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La materia del pintor Agustí Puig impregna Can Framis

El artista reúne treinta obras inéditas en las que reflexiona sobre la muerte y la muerte

La materia del pintor Agustí Puig impregna Can Framis abc

maría güell

Si Javier Bardem fuese pintor sus cuadros serían como los de Agustí Puig. El director Woody Allen eligió a este pintor catalán para decorar el estudio de Bardem en su película « Vicky Cristina Barcelona » y desde entonces todo el mundo le relaciona con el realizador neoyorquino.

Pero Puig sigue trabajando al margen del boom de aquella aventura americana. Ahora tiene la oportunidad desplegar su obra en Can Framis. «No es una retrospectiva pero sí que enseño gran parte de mi trabajo», explica Puig desde la primera sala donde ha construido un enorme mural con cajas de cartón que simula un túnel para entrar en la exposición. «He hecho una obra efímera que puede ser una boca o un enorme cuadro por el cual se accede a la muestra», desvela Puig que abre el curso de la Fundación Vila Casas. Bajo el poético título «Va voler ser boira i va voler ser vent» (Quiso ser niebla y quiso ser viento), agrupa treinta obras inéditas en las que reflexiona sobre la muerte o sobre la vida. «Sin muerte no hay vida, es el motor, y es lo que nos hace nacer», reflexiona.

Al ver las proporciones del hall de Can Framis se aventuró a hacer unos esbozos en cartón que finalmente son los que descubrirá el público. También reconoce que muchas de las obras que se exponen hasta el próximo 22 de febrero en la Fundació Vila Casas, son de gran formato porque «tenía ganas de hacer obra sin estar limitado por los galeristas, que quieren piezas que no sean muy grandes para que se vendan bien».

Expresionismo y materia

El expresionismo y la materia son protagonistas de este periplo. No podemos pasar por alto una herramienta que utiliza en varias de las obras y con la que consigue resultados sorprendentes. «Desde hace unos años utilizo una sierra mecánica que me permite un tipo de traza diferente e impactante», desvela.

También descubrimos su técnica de dibujos arañados sobre pintura fresca negra. Puig es un gran explorador de materiales y nuevas técnicas que le han pasado malas jugadas por culpa de su asma. «Al final he optado por trabajar con escafandra para no intoxicarme», explica resignado mientras comenta los ocho autorretratos, de diferentes épocas, que ilustran la segunda sala. Entre sus coleccionistas destacan su alter ego en la ficción Javier Bardem, el mismísimo Woody Allen, Elton John y Manolo Escobar. Pero sin duda su mayor fan es Antoni Vila Casas que cuenta en su fundación con más de treinta obras.

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