desafío soberanista
Susana Díaz ve la independencia inviable y apela a evitar la fractura social
La presidenta de Andalucía niega el expolio fiscal: «Tributan las personas, no los territorios. Hay andaluces que pagan sus impuestos en Cataluña»
maría jesús cañizares
La presidente de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, considera que "el derecho a decidir la independencia de Cataluña es inviable" y apela a evitar la fractura social en Cataluña, una tierra de acogida de andaluces y que siempre había sido un modelo de integración. ... Ha defendido el papel del PSC como partido que ocupa la centralidad en Cataluña y ha insistido en la reforma constitucional que defiende el PSOE para solucionar los conflictos territoriales. Díaz niega que exista expolio fiscal . "Tributan las personas, no los territorios. Hay andaluces que pagan sus impuestos en Cataluña", ha recordado.
Díaz ha pronunciado una conferencia organizada por Barcelona Tribuna, tras reunirse con el presidente de la Generalitat, Artur Mas. Ha sido presentada por el "padre" de la Constitución y ex dirigente de CDC, Miquel Roca, quien apeló a la necesidad de encontrar "bases de coincidencia en el futuro" y subrayó la condición de Cataluña y Andalucía como motores de España. También ha aludido a las diferencias generacionales e ideológicas entre la dirigente andaluza y él mismo, que vivió la transición.
Díaz ha recordado que la generación de 1978 hicieron posible la reconciliación y la incorporación a Europa. "A mi generación le correspondee crear un modelo de convivencia y superar la crisis", ha dicho Díaz, quien definió Andalucía como una comunidad basada en el mestizaje y la diversidad. Ha aludido a los "centenares de miles de andaluces que viven en Cataluña porque en su momento, su tierra no les ofrecía las oportunidades necesarias. A algunos les irrita que una presidenta autonómica se pronuncie sobre temas de Estado, olvidan que somos máximos representantes del Estado en nuestra tierra".
"Cataluña hoy es un ejemplo de integración y convivencia. Como andaluza y presidenta, reconozco aquel esfuerzo. Ahora se trata de que nada destruya esa fructífera convivencia", ha manifestado. "La única manera civilizada de abordar los problemas es dialogar con respeto, así se lo he dicho al presidente Artur Mas. Desde la discrepancia que tenemos, hemos podido hablar. Cerrar los ojos a la realidad provoca que ésta acabe atropellándonos".
Ha añadido que "hay un problema de fondo que es el malestar de una parte importante de Cataluña con su relación con el resto del España". El independentismo, ha dicho, no es nuevo "pero no ha surgido con la intensidad de hoy". Díaz ha atribuido esa situación a la incapacidad del Estado autonómico de reconocer la diversidad. "No se acertó cuando se dijo que se acataría todo Estatuto que viniera de Cataluña", en alusión a las palabras del presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero. "Pero también al recurso del PP contra el Estatuto por un puñado de votos. ¿Alguien sensato puede pensar que no tendría consecuencias graves cercenar ese texto aprobado por todos?", se ha preguntado la presidenta andaluza.
Expolio y déficit
La política centralizadora del Gobierno del PP, ha dicho, afecta a las autonomías, tanto a Andalucía como Cataluña. Ha criticado los ataques a la lengua, pero también a la expresión de "expolio fiscal". Según Díaz "no es cierto que existan 16.000 millones de déficit en Cataluña". Pero ha criticado la decisión del Ejecutivo español de sustituir el déficit fiscal por otra metodología.
"La fiscalidad recae sobre las personas, no sobre los territorios. Los andaluces que viven en Cataluña tributan aquí", sostiene, tras recordar los recortes sufridos en Andalucía y "la lista de agravios que podríamos hacer todos, Andalucía pasó de ser una comunidad rica a empobrecida. Me duele que se critique el PER que solo se da al 2% de personas sin subsidio, como me duele que la ayuda a la inversión se concentren en Madrid y Cataluña". Ha defendido una financiación justa para todos. "Todos los ciudadanos de España, vivan donde vivan, deben tener acceso a los servicios públicos en condiciones de igualdad", ha indicado la presidenta andaluza, quien descarta "agravios y privilegios".
"El proyecto soberanista catalán ha sido catalizador de las ansias de cambio de la ciudadanía catalana. Se ha dicho que el discurso independentista es una ensoñación, pero ese carácter es lo que convierte un anhelo en movilización e ilusión. No conviene perseguir quimeras, pero no estamos siendo capaces de ofrecer un proyecto alternativo que genere consenso como en otras ocasiones", ha continuado Susana Díaz. Ha criticado el diálogo inmovilista que los ministros del PP, dice, pronuncian cuando visitan Cataluña. Pero ha avisado de que "las preguntas de la consulta reflejan una división que exige una visión no simplista. Empeñarse en defender identidades excluyentes genera confrontación", ha advertido. Cree que "cuando se defiende el derecho a decidir en realidad se pide un aval para algo que ya se ha decidido".
La «centralidad» del PSOE
"No necesitamos ni ilusos ni irresponsables, porque la falta de transparencia de Mariano Rajoy es preocupante. Si hay un problema ¿a qué espera? Mas conduce a un callejón sin salida a Cataluña que no se merece ni Cataluña ni España. Los socialistas sí tenemos un plan, la centralidad, que incluye a un amplio sector del catalanismo".
"El derecho a decidir la independencia es inviable. Más allá de las retóricas nacionalista de uno y otro signo, lo que nos unen a los ciudadanos españoles es la democracia y Europa. Hay que evitar el choque de trenes y, para eso, hay que cambiar de vía y buscar alternativas. Necesitamos buscar juntos un buen común". En su opinión, no habrá consulta en Cataluña.
Díaz ha explicado la propuesta del PSOE consistente en "una reforma valiente de la Constitución para lograr un Estado más eficaz e integrador. Un Estado federal que clarifique las competencias, el reconocimiento de las singularidades y del Senado como auténtica cámara de representación territorial". Ha apostado por el blindaje competencial, para que el autogobierno autonómico no quede al albur del Gobierno de turno.
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