Los directores de escuelas catalanas podrán escoger la mitad de sus profesores

A partir del próximo curso los directores de escuelas podrán escoger el 50% de su claustro de profesores para adecuar los perfiles y capacidades al proyecto educativo y, además, la posibilidad de elección será total en el caso de las escuelas es institutos con alta complejidad social. "Es necesario que todo el talento esté a disposición de los alumnos", ha defendido Rigau.

El decreto, que podrán aplicar los centros de forma opcional, permitirá que cada vacante que se genere a raíz de un traslado o jubilación, por ejemplo, pueda ser "perfilada". La medida no afectará a los funcionarios con plaza fija, unos 65.000 docentes que representan dos terceras partes de la cartera de profesores en Cataluña. El nuevo sistema incorporará el "principio de idoneidad" en la selección, provisión y evaluación de las competencias del profesorado, con lo que el criterio de antigüedad dejará de ser el principal.

Así, a partir del próximo curso, el director establecerá unos criterios acordes con el proyecto educativo del centro, a partir de los que la administración le propondrá 20 candidatos de la bolsa de trabajo, entre los que escogerá a tres para ser entrevistados. El departamento elaborará un catálogo de competencias y establecerá la puntuación de cada mérito, que será valorado junto a la puntuación que obtenga la entrevista personal.

El decreto también prevé un incremento del "control y del rendimiento de cuentas" de los profesores y acortará los plazos de evaluación de los interinos y sustitutos, al pasar de un año a un mes. Esta evaluación concluirá con un informe del director que, en caso de ser negativo, excluirá al docente de la bolsa de trabajo durante el curso siguiente y le obligará a superar una prueba de conocimientos y un nuevo periodo de prueba.

Tras conocerse la medida, la sección de educación de CC.OO. en Cataluña ha denunciado la "carga burocrática" que supondrá para los directores de centro el nuevo decreto y ha rechazado su puesta en marcha. Según el sindicato, el decreto no favorece la autonomía de los centros, sino "la concentración de decisiones en manos de las direcciones", puesto que ni el Consejo Escolar ni el Claustro ni los sindicatos podrán supervisarlas, un extremo que ha negado la consejera Rigau. También ha sostenido que pone "en un compromiso" a los directores de centro respecto al profesorado, puesto que pasan a ser responsables jurídicamente, lo que hasta ahora recaía sobre la administración.