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La nutria del tamaño de un lobo que dominaba los humedales de China

El animal extinto tenía una mandíbula inesperadamente resistente, lo que sugiere que pudo haber sido un depredador superior hace 6 millones de años

Recreación de Siamogale melilutra MAURICIO ANTON

ABC.es

Una enorme nutria del tamaño de un lobo que vivió hace unos 6 millones de años en los humedales de lo que hoy es el suroeste de China pudo haber sido un depredador dominante, según un nuevo estudio que analiza las mandíbulas del animal.

La criatura, Siamogale melilutra , pesaba casi 50 kilos, más grande que cualquier nutria viviente. Al principio, los investigadores pensaban que se trataba de una versión más grande de una nutria marina, pero cuando utilizaron ordenadores para simular cómo era su mordisco, observaron que los huesos de la mandíbula eran mucho más firmes de lo esperado . Esta rigidez le habría dado a la nutria una mordida sorprendentemente fuerte , incluso por su tamaño, explican en la revista Scientific Reports.

«No lo sabemos con certeza, pero creemos que esta nutria era un depredador principal, muy por encima de especies vivas de nutrias», dice Jack Tseng, investigador de la Universidad de Búfalo, en Nueva York (EE.UU.). «Nuestros hallazgos implican que Siamogale podría aplastar presas mucho más duras y más grandes que cualquier nutria viva».

Las nutrias modernas tienen una dieta variada que va desde plantas y roedores hasta peces, cangrejos y almejas. Según los hallazgos del nuevo estudio, las mandíbulas de S. melilutra habrían sido lo suficientemente fuertes como para aplastar las conchas de los grandes moluscos o los huesos de aves y pequeños mamíferos como roedores, aunque se desconoce qué es lo que comía exactamente.

Para entender mejor a S. melilutra, Tseng y sus colegas compararon el animal prehistórico con sus congéneres vivos. El equipo utilizó tomografías computarizadas (TC) de cráneos para crear modelos 3-D que muestran cómo los huesos de la mandíbula de diez de las trece especies de nutrias vivas conocidas se doblan bajo las fuerzas de la mordedura. El equipo también hizo un modelo para S. melilutra , utilizando tomografías computarizadas de fósiles como guía. El trabajo incluyó una reconstrucción digital minuciosa del cráneo basado en un fósil triturado.

Formidable cazador

Una comparación de todas las simulaciones de la mandíbula de nutria reveló una relación lineal entre la rigidez de la mandíbula y el tamaño del animal: las nutrias más pequeñas tenían mandíbulas más robustas. Pero S. melilutra fue un caso atípico: las mandíbulas modeladas del mamífero fueron seis veces más resistentes de lo esperado. Esta fuerza, emparejada con el tamaño de la criatura, la habría convertido en un formidable cazador.

«En el momento en que vivía la nutria, el área donde se encontraron sus restos incluía un pantano o un lago poco profundo rodeado de bosques perennes o densos», explica Denise F. Su, paleoecólogo del Museo de Historia Natural de Cleveland. «Había una fauna acuática diversa en Shuitangba, incluidos peces, cangrejos, moluscos, tortugas y ranas, así como muchas especies diferentes de aves acuáticas, todas las cuales podrían haber sido presas potenciales de S. melilutra».

En este ambiente húmedo y boscoso, el poder de la mandíbula de la nutria podría haberle dado ventaja sobre los depredadores que no podían cazar en el agua ni aplastar las conchas de las presas acuáticas. «Se sabe que los carnívoros desarrollan poderosas mandíbulas, a menudo con el propósito de agrietar los huesos de sus presas», dice Xiaoming Wang, del Departamento de Paleontología de Vertebrados del Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles. «En el pantano poco profundo del sur de China, es posible que una gran cantidad de almejas grandes llevara a estas nutrias gigantes a adquirir sus raros rasgos, incluidos sus dientes aplastados y sus robustas mandíbulas».

Uso de herramientas

Además de proporcionar información sobre S. melilutra, el nuevo estudio plantea preguntas generales sobre la relación entre el poder de la mandíbula y la dieta en los animales. Por lo general, los científicos esperan encontrar mandíbulas más poderosas en las criaturas que comen alimentos más duros. Pero de acuerdo con el nuevo estudio, estos dos rasgos no coinciden con las nutrias vivas: la fuerza de la mandíbula se correlaciona con el tamaño, independientemente de la elección de la comida.

El uso de herramientas puede ayudar a explicar esta discrepancia, permitiendo que algunas nutrias con una mordida relativamente débil ataquen alimentos difíciles: «Las nutrias marinas, por ejemplo, nadan de espaldas y utilizan sus pechos como plataforma para triturar sus alimentos con piedras», dice Tseng.

Pero el uso de herramientas no puede explicar por completo el patrón que vieron los científicos, y se necesita hacer más investigación para comprender esta tendencia inesperada.

Por ahora, Tseng cree que todavía es posible sacar algunas conclusiones sobre S. melilutra en base a su fuerza mandibular inusual. «Creemos que la anatomía significa algo porque no está dentro del patrón habitual que vemos en otras nutrias», dice. «Las fuertes mandíbulas sugieren que la nutria primitiva probablemente no tenía la capacidad de usar herramientas, y combinado con el tamaño gigante, era probable que fuera un depredador superior».

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