delitos que había cometido entre los años 2001 y 2003 y por los que el Ministerio Fiscal solicita 12 años de prisión.

Las alarmas saltaron, según el exregidor, cuando tuvo conocimiento de la disposición del entonces tesorero de una tarjeta de crédito a su nombre en una cuenta del ayuntamiento.

Fue entonces cuando el alcalde, según declaró ayer, denunció los hechos y ordenó registrar el despacho del tesorero por parte del sargento de la Policía Local.

En ese registro, el propio tesorero reconoció a varios testigos que había sustraído una cantidad cercana de 60.000 euros y pidió al alcalde unos días para reponer el dinero a través de un crédito que había solicitado a la Fundación Ruiz Mateos.

García-Santos indicó que el acusado confesó también a sus compañeros del Ayuntamiento que era un «ladrón» y que pidió «perdón por todo lo que había hecho» durante los últimos años en los que, según el Fiscal, también se apoderó de diferentes cantidades por valor de 79.620,65 euros procedentes del pago de impuestos y multas.

El exregidor confesó que fue él quien autorizó al procesado, sin saberlo, para que abriera una nueva cuenta en el Banco Santander donde Florencio Palomino era la única persona con poderes de disposición de efectivo y uso de tarjetas de crédito.

Le subieron el sueldo

«Como alcalde siempre he tenido confianza en los técnicos y trabajadores del Ayuntamiento durante los 20 años», reconoció García-Santos.

Y «más», dijo, en el entonces tesorero, a quien subió el sueldo en 2003 en 23.000 euros en concepto de productividad por «su larga trayectoria y dedicación al Ayuntamiento» durante más de 40 años.

Por su parte, la actual tesorera, Enriqueta Romero, que en el momento de los hechos era auxiliar de Tesorería en el Ayuntamiento de Villarubia de los Ojos, comentó que el acusado justificó su actuación por «problemas familiares y económicos» derivados de la deuda que tenía con una cooperativa del municipio.

Romero corroboró la existencia de unos «apuntes contables» correspondientes a 2001 y 2002 procedentes de recibos en concepto de multas, vados permanentes, impuestos de circulación de vehículos, agua y basura, que fueron abonados por los vecinos y entregados al tesorero, y que no fueron ingresados «en ninguna de las cuentas corrientes del Consistorio ni en concepto de gastos ni en la caja fuerte», dijo.

La Sección de Enjuiciamiento del Tribunal de Cuentas ya condenó en marzo de 2009 al acusado del pago de 145.390,52 euros, correspondiente a la cantidad distraída.

Según el letrado de la defensa, el acusado pagó esa cantidad gracias a la venta de una finca familiar y que lo hizo de «forma voluntaria», un extremo que el exalcalde de Villarubia ha declarado «desconocer».

La vista oral seguirá mañana en la sección segunda de la Audiencia provincial de Ciudad Real con los testigos de la defensa y las pruebas periciales

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