Hazte premium Hazte premium

por hontanares

El error del contentamiento

ángel puertas

El Estado ha afrontado el reto nacionalista con dos estrategias alternativas: el contentamiento y la contención. Ambas han fracasado porque compactan la base narcisista sobre la que se asientan los cimientos emocionales del nacionalismo. Freud apuntaba que el nacionalismo entronca con el narcisismo de las pequeñas diferencias, y todo narcisista tiene dos rostros: el vanidoso y el victimista. Al hilo de la reflexión de Stephan Dion –ministro quebequés que impulsó la ley de claridad y frenó el secesionismo- analizaremos por qué ha fracasado la estrategia del contentamiento:

1º.- Su inanidad. El nacionalismo no aspira a convivir, sino a vencer sobre un Estado al que considera enemigo; no renuncia a imponer su programa máximo. Para el narcisismonacionalista lo único relevante es su nación, identificada con el sector nacionalista. Las concesiones alientan a que persevere en su actitud, pues obtiene recompensa. No solo esinútil el contentamiento, sino contraproducente, pues potencia su sentimiento de supervalía al vencer a un Estado al que considera inferior.

2º.- Desacredita al Estado. Con cada concesión éste transmite el sutil mensaje de que es más valioso el interés del nacionalismo que el interés general. Quien, a la larga, siemprerenuncia a defender su posición invita a pensar que ni se aprecia ni está convencido de su valía. El nacionalista se reafirma en su posición narcisista de “nosotros solos lo hacemos mejor”.

3º.- Banaliza la secesión. Acostumbrada la sociedad a presenciar continuos traspasos competenciales o presupuestarios la secesión aparece como una simple fase más avanzada de autogobierno, de la que no se acierta a vislumbrar inconvenientes, como nose han apreciado en las descentralizaciones anteriores.

4º.- Provoca agravios comparativos en otras regiones. Si la concesión se contempla como un beneficio para los habitantes del territorio agraciado, en otras comunidades se alentará el resentimiento hacia los supuestamente beneficiados o se azuzará el sentimiento particularista para obtener lo mismo.

5º.- Dramatiza los desencuentros. En los Estados compuestos los conflictos entre los dosniveles de poder son habituales. Pero si el actor autonómico intuye que mesarse los cabellos tiene réditos políticos tenderá a convertir cualquier desavenencia en un paritorio de tensiones y desafectos. Para el narcisista no satisfacer sus singulares y cambiantes pretensiones equivale a no quererle y, por tanto, aumenta su deseo de alejarse.

Ángel Puertas es jurista

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación