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La pelvis femenina encoge a partir de los 40

Un estudio ha analizado la evolución de la pelvis femenina desde el nacimiento hasta la vejez. Ha concluido que alcanza su anchura máxima entre los 25 y los 30, y que a partir de los 40 comienza a estrecharse

La anchura de la pelvis es clave en la fertilidad femenina, porque de ella depende que el tamaño del canal de parto sea el adecuado Chiara CremaschiChiara Cremaschi

ABC.ES

Antes de la pubertad, las caderas de niños y niñas tienen una anchura similar. Pero después, los estrógenos transforman el cuerpo de las chicas y, entre otras cosas, aumentan la anchura de su pelvis, en un proceso que es fundamental para la fertilidad femenina. Sin este cambio, la cabeza de los bebés no podría salir por el canal del parto.

Tradicionalmente, los científicos han considerado que, tanto la anchura de las caderas femeninas como el tamaño de la cabeza de los recién nacidos han alcanzado su máximo a lo largo de la evolución, porque unas dimensiones mayores impedirían que la pelvis le permitiera caminar a la mujer. Por ello, se suele pensar que los problemas de nacimiento derivados de la estrechez del canal de parto son una especie de «fallo» de la evolución. Pero este lunes, una investigación publicada en la revista « Proceedings of the National Academy of Sciences » ha concluido que, en realidad, el cuerpo femenino tiene capacidad de ajustar los niveles hormonales y modular el tamaño de su pelvis «bajo demanda» , y que esto no depende de programas genéticos fijos.

«Nuestros resultados sugieren que los nacimientos complicados no son necesariamente un «error» de la evolución, sino más bien una cuestión que depende del balance de hormonas y de factores externos capaces de inluir en el tamaño del canal de parto y el desarrollo del feto», ha explicado Marcia Ponce de León , directora de la investigación e investigadora en el Instituto Antropológico de la Universidad de Zúrich .

Desarrollo de las caderas de hombres y mujeres a lo largo del tiempo MorphoLab, Instituto Antropológico de la Universidad de Zúrich

Los investigadores recurrieron a datos de tomografía para seguir el desarrollo de la pelvis desde el nacimiento hasta la vejez , y comprobaron que en la pubertad la pelvis de niños y niñas era similar. A partir de ese momento, la pelvis femenina disparaba su crecimiento, mientras que la masculina seguía la misma trayectoria que había seguido hasta ese momento, y que era similar a la del resto de huesos del cuerpo. En las mujeres, el proceso culminaba entre los 25 y los 30 años, momento en que la pelvis alcanzaba su anchura máxima.

Sin embargo, los investigadores también descubrieron que, a partir de los 40, la pelvis comenzaba a estrecharse.

Los investigadores han sugerido que esta evolución de las caderas depende de los niveles de estrógenos , que aumentan desde la pubertad y que disminuyen a partir de la menopausia. Al mismo tiempo, han recordado que los elevados niveles de estrógenos mantienen un alto nivel de fertilidad, a la vez que garantizan y garantizan que el canal de parto tenga la anchura adecuada para la cabeza del bebé.

Pero, ¿por qué a partir de la menopausia las caderas se estrechan? Según ha sugerido el equipo de Marcia Ponce de León, puede ser que una pelvis más estrecha permita estabilizar mejor el suelo pélvico y soportar las altas presiones que se generan sobre el abdomen cuando una persona está caminando. Por eso, a partir de los 40 hombres y mujeres comienzan a parecerse un poco más, al menos en lo relacionado con la pelvis.

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