El antes y después de un triple asesino

Visiblemente desmejorado, atendiendo a su pasado de motero y dandy, Alejandro C., el acusado por el triple crimen del barrio de la Sagrada Familia de Barcelona , acudió ayer a la Audiencia de Barcelona conducido por los Mossos d'Esquadra. Su imagen es muy diferente a la que trascendió cuando ocurrieron los hechos hace dos años, hoy más cercana a la de un anciano indefenso que a la de un asesino. ¿Estrategia de la defensa?

El procesado, para quien el fiscal pide 81 años de cárcel, ha declarado hoy ante un jurado popular por la muerte a martillazos el 27 de enero de 2012 de los padres de su ex pareja y a una sobrina que vivía con ellos, meses después de que ella rompiera la relación que mantenían desde 2002.

El acusado ha negado haber cometido los tres asesinatos, ha asegurado que no trató de incriminar a la mujer enviándole mensajes haciéndose pasar por un sicario y, tras admitir que no sabe quién cometió el crimen, ha señalado que ésta le preguntó, cuando él le dijo que ya no la quería ver más, si obraba así porque no quería estar "con una asesina".