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Una sequía en Al-Andalus fue tan severa que sus pobladores llegaron al canibalismo

Investigadores de la Universidad de Extremadura rescatan gran cantidad de curiosidades entre la domumentación existente sobre los fenómenos meteorológicos en la península

Una sequía en Al-Andalus fue tan severa que sus pobladores llegaron al canibalismo archivo abc.es

sinc

El registro oficial de las series meteorológicas en España comenzó alrededor de 1850, pero antes ya se habían anotado medidas puntuales en algunas zonas de la península ibérica. Las primeras las remitió en 1724 el médico portugués Isaac Sequeira al físico británico James Jurin, que intentaba formar una red europea de meteorólogos, según recogen documentos guardados en la Royal Society de Londres.

Fernando Domínguez, investigador de la Universidad de Extremadura , ha rescatado la información contenida en la domumentación existente sobre los fenómenos meteorológicos en la península, con datos tan curiosos como que en 1724 pasó por Portugal una de las peores tormentas conocidas. Más tarde, en 1815, se sintieron en España los efectos de la erupción del volcán Tambora, y casi mil años antes, en el 898, una sequía en Al-Andalus fue tan severa que sus pobladores llegaron al canibalismo.

Fernando Domínguez ha desvelado a la agencia Sinc parte de la investigación, publicada en la revista «Climatic Change», aunque los autores también han analizado la variabilidad climática en la península ibérica en fechas posteriores, durante el periodo entre 1750-1850. Junto a investigadores de otras universidades han revisado documentos de los siglos XVIII y XIX, como los periódicos, que en su cabecera solían mostrar medidas barométricas, de temperatura, viento y estado del tiempo diario.

Se han digitalizado más de 100.000 observaciones de aquella época tomadas en 16 localidades –como Cádiz, Madrid, Badajoz, Palma de Mallorca, Valencia, Zaragoza, Bilbao, Palencia o La Coruña–. De esta forma se han detectado anomalías de alta precipitación, como la que ocurrió en la década de 1780, o el enfriamiento estival que se sintió en toda Europa después de la gran erupción del volcán de Tambora, en Indonesia, en 1815.

Entre otras curiosidades, los investigadores relatan lo sucedido durante la ocupación musulmana de la península , aunque se han centrado fundamentalmente en las crónicas disponibles entre los años 711 y 1010. En esos textos los historiadores árabes describían acontecimientos políticos y sociales, pero de vez en cuando se colaba algún evento climático con relevancia para la comunidad.

«Recopilando estos eventos podemos decir que ocurrieron importantes sequías en Al-Ándalus entre 748-754, 812-823 y 867-879, unos periodos en los que encontramos muchas referencias a sequías y hambrunas asociadas, que incluso hicieron que la gente emigrara hacia el norte de África», apunta Domínguez.

El científico destaca especialmente que «en el año 898 una sequía, probablemente corta pero muy severa, llevó a los andalusíes a practicar el canibalismo para poder sobrevivir, según algunos crónicas, aunque seguramente también influyeran otros factores socioeconómicos o epidemias».

Según los autores del estudio, conocer el clima del pasado es importante para «entender la variabilidad de todo el sistema climático, que tiene subsistemas interactuando entre sí a escalas diversas y va mucho más allá de los registros meteorológicos «oficiales» de los últimos 150 años, que además están afectados por la quema de combustibles fósiles y no reflejan la variabilidad climática natural». Recuerdan además que «muchas de las observaciones que hicieron nuestros antepasados están esperando en los archivos y bibliotecas a ser rescatadas».

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